ÁNGEL NEGRO [EXO FANFIC AU]

Estrategia

Especial Monde y Augus

Augus y Monde crecieron juntos, verlos era algo así como ver a Xiumin y Chanyeol respectivamente pues la proporción de sus estaturas era la misma, al igual que sus personalidades: una apacible y la otra extremadamente guerrillera. Monde era el único personaje conocido con el privilegio de llamar al Rey Blanco por su nombre: Augus. Podía hacerlo con toda confianza y sin que el gobernador se molestara; nadie sabía por qué.

Augus tomó la gran responsabilidad de gobernar Era cuando esta aún era una ciudad naciente y apenas estaban comenzando a ser cautivados por todo el auge de la modernización. Fue un asentamiento masivo que se auto-desafió a dejar de ser un pueblo común como muchos otros y se atrevió a trabajar arduo en pos de progresar de manera lenta y segura hasta conseguir la tan anhelada ciudad. Los años pasaron muy rápido y cuando se permitieron mirar hacia atrás, con asombro se dieron cuenta de lo mucho que habían ampliado su horizonte hasta convertirse en algo mucho más grande de lo que habían imaginado en un comienzo. Por eso el rey no se empeñó en someter la penitenciaria cuando los reos iniciaron aquella locura de expandirse, al contrario, les reconocía el derecho a cambiar sus vidas para mejor y surgir por sus propios medios hasta ser como Era. Solo que, de preferencia, esperaba no tener que verlos en la puerta de su ciudad robando o matando a su gente.

El viejo gobernador de entonces, enfermó de muerte sin tener un sucesor de sangre al cual dejar la responsabilidad. Por ello, fueron convocados ante él todos los primogénitos de Era que estuvieran comenzando la etapa adulta. El lugar de elección del sucesor fue la antigua escuela, la cual contaba con la ventaja de reunir a todos los estudiantes de los cursos más grandes frente al gobernador sin necesidad de más trámites.  

Monde fue por mucho el preferido de todo el jurado selector, pues calzaba perfecto en el estereotipo que quería aquel viejo hombre como sucesor, ya que era el mayor de todos los primogénitos y destacaba fácilmente entre su pares con su altura, gallardía y fuerza.

Sin embargo, solo por capricho de la vida Monde y Augus se conocieron.

Ese día, recién terminada una larga jornada escolar, Monde llevó una mano a su frente como una visera para lograr ver mejor lo que estaba ocurriendo a unos metros de él. Pudo haber hecho la vista gorda simplemente, pero algo en su interior se negó a creer que estaba ahí presenciado esa penosa escena por mera casualidad; su moral además le impidió pasar por alto una injusticia como esa.

Un grupo de estudiantes estaban propinando golpes y patadas a un muchacho que solo parecía gatito asustado a los pies de sus enormes agresores.

Monde iba camino a la casona de gobierno (que en ese entonces era su actual casa) cuando presenció, por fortuna o por desgracia, aquel incidente. Repudiaba esa clase de abuso por parte de los más bravucones hacia los más débiles; se podía ver desde lejos que el muchacho en el suelo no podía pelear ni siquiera contra uno de ellos, mucho menos contra los cuatro que estaban atacándolo.

—¡Repite eso de que vas a golpearme, gusano! —soltó uno de los chicos con burla.

—Pues golpéanos, ¡anda! —escupió otro, uniéndose a la violenta agresión grupal a pesar de que su contrincante estaba arrollado en el suelo en posición fetal protegiendo su cabeza y totalmente imposibilitado para defenderse. —¡Quiero ver cómo me golpeas, basura! 

—Devuélveme... el anillo —gimoteó la víctima viendo hacia arriba a sus agresores sin conseguirlo muy bien pues el sol irradiaba de manera pesada en su rostro y solo podía ver sombras oscuras a contraluz rodeándolo.  Alejó los antebrazos de los costados de su cara por un segundo cuando los golpes se detuvieron, pero enseguida volvió a cubrirse con ellos al notar que se avecinaba otra patada.