22. Juicio - Temporada 2

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POV Bill

-Bill... Craig ha muerto, pero no por el accidente. Alguien le rajó el cuello. Han encontrado el pasaporte de Tom y un cuchillo de casa de su madre en la escena del crimen. Tom está en prisión provisional -me dijo Georg de golpe. Me incorporé bruscamente y sentí un pinchazo en mi costado que me inundó de dolor y empecé a toser. Georg me ayudó a incorporarme. Se me escaparon las lágrimas. No me lo podía creer, Tom no podía ser un asesino...

-¿Es una broma? -dije cuando me recompuse.

-No, va en serio. Tom mantiene que no fue él.

-¿Y quién si no? -dije llorando.- Dios, no puede ser. Me ha acariciado con las manos con las que ha matado a alguien. Me ha besado y me ha follado... ¡Es un asesino!

-Bill, ¿qué dices? -Georg estaba flipado- No sabemos si ha sido él, pero aunque lo hubiera sido, era Craig, casi te viola y casi te mata. Suponiendo que haya sido él, ha hecho justicia.

-Se ha manchado las manos -dije llorando. No podía ser, todo esto era superior a mis fuerzas.

-Bill, nadie es perfecto. Esto lo ha hecho por ti, para que no te volviera a hacer daño.

-Que lo haya hecho por mi me hace sentirme culpable. Tendría que estar en la cárcel, no muerto.

-¿En serio, Bill? Dios mío, espero que entres en razón, porque como no lo hagas, Tom no te va a perdonar en la vida.

-Georg, por favor, déjame solo. -contesté alterado. Georg salió dudoso.

Saber esto me terminó de destrozar. Para mi Tom había sido perfecto hasta ahora. Había sido un gran ejemplo de bondad, de entereza, de justicia... Gracias a él yo me había ido de casa, había madurado... Y ahora resulta que todo ha sido una gran mentira.

Intenté evitar que me diera un ataque de ansiedad como buenamente pude. Lo que me faltaba con las costillas rotas. Hice lo que me había aconsejado el médico para evitarlos y pude conseguirlo.

Tomé una decisión. Sentía que había perdido todo, que solo me quedaba a Georg.

Decidí que tal vez si hacía las paces con mis padres y me convertía en un buen hijo, ellos se convertirían en unos buenos padres. Que tal vez dejaría de estar solo, que tal vez así dejaría de sentirme devastado. Cogí el teléfono y llamé a mi padre.

-¿Bill? -sonó sorprendido.

-Hola, papá. Llamaba para pedirte perdón.

-¿Te has quedado sin dinero? -dijo con reticencia.

-No, estoy bien en ese sentido. Tengo trabajo y gano bastante. Todo me va bien en términos económicos.

-¿Entonces? ¿Qué ha podido pasar para que recapacites?

-Os echo de menos -mentí. Era una falacia tan grande que juraría haber sentido nauseas, pero no podía quedarme solo. No otra vez.

-¿Sabes qué? Te perdonaré, pero con tres condiciones.

-¿Cuáles?

-Que vuelvas a casa, que aprendas a manejar mis negocios y que obedezcas. -me quedé unos segundos callado. Algo dentro de mi me gritaba que no lo hiciera, pero sin embargo...

-Lo haré. -respondí.

POV Tom

Dos días después de la primera vez que hablé con el abogado, volvió con gesto contrariado.

-¿Qué ha ocurrido? -pregunté sin rodeos.

-Se han eliminado varios historiales clínicos de la base de datos de la seguridad social, entre ellos, el tuyo. Un virus ha borrado todas las grabaciones del hospital del día de los hechos. Y todos los testigos están muertos. -le miré como sin podérmelo creer.

Against the oddsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora