Capítulo 16

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Akram

-¿No vas a matarla?-La mano en mi hombro se aprieta con fuerza.-Ella te condenó a una vida de miseria, Akram.

Sollozos femeninos se escuchan.
Gritos de hombres y mujeres pidiendo sangre.

-Mama.-Susurro.

Los sollozos se hacen más profundos, más desgarradores.

-Matala, Akram.

Algo metálico toca mis dedos temblorosos. Lo tomo y escucho los sonidos, completamente perdido.

-Muy bien, hijo. Hazlo y serás el rey.

Me empuja hacia delante y entonces lo hago.

-¿Por qué me abandonaste?.-Mi voz débil esperando.

La voz femenina vuelve ha hacerse presente.

-No tenías derecho a vivir.-Al escuchar esas palabras, todo acaba.
Los sollozos se detienen, los gritos se desvancen.

Algo cae al fuego.

-Muy bien hijo, lo has hecho muy bien.-La voz vuelve a sonar en mi cabeza.

Pero algo va mal.

Un risa infantil llena el lugar y se eleva por encima de todo el dolor.
Mis ojos se abren, realmente lo hacen y entonces, veo.

Lágrimas caen al ver a aquella niña corriendo entre el fuego. Ella gira su rostro y me sonríe.
Inmediatamente corro detrás de ella, inportándome poco el dolor de mis pies descalzos tocando las cenizas ardientes.

Al final, ella se detiene y me sonríe.
Pero mi cuerpo ahora ha cambiado, ya no soy un niño.
Soy un asesino.

Me acerco con lentos pasos y me arrodillo ante ella. Ella ladea su rostro, mirándome fijamente con sus ojos demoníacos.

Mis dedos se elevan, queriendo probar de nuevo la suavidad de sus mejillas. Pero ella hace algo todavía mejor. Eleva sus brazos y se hunde en mi. Aplasto mi nariz en su cabello, llenándome con su fragancia.

-Mi niña.-Susurro.

Sigo acariciando su cabello y espalda, pero algo me detiene. Mis manos manchadas de sangre.
Espantado, bajo mi mirada a mi pequeña y lloro al verme sosteniendo un cuchillo.

Un cuchillo clavado en su espalda.

Sus ojos me miran y yo niego con la cabeza frenéticamente.

-Nunca quise hacerte daño, Elek.-Sollozo.

El rostro de la niña se transforma y se convierte en mi Elek adulta.

-Ya lo has hecho.

Abro mis ojos de golpe y veo oscuridad. Inquieto, muevo mis dedos sobre las sabanas, buscando a mi pequeña compañera.

-¿Elek?-Mi corazón late demasiado rápido.-¿¡Elek!? ¡Dios mio! ¡Elek!.-palpo con mis manos por todo, esperando encontrar a mi niña. Pero no hay ningún cuerpo cálido cerca del mio.

Un ruido se oye y escucho la voz adormilada pero alerta de número seis.

-¡Akram! Tranquilo, es una pesadilla.

Frunzo el ceño y lucho por normalizar mi respiración.

Mi pecho se sacude y completamente derrotado, hundo mi rostro en mis palmas, las cuales inmediatamente se humedecen por mis lágrimas.

-Akram.-Susurra con tristeza.

Me abrazo a mi mismo, mi piel helada.

-Vete.-Susurro.

ELEK (Maverick II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora