11. Sorpresas en el trabajo - Temporada 2

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POV Tom

Salimos de casa dirigiéndonos cada uno a nuestro trabajo. Me daba pena separarme de él pero es lo que tocaba. Fuimos juntos andando hasta el límite del barrio. Allí Bill se empeñó en coger un taxi pero yo me negué a subir con él porque no quería que me pagara más cosas. Él aceptó demasiado rápido como para no ser sospechoso, aunque en ese momento simplemente no lo pensé.

Fui andando hasta mi trabajo, había ido con tiempo de sobra. Un cuarto de hora antes de tener que entrar, llegué al edificio. Subí para darle buena imagen a mi nuevo jefe.

Llegué a la planta en la que se supone que tenía que trabajar y había una chica controlando las entradas y las salidas.

-Buenos días, ¿qué desea?

-Hola, buenos días. Verá yo empiezo a trabajar hoy aquí, pero no me dieron más indicaciones. Solo sé que es esta planta -la chica miró algo en el ordenador.

-Oh, claro. Es el despacho que está al fondo a la derecha. Su jefe ha llegado antes de tiempo y ya le está esperando dentro. Que pase un buen día -me dijo la chica sonriéndome.

Estaba muy nervioso, pero empecé a andar dispuesto a dar lo mejor de mi. Llamé a la puerta.

-Adelante -dijo una voz ahogada por la madera de la pesada puerta. Abrí la puerta y entré al despacho y... ¡Lo voy a matar!

-No puede ser... -dije yo mirando mal a Bill.

-Oh, Trümper, buenos días. Pase y cierre la puerta, por favor -dijo el cabrón fingiendo que no me conocía. En serio lo quería matar. Entré y cerré la puerta pero para no montarle un pollo en el trabajo.

-Pero tú... ¡Tú! Te dije que no quería tu dinero.

-No es mi dinero.

-¡Pero tampoco quería ayuda!

-¿Quién dice que te he ayudado?

-¡Es evidente! -dije frustrado- Joder, cómo he podido ser tan gilipollas de no darme cuenta.

-Oh, venga. Solo le he pedido a la de recursos humanos que te contrate. No es caridad ni es un delito.

-¡Sí es caridad! ¡Y sí es un delito! Creo... No entiendo de leyes, pero me da igual. Sí es caridad.

-No lo es. Sólo quería echarle una mano a mi novio. El sueldo que vas a ganar es el sueldo que gana la gente en esta empresa en estos niveles de trabajo. Y yo te voy a enseñar a hacer tu trabajo a lo largo de este mes. ¿Qué tiene de malo?

-¡Todo! No quiero tener que deberte nada. No quiero basar nuestra relación en eso, joder. ¿Es que no lo entiendes? No quiero que la gente diga que soy un mantenido, ni un enchufado. No quiero que tú pienses que lo soy. Nunca le he debido nada a nadie, y no quiero empezar a hacerlo.

-¿Pero eres idiota? ¡No me debes nada! ¡No eres un mantenido! Te has sacado siempre las castañas del fuego y has sacado adelante a tu familia con dos cojones. Y bueno, sí, te han contratado para hacerme el favor, pero les cerrarás la boca a todo el mundo cuando demuestres que puedes hacer el trabajo mejor que cualquiera. Yo necesitaba ayuda, no daba abasto yo solo. La empresa consideraba que necesitaba un ayudante. ¿Qué tiene de malo darle ese puesto a una persona a la que amo y que sé que lo necesita?

-No lo entiendes.

-No, Tom, no lo entiendes tú. A mi esto no me ha costado NADA. ¿Por qué rechazas mi ayuda? ¿¡POR QUÉ NO LA VALORAS!? No voy a permitir que a mi novio le falte de nada. Y respeto que quieras ganártelo por ti mismo, en serio. Pero no te he dado el puto pescado. Te he dado la caña para que lo pesques. ¿Tú de verdad permitirías que mi familia y yo viviéramos en la miseria y en una casa en la que cualquier día se te cae el techo encima?

Against the oddsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora