ÁNGEL NEGRO [EXO FANFIC AU]

Borracho y despechado

Kyungsoo rechazó a Chanyeol, y no se dignó siquiera a mirarlo a los ojos cuando lo hizo. Fue terminante al decirle que lo quería solo como amigo y nada más.

A la friendozone. Maldita sea.

Chanyeol no sabía qué le dolía más, si haber creído ingenuamente que Kyungsoo sentía lo mismo por él, o que le estuviera mandando a la friendzone sin siquiera mirarlo a los ojos. En todo caso era lo mejor, así Kyungsoo se ahorraba el sentir lástima al verlo tan poco digno con los ojitos empañados a causa de su primera desilusión de amor a sus añejos 20 años.

Para colmo, sabía que su amistad se iría al carajo después de eso y que ya nada volvería a ser lo mismo entre los dos, pero es que... ¡Habría jurado por su vida que su amigo le iba a corresponder!

Se fue a beber a alguna taberna cercana con el deseo de emborracharse hasta perder la cabeza, pero, al ir en compañía de Baekhyun, no pudo cumplir su objetivo.

Ese pequeño era todo lo contrario a Kyungsoo. Era un verdadero manojito de luz, brillando siempre en medio de la oscuridad y en las adversidades con mucha energía y una linda sonrisa. La persona que lo tuviera para sí, sin duda sería afortunada; salud por eso.

-No~- detuvo Baekhyun, Chanyeol ya se estaba empinando un largo trago de algún tipo de bebida alcohólica. Estaba en esa etapa de la embriaguez en la que ya da lo mismo qué cosa se tiene en la copa, si quemaba la garganta, servía. -No quiero irme a casa contigo ebrio, si Monde te ve, te expulsará de Alfa y tu padre te desheredará.

Una vez alcanzada la edad adulta, los nueve muchachos dejaron definitivamente el círculo que los ayudó a crecer (no necesariamente sus familias) para unirse a Alfa, tal y como el rey blanco lo había predicho. La organización contaba con la gran casona real, una maravilla arquitectónica en donde moraban el rey y sus hombres. Tenían un espacio cómodo para cada uno, más entrenamientos arduos a cargo del mismísimo Monde y una educación estricta que incluía ciencia, cultura, arte y por sobre todo, moral y buenas costumbres entre las que no figuraba ni por asomo la palabra emborracharse.

-Pero no quiero irme a casa... No estando Kyungsoo ahí. -Pasó sus largos dedos por los ojos húmedos para secar las lágrimas que brotaban furiosas al recordar esa amistad que había arrojado por el penoso precipicio de los rechazados por feos.

Sin embargo, por las tristes ironías de la vida, Baekhyun parecía que en cualquier momento se iba a poner a llorar con él, ¡Dios, lo quería tanto!; e incluso más de lo que el mismo Chanyeol quería a su "amigo", ya que su amor era tan incondicional que no le importaba mantenerlo en secreto para así darle la libertad a su amigo de estar con quien estimara que iba a ser feliz, así fuera el presuntuoso de Kyungsoo, o alguien más.

A pesar de todo, le dolía verlo llorar, le destrozaba el corazón; quería llenarlo de caricias y besos hasta hacerlo olvidar todo aquello y demostrarle que podía ser mucho mejor que Kyungsoo en todo aspecto, siendo un mejor amigo, mejor novio, mejor amante, mejor confidente y un mejor compañero de luchas. Quería demostrarle que podía amarlo y valorarlo más que el otro chico y ser su compañero incondicional, pero no podía forzar el corazón de Chanyeol, eso lo tenía muy claro, y tenía la certeza también de que no quería provocar incomodidad a su amigo, ni mucho menos forzarlo a comportarse de una manera que no le nacía.

Luego de que Baekhyun insistiera tanto por volver a casa, el más alto desistió y se dejó arrastrar hasta la residencia de los Alfa ya muy entrada la madrugada. Iba lo suficientemente borracho como para olvidar que a las tres de la madrugada la gente normal duerme y que por lo tanto no se podía permitir ser ruidoso, pero, para su fortuna, o para su desgracia, a su lado venía Baekhyun regañándolo con cada paso que daba pues estaba claro que él sí quería entrar sin hacer el más mínimo ruido y Chanyeol no le estaba cooperando en nada.