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—Atención pasajeros, se inicia el cierre de puertas. Próxima estación: Séptima Avenida-Broadway: Universidad de Columbia—Se escucha la voz de una mujer a través de los parlantes. 

Odio el metro. 

Odio este aire.

Odio los yanquis.

Odio a Toneri.

Estoy realmente hastiada del viaje, del nuevo país, de mi maldito ex novio y de mi mala cabeza para tener una relación con alguien tan patán. Vale, también debería darle una reprimenda a mi corazón por enamorarse de alguien tan desgraciado. Aunque enamorarse es una palabra muy grande... Como sea, todo apesta. 

Apenas unas horas en Nueva York y ya quiero que los meses pasen rápido para volver a Inglaterra. Solo espero no terminar siendo como uno de esos de American Pie. Todo es distinto aquí, desde el paisaje, el volante del automóvil hasta el agua del inodoro. 

Fue hace menos de dos semanas cuando supe que tendría que abandonar todo para cumplir con una pasantía que nunca pedí. 

Dos semanas. 

Me pregunto que hubiese pasado si no hubiese estado en ese lugar aquel día. 

A veces, estamos en el lugar correcto pero en el momento incorrecto. Vaya ironía. 

—Y por último, demos un gran aplauso a ... Hinata Hyuga ¡Felicidades! Has quedado seleccionada como pasante Universitaria en la Univerisdad de Columbia —dijo el presentador desde el plató. 

Recuerdo que me asombré. Abrí los ojos como plato y le dije al señor al que le estaba sirviendo vino: «Jamás pensé que podría encontrar a otra Hinata Hyuga. El mundo es muy pequeño ¿verdad?» 

El hombre barbudo asintió. Por su placa me enteré que era una autoridad de la facultad de administración. 

Me había ofrecido para trabajar de mesera en el evento de premiaciones y reconocimientos a los mejores estudiantes de Cambridge. En ocasiones, me gustaba asistir y ganar un poco de dinero extra. Jamás creí que sería un evento concertado maléficamente para mi. 

Cuando levanté la cabeza, todos los ojos estaban puestos en mí. Bajé la mirada hacia mi escote, tal vez la camisa se había abierto como pasó en medio de una exposición hace meses atrás; aunque en aquella oportunidad el profesor de Derechos Civiles no parecía para nada enfurecido.  

Pero no era eso. 

—¿Qu-que está pasando?—balbuceé. 

—¡Hinata!—gritó Kiba, mi amigo de la infancia—¡Deja la maldita bandeja y anda a recibir tu premio! ¡No seas mal agradecida! —farfulló. Abrazó mi cadera y me quitó el mandil. 

Tenten le seguía detrás, también reprochando:

—¿No se suponía que debías venir elegante para esta ceremonia? —Me arrebató de un tirón la bandeja de las manos. —¿¡Si postulaste a una pasantía porque vienes a trabajar!? ¿¡Tan poca fe te tienes!? ¡Eres la mejor estudiante de leyes! —siguió. Desarmó la cola de cabello y mesó mi cabello, como si fuese a presentarme a un espectáculo de modas. Señaló hacia el escenario — ¡Ahora ve, rápido, camina! ¡Te están llamando!

[FANFIC - NARUHINA] REGLASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora