12. Humillado

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POV Bill

Sentí algo de presión encima. ¿Y ahora qué estaba pasando? Lo último que recuerdo es que Tom me había mandado a dormir al sofá porque no quise acostarme con él. Cabrón, qué cara tenia. Sentí como una mano me tapaba los ojos, intenté gritar.

-Cállate..- Tom estaba encima tapándome la boca y a juzgar por su cara no tenía buenas intenciones.- Te ofrecí que te acostaras conmigo por la buenas y lo rechazaste... Así que vamos a hacerlo por las malas. ¿Te va lo duro verdad? ¿Eres masoquista Bill?

Se me escapaban las lágrimas sin control . Este no era Tom, no podía serlo... Su mirada era muy fría. Me dio la vuelta agresivamente bajándome el pantalón y por el crujido supe enseguida que se habían roto.

-¡PARA! ¡NO LO HAGAS!- Era inútil luchar contra él ya que era mucho más fuerte.

Me hacía mucho daño, me penetró a lo bestia, el dolor era insoportable pero no tenía fuerzas... Había sido un hijo de puta pero no me merecía esto. Sentía la sangre escurrirse por entre mis nalgas... Dios, me estaba destrozando.

Grité todo lo que me permitió la garganta sintiendo cómo Tom se corría con fuerza en mi interior.

Cuando Tom me quitó el cuchillo de las manos estaba reviviendo el sueño... Había sido una horrible pesadilla y no podía dejar de llorar. ¿Hasta este punto me estaba empezando a afectar todo? Casi le clavo un cuchillo... Pero en el sueño me había hecho tanto daño y parecía tan real que se me fue la cabeza.

Tom no dejaba de gritarme cosas que no entendía, estaba aún en shock. No sé cuánto tiempo estuvimos después en silencio pero él fue el primero en hablar.

-¿Me lo vas a contar? -no me moví, ni siquiera le miré. Vi como resoplaba y se acercó más a mi.

-¡No te acerques!- estaba entrando en pánico de nuevo. No quería tenerlo cerca no quería, aunque solo fue una pesadilla, nadie me puede asegurar que no lo intentaría... Me había hecho chupársela... Podría hacerlo, podría obligarme a hacer mas cosas que no quería.

-¿Pero qué dices? Anda ven aquí, mira que cara tienes. -cuando intentó agarrarme la barbilla, le pegué un manotazo.

-¡No me toques! Tú... Tú me harás daño, no quiero que me toques, no quiero... Por favor, no me obligues...

-Pero qué dices, Bill...-me estaba mirando con cara de flipado...- No te voy a hacer daño... Así que es eso... No me jodas, ¿quién te crees que soy? Vale que quiero vengarme y tal, pero nunca te haría eso... No podría... Las violaciones me dan asco Bill, así que joder... ¿Por quién me tomas?

La verdad es que me tranquilizó un poco. Si decía que no me iba a violar es que no lo iba a hacer. ¿Verdad?

-Vamos a dormir... Es tarde y hay que madrugar...

Se metió en la cama. Yo me levanté y me dispuse a ir hacia el sofá otra vez. Pero me llamó.

-Bill... Puedes dormir aquí esta noche- cuando le miré, me estaba observando dejándome un hueco en la cama y abriendo las mantas para que pudiera meterme. No dije nada, simplemente me tumbé a su lado y nos tapó a los dos. Tardé un rato en dormirme y más aún cuando sentí los brazos de Tom rodearme en un cálido abrazo totalmente dormido.

Al día siguiente cuando desperté, Tom no estaba a mi lado. Me había dejado dormir un poco más. Después de ducharme salí a la playa pero ni rastro de Tom.

¿Y si me había abandonado otra vez? No, no creo...

Me senté en la orilla metiendo los pies en el agua... Tenía la temperatura perfecta. Me apetecía mucho darme un chapuzón. Me quité la ropa y me metí. Dios, qué gusto, estaba templada. Nadé un poco y cuando me cansé, me senté en unas rocas que había para tomar el sol. Cómo quemaba... Mejor me iba, a ver si por hacer el tonto me acababa quemando.

Against the oddsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora