MÍO [NamJin]

18

[Narra Namjoon]

-Nam! Qué te ocurre?- me decía Zico acercándose a mi rápidamente, me sujeto y pude seguir sosteniéndome sin caerme al suelo, lo que había visto hace un momento me hizo quedarme de esta forma, ni pensaba en lo que decía y hacía, solo seguía viendo la imagen de Jin y ese hombre, riéndose, tomados de la mano y Jin acurrucado en el hombro de el. -Jackson, ayúdame!- dijo Zico, Jackson acababa de llegar y al verme en el estado en el que estoy, se saco sus audífonos y ayudo a Zico a ponerme en una silla, antes de que me golpeara en todo el cemento del aula.

-Qué le pasó?- preguntó Jackson mientras yo tenía mi mente en otra parte.

Después de pasar toda la jornada de clases en estado vegetal, me dirigí a mi casa con ayuda de Jackson y Zico.

-Déjenme aquí, puedo caminar.-dije en un tono leve, los dos se quedaron mirando. acomode mi bolso y abrí la puerta de acceso a mis departamentos. Dejando a mis dos amigos afuera.

Al entrar me saque mis zapatos y caí rendido en mi cama. No sabía porque me afectaba tanto que Jin tuviera algo con una persona si lo conocí cuando estaba en una relación. Pero esta vez era diferente, porque a mí me gusta Jin y yo sé que también yo le gusto a él, aunque nunca hemos hablado de eso, con solo estar un momento juntos se nota los nervios de Jin, sus tic, sus movimientos de manos, el brillo en sus ojos.
Me dirigí al baño a darme una ducha de agua helada para despertar y seguir con mi día.
Aunque el agua estaba realmente muy helada podía soportarla y dejar de pensar en cosas que solo me hacen más daño.
Un sonido interrumpió mis minutos de relajación. El timbre. Salí con una toalla del baño y abrí la puerta.
Al abrirla nunca se me habría imaginado que sería el causante de mi dolor. Jin me miraba anonadado, tapó sus ojos y volví a mi después del shock de tenerlo frente a mi.

-Lo siento, lo siento.- dije haciendo reverencia, deje que pasara a mi pequeño departamento, mientras buscaba ropa para ponerme. Me vestí rápidamente y Jin despegó sus manos de su cara.-Qué haces aquí?- le dije sin entender su llegada.

-Es en serio?- me dijo en tono molesto.-Tú dijiste que viniera a tu casa para terminar el trabajo.

-Aaaaa, verdad, se me había olvidado.- empecé a revolotear mi cabello sin saber que hacer ni menos que decir.

-Te quedarás ahí? Ven, tienes que terminar esto.- sacó su computadora de su mochila y salió el trabajo, se sentó en mi cama y enseguida me senté yo, a su lado.
Me entrego su computador y empezó a dictar lo que tenía que escribir.
Después de unos minutos, me pasó unas hojas que saco de su bolso y se levantó de mi cama. Guardando todo lo que había sacado de esta. -Estos papeles, es lo que tienes que decir mañana, si quieres te lo aprendes pero la idea es que sepas de que vamos a hablar por lo menos.

Empezó a caminar hacia la salida, se puso sus zapatos y abrió la puerta. Los nervios me consumían por dentro.

-Espera!- Jin me miró desinteresado y me acerqué a él. -Eso es todo lo que me dirás?

-Me falto algo más?- dijo sacando su carpeta de su bolso.

-No.-tome su mano adonde tenía la carpeta, se exaltó y me miró asustado.

-Qué ocurre?- dijo guardando la carpeta en su bolso, nuevamente.

-Lo que pasó hoy...- dije bajando la cabeza.

-Qué pasó hoy?- dijo Jin cruzándose de brazos.

-No te hagas el que no sabes a lo que me refiero.- dije mirándolo seriamente.

-Yo te pregunto acaso sobre tú vida amorosa?-

-Sí, todo el tiempo.

-Bueno...

-Quién es él?- dije acercándome más a él.

-Mi pareja.-dijo retrocediendo.

Sentí un dolor muy fuerte en mi cabeza y pecho. Lo quede mirando sin poder creer lo que acababa de escuchar.

-No es cierto.- dije volviendo a acercarme.

-Por qué te mentiría?-

-Eso deberías respondérmelo tú.

-Ah, no estoy para un interrogatorio tuyo. Me tengo que ir.- abrió la puerta y salió, mis impulsos ganaron y agarré su brazo. Lleve su cuerpo hacia el mío, tome con mis manos sus mejillas que estabas enrojecidas y lo acerque hasta que la distancia que separaban nuestros labios quedó en cero. Y pude sentir sus labios otra vez, lo que me quitaba el sueño, lo que anhelaba sentir nuevamente, lo estaba sintiendo en estos momentos, nuestros labios jugaban y se mezclaban tan bien, al igual que las medidas de nuestras caras, al moverlas no había rose de nada, todo fluía, todo calzaba.

Sin pensarlo, nos separamos, abriendo nuestros ojos al a par. Nuestros labios entre abiertos y mis manos seguían sujetadas a sus suaves mejillas.

-Por qué haces esto?- dijo Jin alejándose de mi.

-Hacer qué?- dije sin entender.

-Esto! Por qué!? Si te dije que estoy con alguien!- Jin empezó a llorar y yo no entendía la razón.

-Jin, tranquilo. Entremos.- dije abriendo la puerta de mi departamento.

-No! Tú estás con alguien y yo también, tenemos que alejarnos.

-Eso, jamás!- dije acercándome otra vez a él, sintiendo su piel junto la mía.

Se zafó de mi agarre bruscamente, me miró por última vez y empezó a correr. Me quede perplejo, no entendía nada.

Después de quedarme ahí por unos minutos, apareció Zico, al verme, puso la misma cara cuando me vio en la universidad, tomo mis mejillas y empezó con las preguntas que en esos momentos no quería responder.