MÍO [NamJin]

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[Narra Jin]

Unos besos despertaron a mi persona y con solo saber que ya es un nuevo día junto a él sonreí, que mejor que despertar sonriendo, todas estas semanas el despertarme era un suplicio, no podía levantarme de la cama si no era por mi madre que me gritaba que me había quedado dormido, Namjoon tiene tal importancia que puedo abrir mis ojos sin problema por saber que él está a mi lado.

-Buenos días, mira lo que tengo para ti- y volvió a mi la apuesta del desayuno y me enderecé de inmediato, Nam tomo algo del suelo y era una enorme bandeja que tenía demasiada comida, algo extremadamente detallado era un cartel que decía "Namjin is real" y otros carteles que tenían frases de amor. Puede haber alguien más detallista que Nam? Lo dudo.

-Amor, está muy lindo!- dije acorrucandome en el.

-Come que las tostadas se enfriaran- Nam me dio un tour por las secciones de comida, lo que le podía echar a mis tostadas, los diferentes jugos, dulces y cafés.

-Cuándo compraste todo esto?- dije llenándome la boca de un pedazo de tostada crujiente.

-En la mañana, hice un poco de ruido pero ni si quiera te moviste- dijo acariciando mi cabello.

-Es-ta mu yi-co- dije mientras me tragaba un dulce relleno con chocolate de avellana.

-Pero Jin- dijo riéndose de mi- come tranquilo, no te vayas a ahogar- me paso una servilleta y fue a buscar su café que estaba en el mesón de la cocina.

-Amor, tienes algo planeado para hoy?-

-Sí- dijo Namjoon tomando un sorbo de su café.

-Y qué es?- dije ansioso.

-Es una sorpresa...- dijo levantándose de la cama. Dirigiéndose a su armario.

-Te arreglarás?- dije mirando como sacaba un pantalón de tela color café claro.

-Sí, mientras tú tomas desayuno yo tomaré un baño- dijo sacando sus prendas y entrando al baño.

Miraba cada rincón de su habitación, la delicadeza del desayuno. No podía no sonreír.
Me recuesto en la acogedora cama de Nam y recuerdo todo lo que hemos vivido, esos recuerdos que tengo en mi mente, como esas maravillosas semanas junto a sus padres, las salidas repentinas de clases, los pequeños detalles que hacen que sean momentos para recordar con alegría.

Me levanté y fui al baño, vi a Namjoon relajado tomando su baño, me desnudé sin ninguna vergüenza y entré junto a él, admiraba cada curva, cada detalle de su cuerpo, esos lunares que adornan su cuerpo, la suavidad de su piel, el color de está. Y sus labios húmedos rozando con los míos.

-Dije que estaría a las 11:30 allá, Llegaremos tarde!- me gritaba Namjoon, mientras me peinaba el cabello rápidamente.

-Voy!- dije tomando mi bolso y poniéndome rápidamente los zapatos, salimos casi corriendo para tomar un taxi que nos dejaría en el misterioso destino.

Bajamos, en una calle común y corriente, no entendía nada...

-Es aquí!- dijo Nam, tomando mi mano y llevándome a una tienda de animales en adopción, mi corazón empezó a latir apresuradamente y miraba a Namjoon sorprendido.

-No es cierto, no es cierto, no lo es- decía mientras la mujer de la tienda me daba un cachorrito, sus ojos eran tan dulces, me miraba con necesidad. No dude en tomarlo y llenarlo de caricias.

-Sorpresa- me dijo Namjoon acariciando mi mejilla.

-Es mío?- dije sonriente.

-Es nuestro- dijo llevando su mirada al perrito.

-Necesito que me digan cómo lo llamarán para registrarlo- dijo la mujer, con un lápiz en sus dedos y con un papel.

-Es hombre... - dijo Namjoon mirándome.

-Lo tengo!- grité energético.-Shine- dije mirando al cachorro.

-Shine!- dijo Namjoon, afirmando.

Después de comprarle su comida, cama, accesorios, decidimos llevarlo a dar su primer paseo con sus papis.

-Tiene mucha fuerza!- le gritaba a Nam que iba detrás de mi tratando de alcanzarme.

-Frenalo! Shineeee!- Shine tenía tanta energía que no paraba de correr y me llevaba volando.

Podemos decir que pasaron miles de kilómetros y pudimos por fin sentarnos, Shine dormía plácidamente, y yo con Nam, estábamos acostados en el pasto, mientras mirábamos a nuestro hijo dormir.

-Lo adoptamos para bajar de peso?- dije riéndome.

-Al parecer- dijo Namjoon quejándose.

-Igual está lindo, quién se lo llevará?-

-Tú, yo no puedo- dijo Nam, apenado.

-A mi madre le encantará, es demasiado precioso-

-Me dio hambre, a ti?

-después del ejercicio, siento que moriré de hambre-

-No se diga más. Vamos a comer!- dijo Nam levantándose.

Empezamos a caminar por la calle de comida rápida. Y el carro de churros nos llamó la atención.

-Deme diez por favor- dijo Nam, mirando los churros con ojos brillosos.

-Bañados en chocolate- dije tímido. Nam repitió lo que dije, esperamos unos minutos y ya teníamos nuestros diez churros bañados en chocolate en nuestras manos.

-Tienes chocolate en la barbilla, amor- Nam se burlaba de mi. Saco los restos de chocolate y beso mi mejilla.

Cuando íbamos camino a casa, nuestras manos entrelazadas, Shine, caminando tranquilamente, el atardecer acompañándonos.

-Amor...-

-oh?-

-Tú piensas casarte?- Nam. Me miro apretando sus labios, y fijo su mirada en Shine.

-Por qué la pregunta tan de repente?-

-Solo la pensé...

-Seguro?- dijo mirándome preocupado.

-Pasa algo? No quieres casarte?

-No. Es decir, no es eso. Sí quiero. Solo me sorprendió la pregunta- soltó mi mano ya que Shine empezó a correr nuevamente.

Al llegar al hogar, acomodamos el lugar a Shine, Nam, se quedó enseñándole a Shine, cuál era su cama, baño, juguetes.

Yo empecé a hacer la cena, tenía muchos deseos de una pizza, así que empecé a hacer la masa, para después rellenarla con lo que nos quedaba de nuestras compras.
Nam, me miraba desde lejos, solo vino a encenderme y lo alejé de la cocina.

-Está... wau... deliciosa!- decía Nam, estirando el hilo de queso que salía de su pedazo de pizza.

-Está como tú- dije tomando un sorbo de mi cerveza.

-Amooor!- Nam, tocaba sus mejillas enrojecidas, mientras tapaba con su otra mano su sonrisa tímida.

Sin duda, el observar a Namjoon es una de las siete maravillas de mi mundo, de mi galaxia, cada gesto, movimiento, palabra, mirada de él, se puede denominar arte.

-No puedo parar de repetir en mi mente lo tanto que te amo, Kim Namjoon- dije abrazándolo, para llenarlo de besitos en todo su cuerpecito.