[FANFIC - NARUHINA] REGLAS

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Promesas

*CAPITULO NO CORREGIDO.
DISCULPEN LOS ERRORES EN LA REDACCIÓN

—¡¡Los hombres son el problema!! ¡¡Los hombres y su puta testosterona!! ¡Son especímenes que aún no se han desarrollado completamente!—gritó Sakura-chan golpeando la mesa, como si tratase de matar mosquitos invisibles que sólo ella podía ver. 

—Se quedaron demasiado atrás en la cadena de evolución, entre el Australopithecus y el Homo habilis. —habló Ino luego de llevar un poco de helado a su boca y arrugar un poco la nariz. 

—¡Tonta debe ser mi apellido! ¡Estúpida! ¡Despechada! ¡Hinata, la despechada! —exclamé al cielo, dejando caer mi rostro en mi brazo que estaba estirado en la mesa mientras mi rodilla derecha bajaba y subía.

—Lo peor que puedes hacer es decirte a ti misma despechada. Pensemos que de seguro tuvo sus razones para decirte que no.

—Frentona, no le dijo que no, la rechazó. Eso es peor. —Me apuntó con la cuchara de helado, salpicando un poco en mi rostro. 

La insulte en mi mente ¿No se supone que en estos casos tus amigas te consuelan con abrazos y palabras dulces? 

—¿Quieres ayuda o hacerla sentir peor?

—¿¡Por qué estamos en un café!? —pregunté al levantar la mirada con el ceño fruncido. —Deberíamos ir a una disco y reventarnos en alcohol y hombres guapos...  

 Quería hacer algo que me sacara de las casillas pero a la vez, quería ir y darle un beso a ese idiota que me tenía con el corazón flotando en algún lugar del espacio.

—Porque es día domingo a las cuatro de la tarde. Y tu no toleras el alcohol, eso todo el mundo lo sabe.

—¿Quieres que te haga ligar con el camarero de culo bonito de allá?—Ino apuntaba a todo el mundo con su cuchara de helado, incluso al camarero que nos había atendido. Fue todo un reto, me esforcé por no voltear y mirarle el trasero. No estaba en una relación pero de imaginar haciéndolo creo que me sentía infiel. 

—¡Oye, Ino! Hinata no ha dejado a Naruto. 

—¿Qué? La pregunta aquí es ¿Están juntos o no?—preguntó inclinándose en la silla y cruzándose de brazos. 

—¡No lo se! ¡Sí! Si lo estamos. Bueno, creo. 

—¿Son novios, entonces?

—Sí, osea no. Digo, sí pero no. Somos novios sin el título de novios ¿Vale? —Acuné la taza de té entre mis manos, tratando de calentarlas por el frío pero también para que nadie notara el temblor que me generaban sus preguntas. 

Una vez leí un versículo en la Biblia que decía que teníamos que amar al amigo en todo tiempo porque es como un hermano en los tiempos de angustia. Pero, en esta situación, creo que son mis enemigas porque me sentía mucho peor a como estaba anoche.

—¡Maldición, Hinata! No me gusta para nada él. Insisto ¿Por qué no te quedaste con Hidan y ya? Ese hombre sí que valía la pena era la encarnación de Romeo en el siglo XXI. 

Me tragué las palabras, no quería responder a lo de Hidan. 

—Pero es decisión de ella, no tuya. Además, tu estás saliendo con el chico de artes ¿no? Nadie se ha metido en tu relación.

—¿Sales con Sai? —pregunté con mis ojos casi fuera de sus órbitas. 

—Sí. Pero el es un amor, no es un puto.