MÍO [NamJin]

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[Narra Namjoon]

Me desperté por movimientos cerca de mi, miré hacia mi lado y Jin se estaba levantando, se colocó su ropa interior y fue directo al espejo que estaba en su pared, bajo su ropa interior y quejó por lo irritado que tenía su nalga izquierda, me levanté de prisa y me acerqué a él.

-Ah! Me asustaste, mira! Mira como me dejaste mi trasero- dijo mostrándome su trasero irritado, lo miré lamentado, mi idea no era que le quedara así.

-Lo siento, lo siento, amor- dije tímido, acariciando su nalga con suavidad.

-Mira tu abdomen- miré enseguida, y tenía morados en diferentes partes, el más visible era el de la clavícula. Lo miré sorprendido de lo grandes que eran.- No me mires así, piensa en mi trasero- dijo sobandose.

-Tendré que ocupar bufanda con este día caluroso!- dije molesto, Jin se rió y subió su ropa interior.

-Te pondré un poco de mi base de cara, ahí no se notará- dijo divertido. Jin se fue a bañar, mientras yo ordenaba la habitación y sacaba las sábanas manchadas.
Después de salirme de bañar, Jin me esperaba con su maquillaje, para tapar los morados que me había dejado.

-Esta bien, ya no se notan- dije poniéndome mi remera sin problemas.

Bajamos a tomar desayuno, los padres de Jin ya estaban sentados en la mesa, esperándonos alegres.

-Oh, buenos días, cómo están?- dije acomodándome en mi asiento.

-Bien, anoche tenían la televisión bastante fuerte, ya iba a ir a decirles que la bajaran- dijo la madre de Jin, Jin me miró sorprendido y yo reí tranquilo.

-Oh, sí, se nos quedó un poco fuerte- dije tocando la pierna de Jin por debajo de la mesa, Jin se exaltó y me miró amenazante.

-Durmieron bien?- dijo el padre de Jin, asentimos y nos echamos a la boca nuestro pan con mermelada.

-Hoy día no vendrá nuestra cocinera, así que te tocará Jin hacer el almuerzo- dijo la madre de Jin. Jin con la boca llena de pan, asintió con ánimo.

-Namjoon también tiene que ayudarlo- miré sorprendido y negué.

-No sé cocinar- dije tímido. El padre de Jin me miró divertido.

-Te entiendo, bueno, ayúdalo en lo que puedas- dijo sonriente, asentí y seguí comiendo mi desayuno.

Ya todos habían terminado de comer, El padre de Jin retiro los utensilios que habíamos ocupado, la madre ordenó la mesa, yo y Jin, lavamos y secamos la loza.
Los padres de Jin se fueron de la cocina y Jin empezó a sacar los ingredientes de lo que haría.

-Qué harás?- dije chismoso.

-Haré Tteokbokki( pastel de arroz, de pescado, embetunado con salsa picante)- miré sorprendido, ese platillo es delicioso.

-En serio sabes hacer eso?- dije entusiasmado.

-Sí, eso si que solo haré el pastel de pescado, picar la cebolla y juntar todos los ingredientes. Los pasteles de arroz ya están listos al igual que la salsa.- asentí, Jin saco guantes para tocar la comida.

-Estoy listo!- dije moviendo mis manos con guantes.

-Listo para qué? Si no sabes cocinar- dijo Jin riéndose de mi.

-Bueno, cuando necesites ayuda me dices, pesado- dije cruzándome de brazos, Jin me miró con una sonrisa en su rostro y vino corriendo hacia mi y me besó.

-Te amo!- dijo energético. Jin empezó a hacer el pastel de pescado, mientras yo miraba maravillado de lo que hacía, después de tenerlo listo hizo figuras con el pastel, corto cebolla y la junto con el pastel de pescado y arroz. Todo lo puso en un envase grande. Jin me miró serio y me hizo la seña de que me pusiera al frente del envase. -Revuélvelo desde abajo hacia arriba, no dando vueltas- dijo saliendo de la cocina, hice lo que me había pedido, empecé a revolver los ingredientes dando vueltas como él me había dicho, Jin se demoraba mucho y mis brazos ya dolían, el pastel de pescado estaba quebrándose, será normal, aunque las veces que he comido nunca se ve así. Jin llegó y al mirar el recipiente gritó mi nombre con rabia.

-Qué? Qué hice?- dije asustado. Jin dejó la salsa picante en la mesa con fuerza y me quitó las manos del recipiente.

-Te dije, no lo revuelvas dando vueltas, de arriba a abajo! Y hiciste lo que no tenías que hacer!- dijo molesto. -Ahora cómo serviré este pastel de pescado cortado?- me miró molesto, mientras yo le hacía pucheros de lo triste que estaba.

-Lo siento...- dije desanimado. Jin suspiró profundo, sacando los pasteles de pescado cortados.

-Por lo menos no todos están trizados o cortados- dijo serio.

-Te dije que no sabía cocinar-

-No te pedí que cocinaras solo te pedí que revolvieras!- dijo gritándome otra vez.

-Ya, pero tampoco es necesario que me grites- dije molesto, Jin me miró y se acercó a mi.

-Lo siento, pero estoy molesto, mejor pon las cosas que van en la mesa, que solo me falta hervir todo y estaríamos listos.- dijo Jin, tratando de sonreír.

Fui a poner todo de la mesa y cuando ya había terminado, Jin también lo estaba, llamamos a los padres de Jin, que bajaron alabando el olor delicioso que había.

Fui en busca de los platos con Tteokbokki, Jin llevaba uno y yo el otro, como unos verdaderos cocineros. Los padres miraron con admiración la decoración de los platos y empezaron a sacar sus porciones.

Saque una buena porción y me lo introduje a la boca, al sentir el sabor de la comida y la contextura, todos mis sentidos se activaron y no pude no alabar lo delicioso que estaba, Jin me miró aliviado y pudo recién sacar su porción.

-Hijo, está delicioso!- dijo la madre de Jin, acariciando su cabello. Jin agradeció y pudimos comer tranquilos su comida.

-A pesar de los inconvenientes está bueno- dijo Jin mirándome sonriente, le devolví la sonrisa.

-Qué inconvenientes?- dijo el padre de Jin.

-No es nada- dije tímido.

-Le pedí a Namjoon que revolviera para yo ir a buscar la salsa picante y juntar los ingredientes juntos, pero al llegar Jin estaba dándole vueltas a la comida y los pasteles de pescado estaban trizados.- El padre de Jin se rió y dijo que estuviera tranquilo. Pedí perdón, mientras comía un poco más de Tteokbokki.

Después de la exquisita comida, fuimos a reposar a nuestra habitación, me acomodé en la cama, Jin hizo lo mismo acomodándose en mi cuerpo, como si yo fuera un cojín.

-Sigues molesto?- dije en voz baja. Jin me miró y negó.

-No, ya fue. No te preocupes- dijo acariciando mi mejilla.

-Seguro?- dije sacando su mano de mi rostro.

-Sí, ya no importa, de todas formas quedó bien y ya sé que no debo pedirte ayuda cuando cocine- dijo entre risas. Sonreí culpable y Jin besó mi frente.

-Quiero que sepas que te amo...- dije acariciando su espalda.

-Yo igual Te amo, mi torpe favorito- dijo acomodándose nuevamente en mi torso.