Capítulo 22.- Descubrimientos Impactantes Y Una Taza De Té Rota

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Severus bajó la llama para comenzar el proceso de enfriamiento de la poción contra el dolor que estaba preparando para Harry. Estaba molesto por haberse demorado tanto. La inesperada reunión con Albus había durado cerca de una hora; al menos habían conversado sobre cuáles Mortífagos eran una amenaza mayor que otros. De esta forma, Malfoy senior pensaría que había conseguido hacer su trabajo, pero en cambio, el Ministerio permitiría que se escaparan sólo los menos peligrosos, para asegurar que unas cuantas personas importantes del círculo interno de Voldemort, consiguieran el beso del dementor.

"Y como si no fuera lo bastante tarde, Albus consiguió asegurarse de que me detuviera en las cocinas, de camino a mi habitación. Eso es lo que consigo por ser tan goloso", reflexiono, sabiendo que el anciano estaba haciendo todo lo posible para lograr que Harry y él empezaran a ser amigos.

Por alguna razón, no le gustaba demasiado hacer la poción contra el dolor. Le ponía de mal humor cuando la elaboraba para madame Pomfrey; pero Harry era diferente, más sabiendo que le ayudaría con sus ataques, o lo que fuera que le pasaba. Pensaba que era obvio que la razón para que fuera sacado de la enfermería aquel día, era para mantener el secreto de Harry, acerca de cualquier tipo de dolencia que estuviera sufriendo. Se sintió tentado a convocar la historia médica del chico. Como maestro de Pociones, tenía derecho a revisar el archivo médico de cualquiera, para ver si tenían algún riesgo en clase, debido a enfermedades o alergias que pudieran ser agravadas por los vapores o el manejo de ciertos ingredientes. Nadie lo cuestionaría si lo hiciera, pero sentía que eso sería invadir su privacidad, ya que sólo deseaba averiguarlo por su propia curiosidad. Harry le había dejado claro que deseaba tener una oportunidad de conocerlo, y probablemente le contaría si le preguntaba. Entonces, recordó la reacción de Granger ante su ignorancia sobre el tema.

"¿Por qué estaba tan convencida de que yo lo sabía? Quizás asumió que yo sé a qué van destinadas todas las pociones que entrego a Pomfrey. Ciertamente, nunca me interesó a dónde iban. Sólo que ella parece ser terriblemente oportuna con sus pedidos".

Entonces se dio cuenta; ésa era la razón de que odiara hacer la poción contra el dolor. Siempre estaban sincronizados; cuando ella la necesitaba, él estaba demasiado cansado u ocupado para lidiar con trabajo adicional.

Sev se dio cuenta que había estado perdido en sus reflexiones por tanto tiempo, que la poción ya estaba fría. La envasó en viales que luego introdujo en una bolsa, y convocó a un elfo doméstico. En segundos, se escuchó un chasquido, y una asustada elfina se paró delante del intimidante profesor.

—¿Quién eres tú? —preguntó el mago, frunciendo el ceño. La elfina retrocedió un paso.

—¿Disculpe, señor? —chilló como respuesta.

Severus tenía poca paciencia con esas criaturas, y menos cuando se confundían ante una pregunta perfectamente simple.

—Estaba llamando a Dobby, ¿acaso eres él? —empezó a dar golpecitos con el pie, lo que sólo sirvió para poner más nerviosa a la recién llegada.

—No... no, señor — contestó, agitando las pestañas—. ¿Le gustaría que consiguiera a Dobby para usted, señor? —.

—Sí, de inmediato —dijo, cortante; ella partió rápidamente.

Una vez limpio el lugar de trabajo y los ingredientes guardados, Sev revisó su reloj una vez más. Parecía que había pasado una eternidad desde que había mandado salir a la elfa. ¿Dónde estaba? Otros quince minutos y se escuchó un nuevo chasquido.

—¿Dobby? —,

—No, todavía soy Effie, señor, lo siento —se disculpó—. Dobby está ocupado con el profesor Dumbledore, señor—.

Death Eater Takes A Holiday - Lee Lee PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora