MÍO [NamJin]

32

[Narra Jin]

Después de la bochornosa comida, todo volvía a estar tranquilo, los padres de Namjoon son un amor de personas, aunque me hayan conocido hace unas horas me trataban como si fuera de la familia. No les molestaba que Namjoon me abrazara, ni que me acariciara. Me sentía tan sorprendido de lo genial que son. Como me gustaría que mi familia también fuera así.

Ya eran las siete de la tarde y Namjoon me dijo que saliéramos a ver el atardecer. La casa de Namjoon tenía una maravillosa vista que hacía ver el cielo de una forma preciosa. Los tonos naranjos del atardecer se reflejaban en el rostro de Namjoon. El color de sus ojos se veía tan detallado. Estaba capturando este lindo momento para tesorarlo en mi mente.
Namjoon tomó mi mano y dijo que subiéramos a la azotea para verlo mejor. Subimos y habían cojines, nos sentamos en ellos y nos acomodamos para ver las distintas tonalidades del atardecer y como avanzaba.

-Te sientes mejor?- me preguntó Namjoon.

-Sí- dije dándole un beso en su mejilla.

-Quiero que esté fin de semana sea un recuerdo hermoso en nuestra relación- dijo Namjoon acercándome a él, posando un beso en mi frente.

-Qué hice para merecerte?- dije mirándolo perdidamente. Nam, se rió y puso mi cabeza en su hombro. El sol avanzaba cada vez más rápido hasta el punto de ya no verlo, los dos nos quejamos de que el sol se haya ido.

-Ahora me quedas tú para mirar- dijo Namjoon tirandose encima de mi.

-Nam!- dije tratando de respirar.

-Dame un beso!- dijo con tono de bebé. Lo quede mirando sorprendido por el tono de su voz.

-Alguien acaba de hablar cómo bebé?- dije imitando su tono.

-Yo!- dijo arrugando su nariz, haciendo que me volviera loco de ternura, lo abrace y lo di vuelta para quedar yo arriba de él, lo miré y me acerqué a él.
Nam, tomó mis mejillas con fuerza y me acercó a él, mis brazos no soportaron más y rodearon a Namjoon quedándonos muy cerca, podía sentir su respiración, podía ver todos sus detalles, nuestras piernas estabas intercaladas, nuestras caderas estaban pegadas, nuestros cuerpos se habían fusionado. Namjoon acercó mis mejillas que en esos momentos empezaron a ruborizarse de lo cerca que estábamos. Juntamos nuestros labios una explosión de sensaciones estallaron en nuestras bocas que cerramos nuestros ojos con pasión y ternura. No sabía lo que pensaba Namjoon pero yo no podía más con el calor que estaba sintiendo, mis orejas se habían puesto rojas, mis mejillas ardían, si que hacía calor. Namjoon introdujo su lengua, su suave y jugosa lengua, empezó a jugar con la mía, mientras mi mente estaba perdida en el placer que me hacía sentir.
Namjoon bajo sus manos a mi cuello, afirmándolo con fuerza y dándome vuelta con delicadeza, sin separarnos, trataba de aferrarme a los detalles pero se me escurren muy fácilmente. Ahora él que estaba abajo era yo, Namjoon se separó de mi, y su mano empezó a bajar por mi cuerpo, que en ese momento estaba ardiendo, mi corazón sentía que ya iba a salirse de mi cuerpo.
Namjoon volvió a mi y me tiro hacia atrás con fuerza, me miró con deseo y sus labios volvieron a mezclarse con los míos, haciendo que gimiera de placer, Namjoon mordió mi labio y empezó a desabotonar mi pantalón, no sabía que iba a pasar, estaba nervioso pero nada importaba porque estaba entregado a él.
Metió su mano a mi pantalón masajeando mi pene que estaba erecto por sólo el efecto que ocasionaba Namjoon en mi. Gemí suavemente, siempre teniendo en mente que estábamos en la azotea en donde en cualquier momento los padres de Nam podrían escucharnos.

-Me gusta verte así- explayo Namjoon, mirándome con intensidad.

-Así cómo?-

-Con tus manos apretadas, tú pene erecto, entregado a mi.- Namjoon mordió nuevamente mi labio y gemí directamente en su oreja, haciendo que Namjoon golpeara el suelo y me mirara enfurecido de excitación. Apretó sutilmente mi miembro y tiré su pelo. -Deja de provocarme que o si no te haré el amor aquí mismo- me dijo susurrándome en la oreja.

-No lo haremos ahora?- dije confundido.

-Jin, te advertí!- dijo Namjoon, pasando su mano debajo de mi ropa interior, masturbándome sin compasión, haciendo que mordiera mis labios hasta romperlos y apretando con fuerza los cojines que tenía a mis costados.

-Nam!- dije gritando su nombre, explotando toda la excitación que sentía en estos momentos. Namjoon se acercó a mí y me calló, besándome e introduciendo su deliciosa lengua en mi boca, sus manos habían vuelto a mi cara, agarrando mi cabellera con brutalidad, mientras movía sus labios fugazmente. Me separé de él, puse mis manos en la parte baja de su espalda llegando a su trasero y lo apreté con fuerza mientras me perdía en su largo y delicioso cuello, mientras él lo movía y gemía.
Después de besarlo, Nam, fue hacía mi pantalón abierto y lo cerró con delicadeza.

-Aunque me tengas muy excitado y me cueste caminar con este pene erecto que llevo, no te haré el amor aquí.- me dijo besando mi frente.

-No me harás el amor?- dije tratando de pararme.

-Cómo te voy a hacer el amor en una azotea? Quiero que cuando te penetre grites con fuerza y no te aguantes como lo hiciste ahora.- dijo riéndose de mi, me ayudó a pararme y empezamos a bajar de la azotea, mientras yo todavía no asimilaba todo lo que acababa de pasar. Las mariposas y la excitación seguían recorriendo mi cuerpo, más mi labio que sangraba y mis mejillas que seguían con su tono rojizo al igual que las de Namjoon.

Al entrar sus padres ya estaban preparando la cena. Al vernos la madre de Namjoon nos quedó mirando.

-Tanto frío hace afuera que sus mejillas y orejas están tan rojas?- los dos nos reímos culpables y asentimos. Mientras que nuestras miradas lo decían todo.