Capítulo 04.- Incluso Las Hadas Vuelan Derecho En El Viento

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—Supongo que las presentaciones no fueron tan bien como esperabas— habló Sev finalmente, rompiendo el silencio. Harry hizo una mueca de dolor ante la elección de palabras.

—Te lo dije, la esperanza y yo no somos amigos— contestó, sacudiendo la cabeza con tristeza—. No, la presentación no fue lo que pensaba que sería. Nos conocemos; de hecho, te he conocido por años. Lamento si no te reconocí antes, pero... Ninguno de nosotros hizo nada que el otro no quisiera, ningún daño se ha hecho. No se lo diré a nadie— terminó su ensayado discurso, con un suspiro.

—¿Eso es todo? ¿Tú lo decidiste? Dijiste que la próxima semana seguiríamos si yo quería estar contigo. ¿Qué te hace estar tan seguro de que no querré verte de nuevo? — inquirió, indignado.

—Oh, no te preocupes, me verás. Sólo espero que, cuando lo hagas, no me mates. ¿Ves lo que has hecho? Conseguiste que esperara algo otra vez— dijo el Gryffindor con sarcasmo.

—Dado que es seguro que te mataré, no haría daño si conversamos, ¿verdad? —.

Harry encontró que le resultaba difícil permanecer en su actitud mientras Sev estaba devolviéndole el sarcasmo. Y también tenía un punto; lo que fuera a suceder el lunes, no haría más que empeorar si era grosero con Snape el resto de la semana.

"Demonios", pensó. "Y es solo el primer día"

>>Tienes hambre, ¿verdad? ¿Quieres bajar a las cocinas y birlar algo de comer? — preguntó Sev, mirando alrededor para comprobar que nadie escuchara. Harry se veía impactado ante la sugerencia de que rompieran las reglas. Esto debía ser lo que Ron tuvo en mente.

—¿Cómo supiste que estaba hambriento? —.

—Te observé en la cena y comiste lo mismo que yo—.

Harry asintió; era cierto que ahora tenía hambre. Había estado demasiado preocupado antes de la cena. Ni siquiera podía decir por qué ya no estaba preocupado, pero disfrutaba estando con Sev. Le dolía la cabeza sólo de pensarlo. Le hizo una seña para que lo siguiera arriba, a su dormitorio.

—No regresaremos antes del toque de queda, así que será mejor que tomemos algunas precauciones— dijo, hurgando en su baúl. Sev esperó a que encontrara lo que estaba buscando, en un baúl que parecía contener una tonelada de objetos.

—¿Es tuyo todo lo que tienes allí? — comentó jocosamente.

—Sí, es todo lo que tengo. Cuando me gradúe, iré directo desde aquí a mi nuevo sitio—.

Parecían muchas cosas para un solo baúl, pero no tanto como para ser todo lo que se poseía, pensó Sev antes de ver algo especial en la mesilla de noche de Harry, algo que no había notado con anterioridad.

Era una condecoración de la Orden de Merlín. Grabado en dorado, se leía 'Sirius Black'. Se encontraba en una caja forrada de terciopelo púrpura.

>>Ya la hallé, ¿nos vamos? — dijo Harry, sacando una brillante capa del baúl. Sev quedó con la boca abierta—. Hay un sitio esperando por nosotros allí abajo, sólo tenemos que evitar a Filch— terminó, casi riendo al pensar que no tendría que preocuparse porque lo atrapara Snape.

Casi recorrieron sin problemas todo el camino hasta las cocinas. Cuando llegaron al rellano de un tramo de escaleras, encontraron a Filch, que rodeaba una esquina murmurando incoherencias sobre Peeves y un cubo. Retrocedieron para encontrarse con que las escaleras se habían movido. Se vieron obligados a esperar hasta que Filch secara el agua del piso. No podían arriesgarse a pasar y dejar sus huellas. Harry retrocedió un paso cuando la mopa se acercó peligrosamente a sus pies, sofocando un grito de asombro mientras presionaba contra Sev. Podía sentir la respiración del otro sobre su nuca, y se preguntó si lo estaría haciendo a propósito. Le resultaba demasiado difícil pensar con esa boca tan cerca de su piel.

Death Eater Takes A Holiday - Lee Lee PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora