ELEK (Maverick II)

Capítulo 12

-Suelta a mi hija ahora mismo.-El gruñido de Papa me hace temblar. Aprieto los labios y miro con el ceño fruncido al rostro tan familiar.

-Papa, no le hables así.-Escupo.
Su mandíbula se tensa más y sus ojos perforan los mios.

Da un paso adelante y agarra mi muñeca entre sus dedos, llevándome  lejos de Akram. El gruñido de éste último suena a mis espaldas.

Papa me empuja a sus espaldas y con mirada férrea, vuelve a mirar al hombre enorme delante de nosotros.
Sus alturas casi igualadas.

-Vete a casa ahora mismo, Elek.

Aprieto los labios y miro inversamente de Papa a Akram.
La molestia creciendo en mi estomago.

-No puedes decidir cada parte de mi vida, Papa.-Recrimino.-Soy mayor de edad ¡puedo tomar mis propias decisiones!

Sus dientes crujen y sus ojos oscuros me contemplan.

-Ahora.-Remarca.-Tengo que hablar a solas con él.-Levanta su mano y me señala.-Después hablaré contigo.

Frustrada, aprieto los dientes y lucho con todas mis fuerzas por no hacer una pataleta. Mis ojos miran al rostro de Akram. Sus ojos pálidos brillan inquietantemente, su mandíbula ligeramente tensa.

-Akram.-Susurro.

Él mueve su cabeza, siguiendo el sonido de mi voz.

-Ve, Elek, estoy bien.-Su voz me tranquiliza y hace que mis pulmones vuelvan a recibir aire calmadame.
Todo pensiento sobre mi projenitor desapareciendo en un pastañeo.

Miro a su derecha, al rostro de Número seis.

Sus ojos serios miran a mi padre, después a Akram.

Aprieto los labios y con un suspiro, camino lejos de ellos, siguiendo el estrecho caminito de piedras que dirige hacia la puerta de mi casa.
Miro sobre mi hombro una última vez.

Alcanzo a ver la expresión endurecida de mi chico de ojos rotos.

Me obligo a mirar hacia delante para no tropezarme e intento no alarmarme por lo que sea que ellos estén diciendo.
Una parte de mi se recrimina por haber sido tan estúpida y haber dejado que esto sucediera.

Si hubiéramos sido más discretos, no tendría que estar lamentándome por nada.

Estaba claro que en algún momento esto debía suceder.
Pero no me esperaba que tan pronto sería.

Con un suspiro, rasco mi cabeza nerviosamente y elevo mi vista para encontrarme con...

Frunzo el ceño.

-¿Andrew?.-Mi voz sale extrangulada.

Al oírme, su cabeza se eleva y sus ojos me contemplan. Eleva un poco sus comisuras y se levanta, palmeando su muslos como si estuviera intentando quitar polvo de sus relucientes pantalones vaqueros.

Da unos pasos hacia mi y se detiene.

-Hey.-Saluda.

Mi expresión debe mostrar toda la confusión que siento por verlo aquí.
Miro a mi alrededor, rezando para que la conversación entre mi padre y Akram sea lo suficientemente larga.

Trago saliva y me obligo a sonreír forzadamente.

-Hola ¿Qué haces aquí?-Andrew mete sus manos dentro de sus bolsillos e inclina su rostro, viéndose culpable.

-Solo quería disculparme.-Se encoje de hombros.-Por mi comportamiento. Siento que te incomodé y aunque estaba cabreado, no debí haberte abandonado.-Sus ojos brillantes se estrechan en mis rostro.-Tanpoco debí hablar mal de ti con tus padres. Lo siento.