[FANFIC - NARUHINA] REGLAS

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Vendetta

*CAPITULO NO CORREGIDO.
DISCULPEN LOS ERRORES EN LA REDACCIÓN

Nunca más ron. Joder, nunca más una pizca de licor. Nunca más nada. Primera nota mental: Nunca más salir con un Philanderer; son demasiado irresistibles en el baile; Segunda nota mental: Nunca más beber alcohol; Tercera nota mental: Nunca más vuelvas a Nueva York.  ¿¡Por qué no podré ser mas tolerante al trago!? Lo peor que me podía pasar era que Naruto me viera borracha. Ahora de seguro va a establecer una nueva regla: Las mujeres no tienen permitido beber alcohol en mi solemne e irresistible presencia de macho dominante o algo así. No, espera. Algo peor: Hinata es una ebria y yo no salgo con ebrias. 

No se que es peor, si el dolor de cabeza y el ardor de estómago que tengo en este minuto o el no recordar absolutamente nada desde que me subí al auto y vi esa botella de ron. Pero, en realidad ¿Que más da? Le puedo echar la culpa al estrés así como los hombres le echan la culpa a la mala relación con sus esposas, falta de dinero e incluso falta de sexo. Después de todo, el Philanderer me explota en la oficina y me estresa más que la profesora lunática de Medicina Legal. 

Luego de estar todo un viernes en cama, tratando de no pensar en las posibilidades que habían de que mi corazón haya hablado demasiado, pasé los siguientes días estudiando para mi certamen de Derecho Internacional acompañada de cuatro litros de agua sin gas y un kilo de efervescentes para el dolor de estómago. Las relaciones internacionales y las organizaciones a nivel mundial eran lo más importante a considerar en esta pasantía. Después de todo, a eso había venido. La beca era una especialización en esa área con la posibilidad de tomar otras asignaturas optativas como lo hice con Medicina Legal, Derecho Penal, Procedimientos o Derecho Tributario — El peor error de mi vida después de Toneri — Llegando a Cambridge tendré que hacer una tesis final acerca de lo aprendido para obtener un Máster en Derecho Internacional. Pero, lo que más he hecho en estos dos meses ha sido descerebrar mi cabeza por Naruto, romper mi corazón en mil pedazos, ir de Shopping y estudiar otras asignaturas poco relevantes para el examen final de Inglaterra. No me quejo, a sido fenomenal. Pero, lamentablemente, se me habían acumulado un sinfín de contenidos para éste ramo y ahora, tenía tan sólo unos días para prepararme mientras las nauseas y el reflujo de todo el agua que bebo sube por mi garganta una y otra vez.

El día sábado hablé con Sakura-chan acerca de lo que había pasado con Hidan — aunque Ino ya le había contado todo— y sólo se limitó a darme respuestas monosílabas: «Ah. Sí. Hm. Ajá. Tonta.»  Pero, luego de veinte minutos de llamada, me encontró la razón acerca de mi decisión. Aún así, creo que debo ser aterrizada y seguir en mi vida de «perfección» y «sueños utópicos». 

La noche del domingo, después de reventarme el cráneo tratando de recordar lo que había ocurrido, me determiné a una sola cosa y hablé frente al espejo del baño sin quitar la mirada de mi propio reflejo: «Te irás a Inglaterra en cuatro meses   — Si Naruto me aprueba la práctica —  y todo este huracán de emociones acabará apenas pises Europa. No más reglas. No más intento de príncipe azul. No más idealismos. No más intentos por tratar de entrar al corazón de alguien.»  Creo que es mejor amar en secreto que ser rechazada. Y, cuatro meses no es nada. Puedo tolerar estar cerca de él unas cuantas semanas más sin decir nada. Será fácil, aumentaré mi carga académica para pasar menos tiempo en la oficina y me limitaré a respetar sus reglas. Por primera vez, las agradecía. ¿Suena fácil, verdad? Él sólo pisar otra tierra que no sea el suelo americano del Tío Sam, me hará olvidar en un santiamén lo que siento por el rubio playboy. Esa era mi meta ahora. A partir de esta nueva semana, lograría evitar a toda costa estos sentimientos. ¡Por Dios! Seré abogada, debo ser firme ante mi razón. ¡La razón por sobre el corazón!