Capítulo 29.- Formalidades, Por Los Pelos, Y Un Secreto

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Los pasillos de Hogwarts bullían hablando de la ceremonia de los alumnos de séptimo año y el verano por venir. Harry notó que las chicas conversaban sobre vestidos, y sobre cómo deseaban peinar sus cabellos. Algunos chicos trabajaban en conseguir una cita de último minuto. Él, por su parte, ansiaba que llegara una cita anterior, su clase particular con el profesor Snape. Cómo suele suceder cuando quieres que el tiempo avance rápido, esta vez, transcurrió a una velocidad agonizantemente lenta. Apenas podía aguardar a ver a Severus en su laboratorio fuera de horas de clase. Apenas podía esperar a salir de la escuela y vivir en su propio hogar. Libre para perseguir a Sev con fervor.

—Sirope de caramelo —dijo Harry cuando llegó a la entrada de la oficina de Albus.

—Adelante —concedió el anciano con una sonrisa—. Veo que ya estás recuperado —comentó feliz, presionando las puntas de sus dedos en un gesto de alegría. Harry se sentó frente a él. Apareció un servicio de té y el joven llenó las tazas. Se sentía más cómo familia que cómo invitado cuando le sirvió a Albus. El director inhaló profundamente, aspirando la esencia de la bebida caliente—. Justo como me gusta —murmuró luego de dar un sorbo.

—El señor Jennins, mi nuevo casero, dice que puedo mudarme cuando quiera, así que todo estará listo para mí cuando termine la escuela—.

—Maravilloso. Ya tengo listas las invitaciones para colocar tus protecciones. ¿Te gustaría verlas ahora? —.

—¿Invitaciones? —preguntó Harry, no muy seguro de lo que eso involucraba.

—Tradicionalmente, se les pide a tres o cuatro de los magos más poderosos de la familia, que coloquen las protecciones de un nuevo hogar. El mes pasado, recibí la invitación de una sobrina para que lo hiciera con la nueva casa de ella y su esposo. Habitualmente, una pareja elige a dos personas de cada lado, generalmente para conservar la paz entre las familias —explicó con el perpetuo brillo en sus ojos azules—. Puedes elegir a quien desees, pero si necesitas alguna indicación... —.

—¿Por qué no lo hacemos más fácil y me dices a quién debo invitar? —preguntó el chico con una sonrisa—. Espera, déjame adivinar. Tú y los profesores Snape y McGonagall—.

Albus rió entre dientes y algunas migajas de la galleta que estaba comiendo cayeron sobre el escritorio.

—Cerca —dijo, levantando tres invitaciones—. Además de a mí mismo, sugeriría que invitaras a Filius Flitwick y Severus Snape—.

—¿Por qué no a la profesora McGonagall? Dado que es mi Jefa de Casa, pensé que parecía más de la familia. ¿El profesor Flitwick es un mago más poderoso? —.

—No diría que es ni más ni menos poderoso que Minerva. Él es excelente lanzando encantamientos, y siempre me ha asistido al lanzar las protecciones de la escuela. La profesora McGonagall es la subdirectora de Hogwarts. Ella y yo casi nunca dejamos el castillo al mismo tiempo. Dejaría a Hogwarts muy vulnerable—.

—Oh —Harry se sintió como un tonto por no haberse dado cuenta de eso—. ¿Para quién es la tercera invitación? —.

—Para quien tú desees. No todos son invitados por su habilidad mágica. Un balance de energías son las mejores protecciones de un hogar. El profesor Flitwick puede crear la más intrincada red de magia para proteger tu casa, no por nada es el profesor de Encantamientos. El profesor Snape ofrece no sólo su muy poderosa magia, sino también su profundo conocimiento de la magia oscura, combinado con el deseo de protegerte. Puedes invitar a alguien sólo por lo que dicha persona represente para ti—.

Harry pensó el asunto un buen rato, bebiendo té con Albus en un cómodo silencio. Cuando posó sobre el escritorio su taza vacía, expresó su decisión.

Death Eater Takes A Holiday - Lee Lee PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora