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[Narra Namjoon]

Un molestoso ruido de celular me había despertado y al abrir mis ojos ya no estaba Jin, estaba la doctora que venía a ver cómo seguían mis heridas del abdomen. Tener heridas no era nada divertido, tenía tanta rabia por no haberme defendido, pero no tenía ganas, no quería desgastarme a gente que sabía que venían a ganar. Mientras la doctora me curaba y me explicaba lo que me hacía yo pensaba en donde se abra metido Jin, hace bastante rato se fue y no a regresado.

-Espero que pases una buena noche.- la doctora tomó el suero y las gasas y se fue de la habitación, había mucho silencio, aunque no hable mucho con Jin de todas formas sentía su presencia y eso me hacía compañía. Empecé a cerrar los ojos, hasta que escuche a alguien toser.

-Así que te quedarás dormido sin mi?- dijo Jin con una sonrisa en su rostro. Me sentí aliviado con volverlo a ver.

-Adónde te habías metido?.- dije serio.

-Me llamo mi madre y tuve que contarle todo lo que sucedió y me dejo acompañarte.- tenía su mano escondida detrás de el y al sacarla tenía un café y unas galletas.

-No tuviste problemas?- pregunté tímido.

-Un poco, pero mi madre ya está acostumbrada a que no llegue a casa.- me dijo tomando un sorbo de café.-No le dirás a tu familia que estás en el hospital?.

-Prefiero no molestar.

-Por qué molestar? Estás hospitalizado, se preocuparan por ti, por no llegar a casa.

-Yo no vivo con mi familia, conoces las habitaciones de la Universidad? Bueno, ahí vivo.- Jin me miraba sorprendido. Dejo su café y galletas de lado, estaba desconcertado.

-Wa, vaya, eso me llega a entender el porque eres así.

-Así cómo?- dije molesto.

-Serio, culto, no hablas mucho.

-Ah.

-Ya es hora que me cuentes un poco de ti. Cómo te llamas?.

-Namjoon.

-Así que te llamas Namjoon. Namjoon y Jin, suena lindo junto no?- dijo en tono sarcástico.

-Ajá, claro que no.- le sonreí, me dio risa que fuera tan ligero para decir las cosas.

-Bueno, si, mi nombre resalta más, obvio, como yo.- jugó con su cabello sedoso café y masco su galleta con fuerza.

-Oye!- dije riéndome, me hacía reír bastante.- Al principio no fui muy amable contigo, lo siento, por eso, pensé que eras de esos típicos tipos creídos que se quieren llevar bien con el nuevo.

-Al principio? Vamos, hasta que llegamos aquí no eras muy amable que digamos. Pero lo acepto solo porque te estoy conociendo.

-Cuéntame de ti.

-Bueno, yo, soy una persona conocida en la universidad por mi belleza, eso es obvio y lógico, también por las parejas que he tenido y bueno por mi situación económica. Mi padre es un Ceo de su empresa y bueno estudio para hacer algo ya que igual acabaré en su empresa. Mi madre tiene su propia tienda de mermeladas, le va bien y le gusta, ella siempre me consiente y me ayuda cuando mi padre se enoja conmigo.

-Waa- mientras escuchaba su historia me impresionaba que a simple vista el se ve una persona engreída pero al ver sus acciones y como cuenta su historia con lágrimas en los ojos, me doy cuenta que el se debe de hacer el fuerte pero no lo debe de ser. Algo contrario en mi caso.

-Y tú?.

-Bueno, yo, tengo una madre, un padre y una hermana menor. Mis padres han trabajado toda su vida y aunque no tengan una situación económica como la tuya, nunca nos ha faltado nada, desde pequeño que me gustó el teatro y hice todo para entrar a esta universidad y bueno, espero ser un actor y ser conocido. Mi hermana menor, es la consentida de mi padre por ser la mujer, es muy linda mi hermana y eso lo sabe aprovechar, quiere ser modelo o tener su propia tienda de ropa. Eso no le gusto mucho a mis padres pero bueno, ya está en un curso de costuras y espero que pueda cumplir lo que desea.

-Ay que lindo, viste que no costaba nada expresarse.- me tomo mi mano y me sonrió. Quede sorprendido y disimule mi incomodes con una sonrisa.

-Por qué me ayudaste?.

-Ni yo lo sé, me das curiosidad, tu personalidad, tú en si, es como para ayudarte.

Después de unas cuantas horas de hablar de temas en común dieron las una de la madrugada y Jin se había quedado dormido en un pequeño sillón que le trajeron especialmente para el.

Me llevé una grata sorpresa de Jin, aunque el era un tipo con una vida muy diferente a la mía teníamos muchos temas en común, primera vez que encuentro a alguien que la conversación fluye y pueda contar un poco de mi.

Después de pensar todo lo que había pasado en un solo día, empecé a cerrar mis ojos y me quede plácidamente dormido.

Una luz muy potente me llegaba en mi cara que hizo que me despertara molesto, ya que lo que más me molestaba era no tener un despertar tranquilo.
Abrí mis ojos con dificultad y ya era de día, el sol sobre pasaba las cortinas e iluminaba toda mi habitación, levante un poco mi vista y el cuerpo de Jin ya no estaba, es más ni el café ni las galletas estaban. Se había ido. Me había dejado, no puedo negar que sentí un vacío el no tenerlo para reírme un momento. Pero ya era un nuevo día para comenzar mi meta.

MÍO [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora