21. Rescate

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Sé que dije que los publicaría el domingo, pero... No he podido resistirme :P Este es el último capítulo de la primera temporada. Pronto tendréis noticias de la segunda. Espero que os guste <3

POV Tom

Estuve unos días cuidándolo y estábamos genial los dos. Bill iba mejorando y yo cada vez estaba más contento. Habíamos salido a dar un paseo, pero habíamos vuelto porque Bill tenía mala cara.

-¿Te encuentras bien? ¿Estás muy cansado?

-Un poco. Creo que voy a dormir un rato. -asentí y le ayudé a llegar a la cama.

-Yo voy un momento a por algo de comer. No queda nada. -asintió y en seguida se quedó dormido. Me fui a la playa a ver si había caído algún pez en las trampas. No había caído ninguno. Pero de repente vi un barco a lo lejos. Estábamos salvados. Empecé a gritar en inglés.

-¡HEEEEELP! ¡HEEEEEEP! -parece que los del barco nos oyeron porque vi el barco dirigirse a la playa. Unos minutos después, el barco atracó y bajaron varios hombres vestidos de militares. Miraron una foto y me miraron a mi. Hablaron en alemán.

-¿Es usted Tom Trümper?

-¡Sí! -grité emocionado- ¿Han venido a sacarnos de aquí?

-Sí. Llevamos meses buscándole. Estábamos a punto de abandonar la búsqueda. ¿Está con Bill Kaulitz?

-Sí. Está en una cabaña. Acaba de recuperarse de fiebres muy altas. Espérense que recogemos todo y venimos los dos.

-No se preocupe, les ayudaremos -asentí y emprendimos el camino. Yo estaba que no cabía en mi de alegría. Vería a Gustav y a mi familia. Pero de repente... Caí en una cosa que hizo llevarse toda la felicidad que sentía de un plumazo. Íbamos a volver a Alemania. Yo no podría volver al barco y tendría que volver a Magdeburg con uno o dos trabajos de mierda. Bill volvería a su vida, a su mundo... Tan diferente al mío. Cada uno por su camino. Como si estos meses no hubieran ocurrido jamás...

Sentí un vacío en el pecho. Me sentía triste, mal y jodido. Pero era absurdo aferrarme a él. Él no me quería, ni me querría nunca. Pertenecemos a mundos distintos. Si yo insistía en quedarme con él solo parecería que quiero su dinero. Me limpié una lágrima y decidí poner tierra de por medio. Al fin y al cabo, mi lugar no era junto a él. Entramos a la cabaña y fui a despertar a Bill con mucho cuidado.

-Bill, precioso -se despertó desorientado- Nos han rescatado. Nos han venido a buscar. Nos vamos a casa... -Por primera vez en mi vida, sentía que "casa" no era Alemania, sino esta cabaña en esta isla. ¿Pero qué iba a hacer? ¿Quedarme ahí solo? Era absurdo. Bill lo oyó y se levantó de golpe. Le sujeté para que no cayera al suelo- Ten cuidado, estás convaleciente -estaba sonriendo y parecía muy emocionado. Vio a los militares y se lanzó a sus brazos.

-¡Estamos salvados! -gritó- ¡Muchísimas gracias! -dijo y se puso a recoger todas sus cosas, emocionado. Recogí lo poco que tenía en la maleta y esperé a que él acabara. Los militares cargaron nuestros equipajes para que yo pudiera ayudar a andar a Bill hasta la playa.

En la playa, nos subimos al barco. Acabamos en el aeropuerto de Malé. Los militares compraron billetes de avión a Frankfurt con dinero que les habían dado los padres de Bill y pudimos llamar a nuestras familias. Me dejaron unas monedas y llamé con un teléfono del aeropuerto. Al primer lugar al que llamé fue a casa. Sonaron tres señales cuando mi madre contestó al teléfono.

-¿Si? -preguntó. Tenía una voz de absoluta demacración. Más que nunca.

-¡Mamá! ¡Soy Tom! -se oyó silencio al otro lado de la línea. De repente, oí un sollozo.

Against the oddsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora