Capítulo 19

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Mi mente sigue reviviendo una y otra vez aquella situación tan extraña.
Sus palabras golpean mi cabeza con fuerza, haciéndome sentir confusa.

¿Debería contar lo que pasó a mis padres?

Obviamente no es bueno que alguien haya puesto su mira en mi.
Debemos pasar desapercibidos y todo esto solo lo complica más.

Golpeteo mis dedos sobre la mesa, deborándome los sesos por llegar a una conclusión.

¿Debería darle la importancia que le estoy dando o ignorarlo, como si nada hubiera pasado?

Claramente la situación es inquietante, ¿Pero tanto como para obligarme a informar a mis padres?

Ya parecía que todo estaba llendo viento en popa. No quiero darles malas noticias  para que de nuevo vuelvan ha enloquecer.

Y lo más importante.

No quiero darle preocupaciones a mi madre. Ella está embarazada y tiene que estar bien. Por el bien de ella y el del bebe.

Me sentiría tan culpable si algo llegara a pasarle a ellos por culpa mía.

-¿Elek?.-Rápidamente muevo mi cabeza hacia el sonido de la voz y mis ojos se encuentran con los preocupados de mama.

-¿Qué?.-Pregunto, sobresaltada.

Ella frunce el ceño y mira mi desayuno sin tocar.

Rápidamente cojo una de las tostadas untadas con mermelada y le doy un gran mordisco para que no siga mirándome con aquellos ojos inquisidores.

-¿Estás bien?

Sacudo mi cabeza de arriba abajo, demasiado rápido. Alargo mi mano y tomo el vaso de cristal que contiene zumo.

-Sí ¿Por qué lo preguntas?

Ella me mira durante unos segundos más, analizándome. Cuando pienso que todo se ha ido por la borda y que tendré que contarlo todo, me hundo en mi asiento, sabiendo que tendré que dejar ésta silla para apresurarme a recoger mis cosas y echar largando leches de aquí.

De nuevo, destino a otra ciudad.

Sí, sé que parece que estoy exagerando, pero conociendo a mis padres, son capaces de ser extremistas cuando se plantean situaciones que ellos consideran riesgosas.

Y esta situacion en sí, podría desencadenarlo.

Quiero decir ¿Un hombre completamente desconocido y con poder (Se notaba), siendo rechazado e insistiendo en que no me dejará ir de rositas?

Sip, nos vamos pitando.

Eso claramente era una amenaza.

¿Y si el tipo forma parte de una mafia o algo?

Oh dios.

Mis ojos se dirigen a los de mi madre de nuevo, preparandome para lo que va a venir.

Pero por obra de Dios, ella solo lo deja pasar.

-Nada, no lo pregunto por nada.-Dejo escapar el aire que no sabía que estaba reteniendo.

Pero para mi horror, el alivio me dura poco.

-¿Qué tal te fue anoche?-La voz grave de Papa golpea mis oídos.

Me atraganto con la tostada y rápidamente doy otro sorbo más largo del zumo, considerando la posibilidad de que si sigo bebiendo, me da tiempo para pensar en qué decir.

-Aburrida, me fui temprano a casa.-Murmuro.

Odio mentirles.

Pero realmente no quiero que nos mudemos de nuevo y volverlos locos.
Si otra cosa llegase a pasar, estoy segura de que mis días de libertad serían eliminados de mi calendario hasta que tenga ochenta años.

ELEK (Maverick II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora