ELEK (Maverick II)

Capítulo 15

-¿No te gusta como ha quedado?-La voz de mama susurra detrás mía.

Mis ojos ruedan sin mucho interés a través de todo.
Mi nueva cama, más grande que la que tenía, decorada con unas increíblemente suaves y elegantes sabanas. Armarios grandes y de aspecto rústico al otro lado.
Paredes blancas e impecables.
Lo más llamativo, un enorme balcón con vistas imposiblemente bellas de palermo, Italia.

-¿No te gusta?.-Repite mama.

Aprieto mis labios y elevo un poco mis hombros.

Sería una estupidez negar lo obvio.
Es hermoso, y definitivamente, mucho más espacioso y luminoso que mi antigua habitación en California.

Pero decirlo en voz alta no me parece bien. Por muy grande que sea ésta casa, no puedo evitar extrañar mi antiguo hogar en California, donde nací y crecí.

Aun así, para no molestarla, termino admitiendo.

-Es perfecta.-Susurro.

Siento a mama relajarse y yo vuelvo a hundir mis hombros.
Mama me abraza y siento su calidez.

-Intenta olvidarte de todo, cariño, ahora tienes una nueva oportunidad para vivir.-Besa mi nuca y se aparta.

Aunque sé que sus palabras solo intentan apaciguarme, por alguna razón, me siento peor.

Una nueva oportunidad no suena tan bien en mi cabeza como lo suena en la de ella, al parecer.

Me siento en mi cama, sintiéndome extraña y mama alcanza la última caja que falta por quitar.
La abre y empieza a colocar cada cosa en sus respectivos sitios.
No hace falta que yo le diga donde colocar nada, ella ya me conoce lo suficiente para saberlo.

-Es un lugar hermoso, Lena y tu podríais ir a recorrerlo ¿No te parece?.-Dice mientras coloca mas cosas en los armarios.

Me encojo de hombros.

-Tal vez.

Ella sonríe.

-Además, los italianos son personas muy interesantes.-Me giña un ojo.-Tal vez alguno te interese. Estoy segura de que no pasarás desapercibida para ninguno.

Miro hacia otro lado, intentando no sentirme molesta por sus palabras.
Ella solo quiere lo mejor para mi, pero no comprende que para mi no es tan fácil rehacer mi vida.
No puedo fingir que nada ha pasado, como ella quiere que haga.
No cuando mi corazón roto no hace mas que doler, recordándome una y otra vez el porqué de estar aquí.

Y es algo ridículo.

¿Cómo he podido caer tan malditamente duro por él?

Se supone que un corazón roto conlleva su tiempo de cocción.
No puedes decir que te has enamorado de una persona si solo has estado con ella unos días.

Pero entre él y yo, las cosas no fueron tan rápidas como parece a simple vista.

Él llegó a mi vida cuándo era pequeña. Muy lentamente se metió en mi piel como una sanguijuela, tomando todo de mi. Aprovechándose de mi estado vulnerable en aquel lugar, él se hizo mi amigo.
Después de varios meses, él consiguió mi corazón.

Años y años enamorada de un recuerdo. Creciendo con él en mi mente para después, darme cuenta de que todo, absolutamente todo fue planeado.

Tal vez él dijera la verdad sobre sus sentimientos, pero nada de eso quita el hecho de que iba a por mi familia.
Lo admitió. Me dio la opción de quedarme con él.

Pero por mucho que ames a alguien, la familia siempre es lo primero.
¿Y si el quiere hacerles daño? Entonces definitivamente es mi enemigo.

-¿Qué es esto?.-Sus palabras hacen que vuelva a la realidad. Parpadeo y miro hacia la figura esbelta de mama.