Diez segundos
*CAPITULO NO CORREGIDO.
DISCULPEN LOS ERRORES EN LA REDACCIÓN
Menma no quiso decirme nada y no lo hizo hasta cuando ya era imposible remediar algunas cosas. Las enfermeras guardaban sus secretos y sólo me dirigían la palabra cuando tenía que responder los controles médicos, a fin de cuentas lo único que sabía era que la operación sería al otro día y esa noche... Dios, esa noche debía haber sido eterna. Esa noche debía reflexionar sobre lo bueno que la vida había sido conmigo, sobre los fracasos que me ayudaron a crecer, sobre lo que no alcancé a hacer para luego pensar en todo lo que hice, debía reflexionar acerca del valor de vivir, de cuanto perdemos pensando en lo que ya no se puede cambiar o solucionar, debí pensar en la vida eterna, en el cielo o en el infierno, en mis deseos más escondidos, en mis sueños que debía dejar escritos a Neji o a Sakura y seguir toda la línea de pensamientos que tienes cuando estas a punto de enfrentarte a una posible muerte. Pero, como dije, debió haber sido así, pero no lo fue... Esa noche no fue ni eterna, ni reflexiva ni pasiva.
—¿Hinata? —Escuché un susurro. No me había percatado siquiera del sonido de las bisagras abriéndose, sólo escuché eso. Un susurro... —¿Estás despierta?
Volteé mi cuerpo apoyando todo mi peso en un codo. La luz de la habitación se encendió y mi única reacción fue un pestañeo fuerte para fingir la calma que me faltaba en esa noche de neblina y frío.
Era Menma. Estaba de pie apoyado en el umbral de la puerta con las manos hundidas en los bolsillos de su bata blanca, su pie derecho tamborileaba contra el suelo blanco y sus ojos insinuaban malas noticias.
—¿Vienes a darme de comer?—Bromeé
—No puedes comer nada hasta la operación.—contestó con voz tosca, directa y sin rodeos. Le sonreí tras un breve silencio que él se encargó de romper—Lo siento, no pude cumplir mi promesa. Esa promesa—enfatizó.
Algo se fundió en mi interior. Un revoltijo de pensamientos volaron por la habitación, busqué su mirada y cuando la encontré sólo me la esquivó, volteó su rostro y miro hacia el pasillo haciendo un gesto con la cabeza.
Sentí como los músculos de mi cara perdía fuerza, como algo en mi se desfiguraba, como la sorpresa comenzaba a tomar forma en mi rostro, sentí como volvía a ser débil cuando lo vi a él, detrás de Menma. Su rostro siendo acunado por la luz cálida y entrando a la habitación con cautela, con un rostro amargo, tenso, triste, afligido. Un rostro que ni los sinónimos alcanzan a cubrir a cabalidad.
Tenían los mismos ojos, pero distintas formas de mirarme... Y esa mirada, su mirada, la forma en que me hablaba a través de sus pupilas, nunca se borró de mi mente. Nunca.
Menma se hizo a un lado dándonos a Naruto y a mí un espacio que se extendió por horas. Cuando la puerta se cerró detrás de él no dijimos nada por minutos. Me senté en la cama y abracé mis rodillas buscando mi refugio. Naruto estaba ahí, de pie a un costado de la cama con su chaqueta humedecida por el frío londinense y las mejillas agrietadas por tanto invierno. Sentí culpa por eso... Y por muchas otras cosas.
Nunca pensé que llegaría.
Nunca.
... Al menos no a tiempo.
Escuché mi propio soniquete dentro de mi mente: No-digas-nada. Pero parece que cuando estás enamorado tienes alguna especie de conexión telepática con tu pareja, porque él no se demoro en hacer la pregunta que no quería contestar bajo ninguna clase de tortura, aunque el tenerlo ahí ya era bastante.

ESTÁS LEYENDO
[FANFIC - NARUHINA] REGLAS
Fanfiction[HISTORIA GANADORA CATEGORÍA FANFIC EN LOS CRAZY WRITER AWARDS 2018] "Desde el día que te conocí rompiste las reglas, Hinata. Aquellas que regían mi vida. Rompiste mi mundo y lo volviste armar al son de tu corazón" Uzumaki Naruto es un joven y excén...