Capítulo 13

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AKRAM

Mis dedos temblorosos dibujan su rostro. Acaricio con todo lo que tengo cada milésima de su piel, cada lado y arista, cada centímetro de piel suave que se ha convertido en mi tierra sin mal. Mi paraíso sin fin.

El único lugar donde la oscuridad no me consume.

Ella aparece en mi cabeza, una ilustración basada en lo que mis dedos han trazado.
Mi corazón machaca duro y me roba el aliento. Y rezo para que esa imagen permanezca allí, grabada con fuego en mi cabeza. Pero al siguiente segundo, casi fugazmente, ella desaparece y solo me queda el recuerdo de lo que sentí como una prueba que testifica que durante medio segundo, yo la vi.

Aprieto mis dientes y contengo un grito de impotencia al abrir los ojos y no ver nada. Lo único que me impide volverme loco ahora mismo, lo único que me mantiene atado al suelo, lejos de la locura, es su toque sobre mi.

Ella ha asimilado que mi inspección en su rostro ha terminado, así que como una vieja tradición, los turnos cambian y ahora me toca a mi extremecerme bajo sus caricias.

Ella hace que la bestia dentro de mi se duerma. El dolor, la ira, los recuerdos tormentosos de mi vida se borran y solo bajo su toque, se siente como si fuera una nueva alma.
Ningún pecado cae sobre mis hombros. Nada me atormenta.

La oscuridad delante de mis ojos carece de importancia, y de nuevo, puedo volver a respirar como una persona normal.

He vuelto a nacer.

Soy feliz en sus brazos.

-Estás temblando.-Su voz hace que me derrita, y por un momento, guardo silencio. Me siento vulnerable y eso hace que me espante, por que me hace real y absolutamente débil ante ella.

-Lo sé.-Murmuro.

Mis oídos perciben el sonido de su respiración. El lento cantar de nuestras pieles en contacto me mantiene en vilo.

Solo tenemos unos minutos juntos.
Su padre está apunto de llegar, y sé a ciencia cierta que su madre debe de estar nerviosa por que sabe que ella y yo nos encerramos en su habitación.

Pero nada me preocupa ahora.

Ella existe. Mi Elek es real ahora y siempre y eso es todo lo que que  importa ahora.

-Te quiero.-Susurro.

Ella deja escapar un sonido de su garganta y me devuelve la palabra en una voz bajita.

Pero no me siento satisfecho, por que ella no ha entendido el significado de esa palabra.

Te amo, te quiero, estoy enamorado de ti; son palabras que constantemente la gente dice, pero aunque también reflejan parte de lo que yo siento, mi te quiero no era como ninguno de ellos.

Te quiero, en mi mundo loco, significaba un sacrificio, una muerte asegurada.

Estaba dispuesto a matar por ella.

Estaba dispuesto a morir por mi Elek.

El pacto estaba hecho.

***

-¿Qué piensas hacer? Su padre ha sido claro contigo, te conoce.

Mis dientes crujen y mis dedos se aprietan fuertemente en el mango del cuchillo de hoja fina y mortal.

No te quiero cerca de mi hija.

La voz de aquel hombre me llena de rabia, e inmediatamente mis músculos se tensan.

ELEK (Maverick II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora