Gen D [#1]

31. Tú ganas enana

— ¡Quiero salir de esta casa!

— Maldita sea Scarlett no

— Quítate de mi camino o...

— ¿O qué enana?- pregunta de forma arrogante.

— ¡O te empujo fuera de él!

— Inténtalo

No sé en que momento pensé que era buena idea intentar empujar a un chico que es 30 centímetros más alto que yo y que tiene una fuerza sobrenatural, pero aún así, lo hago, empujo a Adam Walker arrinconándolo contra la pared. Bueno, puede que sea más fuerte de lo que pienso. Él me mira igual de sorprendido que yo mientras yo presiono sus brazos contra la pared haciendo que sus músculos se flexionen y yo los sienta bajo la palma de mis brazos, trago saliva y él me sonríe pícaro.

— Hemos cambiado los roles ¿no enana?- pregunta mirándome mientras eleva una ceja.

Me podría apartar de un empujón con rapidez, él es mucho más fuerte que yo, pero decide mantenernos en esta posición. Mis mejillas se tiñen de rojo como cada vez que él hace alguno de esos comentarios mientras le miro a los ojos. Aunque puede que sea por tenerle tan cerca, su olor a canela y sentir su calor corporal tan cerca que mi corazón da un vuelco.

— Y parece que lo disfrutas tanto como yo- susurra. No sé que responder, así que opto por quedarme callada y él pasa su lengua por sus labios y se inclina hacia delante para que así, yo sienta su respiración en mi cuello y todos mis músculos se tensan — ¿verdad pequeña?- susurra ahora sobre mi oído y yo cierro los ojos con fuerza y siento mis piernas temblar. Él deja un suave y húmedo beso sobre mi mejilla y me oigo jadear.

Me alejo de él dando un paso hacia atrás y tapo mi boca con mi mano avergonzada, él me mira con sus ojos oscuros, como si estuviese descifrando mi alma con una sola mirada. Siento que debo alejarme más pero él es ahora el que me sostiene de las muñecas. Me mira sonriendo de lado y me acerca más a él presionándome contra su pecho.

— ¿Qué haces?- pregunto mirándole a esos ojos oscuros que me miran directamente a los ojos.

Él se mantiene callado y con una mano acaricia mi mejilla haciendo que me sonroje una vez más, y eso hace que deje de hablar, debería estar cabreada con él y es posible que deba alejarme mientras pueda, pero ese es el problema, no puedo, su tacto es reconfortante y yo solo quiero más. 

Su mirada es tan profunda, sus ojos brillan tanto aun siendo tan oscuros y yo no puedo dejar de verlos. Él deja de mirarme a los ojos... Espera... ¿Está mirando mis labios? Oh dios mío, esto lo he visto en las películas. ¡Me va a besar! ¡Alerta roja! ¡Se está inclinando hacia delante! ¡Scarlett cálmate! Él baja sus manos a mi cintura y yo ya no sé como reaccionar ¡Piensa Scar piensa! ¿Qué hacen en las películas! 

Pero no era lo que me imaginaba, con un rápido movimiento me levanta en sus brazos haciendo que yo chille de sorpresa, le oigo reír y después me deja caer sobre el sofá, oigo como se acerca a la puerta de la casa y cierra con llave.

— ¡Maldita sea Adam!- chillo y gruño —¡Te odio!- le grito mientras frunzo el ceño y agarro un cojín y lo abrazo con fuerza mientras encojo mis piernas sobre el sofá.

Veo a Adam entrar en el salón con los brazos cruzados y una sonrisa graciosa en su rostro, se acerca y se coloca delante del sofá mirándome.

— No me odias enana, no te engañes- dice y me guiña un ojo.

Yo le miro con el ceño fruncido y él eleva su ceja.

— ¿Qué pasa? ¿Esperabas otra cosa?- pregunta gracioso con sarcasmo y siento mis mejillas calentarse.