4. La prueba

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Lunes, 7:45

 —¡Ahora me odiará a mi!- grita Alex.

—¡No es mi problema!— grito cruzándome de brazos mientras andamos con dirección al instituto.

Tiro de mi falda para intentar que esta se alargue o algo similar, cosa que no ocurre. La maldita falda es demasiado corta y me pone de los nervios

—Estaba haciendo amigos pero tú, no... ¡tienes que venir a tirarle tu maldito postre en la maldita cabeza!- me grita exagerado mi hermano.

— ¡Me llamó enana Alex! ¡Enana!- le repito gritando con el mismo tono con el que él me habla.

— ¿Y qué? Todo el mundo lo hace, yo lo hago- se excusa asintiendo y yo ruedo los ojos.

— Sabes lo que me molesta que se rían de mí por mi altura Alex- digo negando con la cabeza.

— Pero era Adam, maldita sea- dice rodando los ojos.— rompiste todas sus reglas en menos de doce horas.

— ¡Qué me da igual quién sea! Nadie me llama enana fuera de mi familia y con nadie me refiero a nadie, sea Adam, sea el perro de la vecina o sea el mismísimo Donald Trump, además esas reglas no tengo porqué seguirlas, son la cosa más estúpida que he podido oír- digo negando con la cabeza —pero claro, a ti te da igual cómo llamen a tu hermana, a ti solo te importa quedar bien delante de él estúpido de Adam.

A veces realmente me molesta que Alex no se comporte como un buen hermano, un hermano que te quiera, que te proteja y que te sonría de vez en cuando, nada de eso chicos, mi hermano, un estúpido que me odia.

— Bajad los humos chicos- comenta James cuando se posiciona entre nosotros evitando que sigamos discutiendo.

Mi hermano y yo nos dirigimos una última mirada de odio para después cruzarnos de brazos.

—No te pongas así Scar- dice haciendo un puchero James — tú tienes que sonreír, porque las chicas bonitas sonríen, además hoy es la prueba de hockey y de seguro queda bien que seas positiva—dice y ladea su cabeza aún con ese puchero mirándome.

Yo sonrío un poco.

— No puedo hacer nada contra ese puchero- digo en un susurro y él ríe —Estúpido - digo y río. Él niega con la cabeza y me da un pequeño abrazo mientras entramos en el colegio.

Entramos en el instituto por la puerta principal y como esperaba está abarrotado de gente vestida del mismo uniforme, llego a mi taquilla mientras de despido de mis "primos" porque no comparto clases con la mayoría ya que estamos en cursos diferentes.

— Adiós Scar, nos vemos en un rato- indica sonriendo de lado — y compórtate, no queremos problemas... Quiero decir... Más de los que ya tenemos- se corrige y yo asiento. Él se despide con la mano y de aleja hacia su taquilla.

David me mira y se posiciona a mi lateral ya que su taquilla es la siguiente a la mía y sonríe.

— Vaya vaya, mi taquilla es mejor que la tuya- se burla y yo ruedo los ojos.

— Son exactamente iguales David- digo y miro en su taquilla y después en la mía.

— No... Bueno... puede, pero el hecho de ser mía la hace muchísimo mejor que la tuya- dice mientras me guiña un ojo para después cerrar su taquilla con los libros de su próxima clase en la mano.

Antes de que le pueda decir algo por asumir tan estúpida afirmación el timbre suena y él se ríe.

— Adiós Scar, espero que vaya bien tu primera clase- dice y me revuelve el pelo con su mano haciendo que yo bufe.

Gen D [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora