[FANFIC - NARUHINA] REGLAS

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¿Huirás?

*CAPITULO NO CORREGIDO.
DISCULPEN LOS ERRORES EN LA REDACCIÓN

Raymond no dejó que Hinata sea trasladada de inmediato, solicitó a Menma esperar un mes y, al final, terminaron pactando un plazo de tres semanas para su recuperación total y luego ser llevada a Londres de forma particular, pero con ciertas exigencias médicas. Eso era lo que Menma tenía para decirme, el donante no era más que un «posible» donante.  Alguien a quien mi hermano le había echado el ojo apenas había pisado el hospital de Londres y que, creía, podría servir de donante si moría. Algo cruel desearle la muerte a esa persona, pero era lo que todos queríamos. 

El mismo día que Menma me dijo lo del trasplante, corrí hacia la sala de espera y grité a todo pulmón que había un corazón para Hinata, nos echaron-ttebayo... a todos. Pero, aún cuando estuviésemos congelándonos fuera de las puertas del hospital, las ansias de verla y contarle la buena noticia no nos movieron de ahí. 

Sakura y Tenten se turnaban conmigo para pasar las noches en vela aunque Hinata insistiera que no fuese necesario nadie quería dejarla sola. Luego de tres días, la sacaron de cuidados intensivos y la llevaron al piso de cardiología. Todos nos esforzamos para levantarle el ánimo, pero pareciera que nada daba resultado, ni si quiera la fiesta  que le habíamos organizado al quinto día. Mientras estaba dándose una ducha con ayuda de la enfermera nos encargamos de decorar la sala con globos dorados, un perro de peluche grande que Neji había comprado apostando todo su dinero a que su prima lo amaría—pero quien lo amó fue Sarada, por lo que Hinata se lo tuvo que regalar y Neji perdió la apuesta conmigo—y un pastel de chocolate para comer entre todos. 

—¡Hubieses visto la cara de Naruto cuando llegó a contarnos lo del trasplante! —le decía entre carcajadas Tenten mientras acercaba una porción a Hinata, quien estaba reclinada en su cama con su espalda apoyada en la marquesa de la cama. 

—¡Tiene corazón! ¡Tiene corazón! ¡Tiene corazón!  —Gritaba Sakura levantando los brazos y corriendo por la sala imitando cada uno de los gestos que hice ese día e incluso del tropezón que me di con una silla que no vi por andar gritando como un idiota-ttebayo. 

—No lo imites o se te pegaran las costumbres—terció Sasuke a lo que Hinata respondió con una carcajada.—No estoy jugando, me cuelgo de las pelotas si empiezas a actuar como él. 

¿Sabes que es lo peor de todo esto? No es la enfermedad, es lo que no se dice de ella y eso lo aprendí con los días que estuve con ella en ese hospital. Hinata ya me había ocultado cosas una vez y creo que eso me daba el derecho para desconfiar de su conducta tan extraña, digo ¿Quién no se pondría feliz con una noticia como esa? No estamos hablando de un riñon, estamos hablando de un corazón... un corazón que alargará la vida. Lo que no me percaté en ese momento—ni todo el tiempo que estuve en Cambridge— es que todo parecía muy fácil, muy rápido, muy de ensueño... Pero sólo los cuentos de niños son así. El amor puede volverte tan estúpido, que te olvidas que también puede ser despiadado y desgarrador, pero nadie te dice que el amor tiene dos facetas ¿no? ¿Quién querría arruinar la magia? Supongo que nadie, todos queremos vivir ese encantamiento, pero cuando te das cuenta que es eso... sólo un hechizo que te hace prometer y soñar con cosas que sabes que, tu verdadero yo, ese que has enterrado y descuidado por la otra persona, no haría. 

—¿Te gustó la torta? Neji la escogió.—preguntó Tenten sentándose en el regazo de su esposo. 

—Hm, sí—Confirmó con su cabeza—Muchas gracias, parece una fiesta —murmuró con un pequeño tono rosa en sus mejillas.