Capítulo 18

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-Ven aquí.-La voz sumamente ronca me produce escalofríos.

Enfoco todo lo que puedo mis pupilas en esa sombra inmensamente grande, tratando de ver algo.
Pero es imposible.

Haciendo justamente todo lo contrario a lo que me ha pedido que haga, camino lentamente hacia atrás, hasta que mi espalda choca con la puerta. Muevo mis manos, tratando de encontrar alguna manilla o algo, pero esta completamente lisa.

¿Es una de esas puertas modernas que solo se abren con alta tecnología?

Mierda.

¿Dónde diablos me he metido?

Tomo una respiración profunda y pestañeo, esperando que algún milagro suceda y se enciendan las luces.

Pero nada de eso sucede.

La sombra se mueve, expandiéndose, e inmediatamente mi instinto me dice que tenga cuidado. Él es peligroso, mortal.

-No tengas miedo.-Susurra, como si estuviera tranquilizando a un animalito acorralado y asustadizo.
Su voz parece estar siendo forzada bajo el poder de algún instrumento electrónico.

-¿Quién eres?-Inquiero.-Abre la puerta.

La sombra vuelve a su posición anterior, descansando tranquilamente, como si realmente quisiera hacerme ver que él no es algo peligroso para mi, sino todo lo contrario.

-¿Tú prima está bien?-Murmura, ignorando completamente mis palabras anteriores.

Me tenso y aprieto las mandíbulas.

-¿Eres tú el que la ha dejado entrar?-Pregunto.

-Sí.-Finaliza.

Aprieto mis labios, extrañada.

-¿Por qué? Ella no tenía autorización para estar aquí.-Murmuro. En mi cabeza recuerdo el lugar.

Todo era del tipo muy lujoso, y sin unas entradas vip no creo que pudiese haber entrado.

Por alguna razón, el ambiente en la habitación parece tensarse más.
Hacerse más y más oscura por segundos.

-Ella tiene algo que yo quiero.-Susurra.-Por eso está aquí.

Frunzo más el ceño.

¿Qué demonios puede tener Lena que le interese ha ese hombre?

¿Mi prima está metida en algo chungo?

Meto mis manos en los bolsillos y saco mi teléfono, intentando encenderlo para iluminar la habitación y de paso descubrir de una vez por todas la identidad del tipo misterioso, pero no hay manera.

-¿Pero que...?

-Esta habitación neutraliza cualquier aparato electrónico que tengas.-Murmura.-Quería toda tu atención.

Mierda.

Esto es algo serio.

Endurezco mis facciones y tenso mis hombros, apretando mis manos en puños.

-¿Quién eres? ¿qué es lo que quieres?-Gruño.-Habla de una vez.

Él sigue sin moverse.

Se mantiene absolutamente quieto, pacífico incluso.
Pero sé que todo eso es solo apariencia.

Él es un depredador.

Con todo lo que he pasado en la vida, sé perfectamente como diferenciar a un hombre normal de uno de esos hombres que tienen el poder suficiente para hacer daño, tanto física como mentalmente.
Que respiran el último aliento de sus víctimas y se encargan de dejar pesadillas detrás de cada uno de sus pasos.

ELEK (Maverick II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora