MÍO [NamJin]

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[Narra Jin]

Aunque la universidad entera me diga que Zico y Namjoon están juntos no me lo creo, es imposible, cómo estoy tan seguro? Porque cuando Namjoon está conmigo es tan diferente que cuando está con el, aunque no tenga tiempo rechaza compromisos para salir conmigo como quedamos hace bastante tiempo. Aunque en la universidad solo nos saludemos y hagamos algunos trabajos juntos, el momento de la semana en que solo estamos él y yo, es mágico, lo cariñoso que es, sin importar la gente de nuestro alrededor él me acaricia y se acerca a mi. Las veces que me regaña cuando e hecho algo mal o también cuando me celebra cuando he sacado buena nota.
Todas esas evidencias tengo para decir que Namjoon no está con Zico. Pero prefiero callar y sonreír sin importar lo que escuche a mi alrededor.

-Hey!- me grito Jungkook del otro lado del jardín, mientras yo estaba metido en mis pensamientos.

Me acerqué a Jungkook y él tomó de mi mano rápidamente y empezó a correr, mientras sostenía mi mano.

-Qué pasa?- dije siguiendo su ritmo obligadamente.

-Mi hermano te llama! Dice que alguien sacó un nuevo vídeo y que tienes que ir ya!- me acorde que hoy sacaban el trailer de la nueva actualización de su videojuego favorito.

Ya habíamos llegado al sector en donde estaba la sala. Jungkook ya me había dejado de tomar la mano y solo caminábamos un poco apresurados. Pasamos por un pasillo y vi dos hombres muy cerca, seguí caminando, hasta que con el segundo que había visto esa escena me di cuenta que esa cabellera se me hacía conocida. Paré mi caminar y empecé a caminar hacia atrás.

-Qué haces?-dijo Jungkook, lo hice callar y seguí caminando silenciosamente hasta que llegue al pasillo y me paré frente a esas dos personas que se estaban besando.

-Nam...-dije susurrando, él claramente no me había escuchado y tampoco lo haría, si le estaba comiendo la boca a Zico.
Jungkook llegó al pasillo y quedó mirando la escena y tapó su boca de lo impresionado que estaba.

-Vamos, no te quedes aquí...-me dijo Jungkook, tomándome del brazo y jalándome para dejar de ver la triste realidad.