2. Dolor - Temporada 2

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POV Tom

Estuvimos como diez minutos sin movernos de la puerta porque se me habían enganchado y no me soltaban. Entramos al fin.

-¿Dónde has estado? ¿Cómo has sobrevivido? ¡Queremos saberlo todo! -dijo Gabriela secándose las lágrimas.

-Enanos, os quiero muchísimo, pero estoy muy cansado. Quisiera darme una ducha y deshacer la maleta antes de contar nada -en verdad necesitaba un rato para mi solo, a pesar de que les había echado muchísimo de menos. Lo entendieron y me dejaron ducharme.

En la ducha me eché a llorar (otra vez). Cuando pude calmarme, salí.

Entré a mi cuarto y estaban mi madre y mis hermanos ordenándolo todo para que yo no tuviera que hacerlo. De repente, Axel sacó algo y se quedó mirándolo a la luz.

-Qué piedra más rara -comentó y se la quité de la mano. Se me quedaron todos mirando muy raro.

-¿Qué? La piedra es muy bonita, no quiero que se caiga y se parta... -no me creyeron pero lo dejaron pasar- Chicos, en serio, muchas gracias por ayudarme, pero prefiero ordenar mis cosas yo -salieron del cuarto y cerré la puerta. Me senté en la cama y suspiré sin dejar de mirar la piedra.

Flashback

Estaba Bill empanadísimo a la orilla del lago un día hacía meses y yo... Bueno, me había levantado cabrón y me pareció gracioso tirarle al agua.

-¡CABRONAZOOOOOOOO! -gritó Bill desde el agua. Salió de ahí corriendo y empezó a perseguirme por media isla gritando insultos. Seguimos avanzando y llegamos a una parte preciosa que no habíamos visto hasta ahora. Era otro lago. Tenía las aguas cristalinas y las orillas llenas de piedras y minerales de colores extraños. Me distraje viendo el sitio y no me di cuenta de que Bill estaba cerca mío hasta que no me empujó él a mi al agua.

Me empecé a reír de su enfado y nadé hasta la otra orilla del lago muerto de risa. Bill corrió rodeándolo tirándome ramitas y piedras pequeñas.

-Muy maduro -le vacilé muerto de risa. Pareció picarse más y me lanzó una piedra a la frente que me dejo un bollo varios días.- ¡Eh! Eso ha dolido -me quejé.

-Te jodes -dijo picado. Miré al suelo y de vi dos piedras que eran mucho más bonitas y llamativas que las demás.

-Eh, mira que bonitas -me miró desconfiado.

-No pretendas embaucarme.

-Que no, que es en serio, ven. -eran dos piedras semitransparentes, del color de las esmeraldas. Se notaba que el agua las había erosionado, y que al erosionarlas se habían pulido, por eso se veían brillantes. Eran las piedras más bonitas del lugar, pero destacaban especialmente sobre las demás porque eran las únicas de ese color tan llamativo y por su forma. Tenían forma de corazón. Bill se acercó desconfiado y se las enseñé.- Son las únicas así que se ven -se sentó a mi lado.

-Son preciosas...

-Sí, lo son... -las cogí- Toma, te regalo una. Para que siempre te acuerdes de mi. Y yo me quedo la otra. Aunque no me hace falta la piedra para acordarme de ti... -se puso rojo y nos besamos. Nos entró un poco de frío, así que nos levantamos en seguida. No me di cuenta de que Bill se había parado hasta unos metros más alante. Me giré y le vi mirar la piedra sonriendo. Levantó la vista hacia mi.

-Gracias... Por la piedra -sonrió.

-De nada...

Fin flashback

Abrí los ojos cuando acabé de recordar aquel momento. Iba a guardar esa piedra para siempre. Abrí el cajón de mi mesilla y la guardé con mucho cariño. Suspiré y acabé de deshacer mi maleta. Salí y Arthur estaba haciendo la cena. Sonreí al ver que me habían hecho caso. Salió con la cena y nos pusimos a cenar todos. Justo llamó Gustav al teléfono.

Against the oddsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora