Abro mis ojos, adolorida y miro a mi alrededor. Las paredes se ven podridas y no tienen ninguna ventana. El cuarto está completamente vacío, a excepción de una pequeña cama chirriante.Me levanto y camino hacia la única puerta visible, apoyándome en ella para escuchar cualquier cosa que pueda haber fuera de aquí.
Pero no puedo oír nada.
Me doy la vuelta y camino en círculos, abrazandome a mi misma.
Tengo tantas ganas de llorar...¿Dónde está Papa y Mama?
¿Dónde estoy yo?
-¡Oh! ¡Has despertado!
Rápidamente, giro sobre mis pies, observando a la chica que me contempla con grandes ojos castaños.
Parece mayor, adolescente.
Su boca se abre ligeramente al ver mis ojos.Hago una mueca.
-¿Donde estoy? ¿Quien eres?
Ella sonríe y niega con la cabeza, al mismo tiempo que camina hacia mi con expresión pacifica.
-Los niños que vienen aquí tienen padres que necesitan deudas que saldar. Por eso estas aquí.
Tus padres te cedieron su lugar.Mi mente se queda en blanco.
-¿Qué?
Ella sonríe un poco.
-No pasa nada, es normal que no lo entiendas. A todos nos cojen por sorpresa. Por cierto, yo soy número seis, y he venido a darte la bienvenida.-Me mira de arriba abajo y eleva una ceja.-Eres la más joven.
¿Cuántos años tienes? ¿Ocho, nueve años?-Once.-Susurro.-¿Por que te llamas como un número?
Ella se encoje de hombros.
-Solo los más poderosos y privilegiados pueden conservar su nombre.
Frunzo el ceño y aprieto mis labios.
-Quiero ir con mis padres.
Quiero ir a casa.-Lloriqueo.Ella niega con la cabeza.
-No puedes. Tu destino está aquí.
Eres una deuda.Mis ojos pican y quiero llorar de nuevo, pero me da vergüenza hacerlo delante de ella.
-¿Quién me ha llevado aquí?
Ella vuelve a mirar mis ojos.
-Simples sirvientes.
Pero eso es lo que menos debería de importarte.- Camina hacia la puerta y se queda quieta. Gira su rostro para mirarme sobre el hombro y frunce el ceño.-¿No vienes?
Hago una mueca y miro la habitación.
Sin saber que hacer, corro hacia ella.
Ella afianza de nuevo su paso y yo la sigo muy cerca.
Al salir del enorme y estrecho pasillo, mis oídos alcanzan de nuevo las voces de niños.Frunzo el ceño y la miro.
Ella atrapa mi hombro con su mano y me da una leve palmadita.
-Es la hora del desayuno.
Seguidamente, empuja con una de sus manos la puerta vieja y de un color rojo apagado y el caos se hace presente.
Hay mesas repletas de niños.
Niños de diferentes edades.
De diferentes razas.Y mucho, mucho ruido.
Miro a número seis, pero ella me ignora. Camina hacia un chico alto, posiblemente de su edad y se abrazan de una forma extraña.
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ELEK (Maverick II)
Romance"Un niño ciego no puede amar algo que no ve" "Papa crée que Akram es débil, que no puede protegerme, pero él no sabe que alguien con ojos perfectos nunca podría amarme tanto como sus ojos rotos lo hacen." "Akram se convirtió en el Rey del infierno...