Capítulo 60. - Refugio De Sanadores

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Severus tomó el asiento más alejado, como era habitual. Harry reprimió la risa cuando Albus ofreció té pero nadie aceptó.

—Poppy necesitó atender a un estudiante con una herida leve; llegará pronto con la historia médica de Harry —el director se sirvió una taza de té, ignorando las miradas que intercambiaron Kieran y Severus, como si cada uno estuviera retando al otro a tomar su té—. ¿Quizás mientras aguardamos, Kieran pueda contarnos más acerca de los resultados de la evaluación de Harry? —observó al sanador vestido de blanco con expectación—. ¿Cuánto tiempo dices que llevó esto? —preguntó, sabiendo que Kieran no lo había explicado.

El aludido contó sus dedos por un momento antes de responder.

—Diría que desde el traslador hasta Snape, alrededor de siete horas, más o menos —sonrió a su amigo—. Él lo hizo bien, se necesitó una gran cantidad de castigo antes que, eventualmente, proporcionara un poco de información para establecer la reacción de ellos. Justo como conversamos la semana pasada —la última información la agregó mirando a Harry con un asentimiento de complacencia.

—¿Y cuál fue esa reacción? —Albus le preguntó directamente a Harry, quien había permanecido modestamente callado.

—A ellos no pareció importarles que luego de horas de tortura, finalmente les hubiera contado algo. Si a ver vamos, la mayoría del tiempo yo ni siquiera estaba seguro de lo que estaban preguntando. Las preguntas eran vagas, e incluso una vez que contesté a la primera, las maldiciones no disminuyeron. En ese punto, imaginé que sólo estaban agotándome antes de entregarme al Señor Oscuro —pasó la mano por su hombro pensando en el mago que había empuñado tan expertamente un cuchillo. Se sentía agradecido por la ropa limpia que tenía guardada en su habitación de la torre.

—Tampoco delató al espía —Kieran sonrió de oreja a oreja—. Yo pensé que cuando quedaras a solas con Snape y él lanzara los hechizos de silencio y cierre de la puerta, descubrirías su tapadera. Por cierto, Snape —se giró hacia su amigo—. Fue maravilloso. Cuando nuestro Snape se quitó la máscara, Harry le observó, impactado, y te maldijo una y otra vez por traicionar a Dumbledore. Yo estaba listo para admitir que habíamos conseguido el objetivo del día cuando él te golpeó —Kieran se echó a reír, apoyando la mano en el apoyabrazos de la silla de Snape. Severus no estaba tan contento de que Kieran se divirtiera a su costa, pero se sentía orgulloso de su entrenado/amante. No se había dado cuenta que Harry había sido 'probado' durante tantas horas antes de que llegara a los aposentos de Albus. Eso explicaba el que su pareja hubiera saltado ante su toque.

Los cuatro magos se levantaron cuando Poppy entró en la oficina. Ella sonrió en agradecimiento ante el gesto.

—Ah, Poppy, ¿una taza de té? —preguntó Albus con cordialidad, e inmediatamente comenzó a servirle. Ella le miró con recelo—. ¿Qué tienes para nosotros? —preguntó, al ver que traía algo más que la historia médica de Harry.

—Traje historiales médicos de estudiantes antiguos que han mostrado señales de capacidades de sanación o una inexplicable resistencia a la enfermedad—.

—¿Puedo? —Kieran tomó las historias ofrecidas y les dio un vistazo. Las carpetas marrones contenían registros de varios estudiantes con situaciones similares. Kieran las hojeó de nuevo, buscando el nombre de Harry—. ¿Trajiste los registros de Harry? —preguntó, al no ver más carpetas, y notando que la mayoría de las que sostenía eran muy antiguas.

—Ah, sí, aquí está —contestó la bruja con una sonrisa descarada, apartándose para revelar la caja que había traído levitando detrás de ella, y la dejó caer en el regazo del mago. La caja estaba originalmente etiquetada por el fabricante como Abastecimiento de papel para el Ministerio: 200 sobres, triple grueso, material pesado... Las palabras habían sido tachadas y abajo se había escrito Harry Potter, con un ordenado garabato. También se había incluido un hechizo estándar como advertencia ante cualquier persona no autorizada que quisiera abrir los documentos.

Death Eater Takes A Holiday - Lee Lee PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora