Abro los ojos de golpe con un jadeo cuando agua helada cae sobre mi cabeza. Toso frenéticamente, con la sensación de tener agua en mis fosas nasales. Mi cabeza palpita dolorosamente y mis brazos y hombros parecen apunto de soltarse de mi cuerpo.Mis brazos cuelgan hacia atrás, colgada desde el techo como método de tortura. Un gemido de dolor sale de mi boca al mismo tiempo que mi visión empieza a oscurecerse.
Pero alguien se encarga de mantenerme despierta, dándome pequeños golpes con la mano en la mejilla.
-Mantente despierta, demonio.
Intento elevar la cabeza todo lo que puedo y miro fijamente al hombre delante mía.
Mis ojos rápidamente lo reconocen.Es el mismo hombre que empujaba de la silla de ruedas a la anciana en la tienda donde estuve con Lena, la primera vez que Akram y yo discutimos.
Se parece muchísimo a tío Archie y a papá, pero sus ojos no me miran con el mismo cariño, sino todo lo contrario.
Sus ojos parecen cuchillas en los mios.-Menudo enjendro trajo al mundo ese bastardo.-Escupe.
Mis dientes se aprietan con fuerza.
Quiero hablar, pero con tanto grado de dolor en mi cuerpo temo que en cuanto abra la boca, mi rostro se contraiga por el llanto.No quiero darle el gusto.
En lugar de eso, trato de pensar en algo que me de fuerzas, un escudo.
Inmediatamente a mi mente viene un rostro. Unos ojos pálidos que son cálidos y dulces, llenos de amor.Esforzándome con esa imagen, escupo en su rostro.
-Akram te matará, sufrirás si no me dejas libre.-Al escuchar mis palabras, si es posible, su rostro se torna más oscuro.
En un parpadeo, su puño conecta con un lado de mi rostro. Mi cerebro se sacude y por un momento todo se oscurece. Cuando ve que estoy apunto de entrar en el mundo de la inconsciencia, vuelve a arrojarme agua helada a la cara.
Dejo escapar un jadeo y él sonríe, como si todo el daño que me está causando pudiera producirle placer en algún lugar dentro de su muy trastornada mente.
Camina lentamente en círculos, rodeándome. Sus ojos mirándome como si fuera menos que un bicho al que poder aplastar.
-Dime, Elek, ¿Sabes quién soy?
Aprieto los dientes.
-Una rata rastrera.-Gruño.
Otro puñetazo.
En mi cabeza escucho un pitido constante. Después lentamente desaparece, y al abrir la boca escupo sangre.
Uno de mis ojos empieza a hincharse.
-¿Te das cuenta que por cada respuesta insolente ganarás otro golpe?-Se inclina hacia mi peligrosamente.-Si yo estuviera en tu lugar, sería bueno y trataría de responder bien.
Trato de replicar algo, pero me es imposible mover la mandíbula.
¿Me la ha roto?
-Killian, no sé si esto es buena idea.-La presencia de otra persona se hace notar. Miro dificultosamente al origen de esa voz y veo a otro hombre, también tiene un ligero parecido con los lideres Pietre.
Killian gira su rostro hasta clavar la mirada en el otro.
-Te echas atrás ahora, ¿Jonah?
¿Ahora que lo hemos conseguido?El hombre me mira, su expresión es de miedo.
-Es la hija de Maverick, Killian.
Su jodida hija. ¿Crées que saldremos sin consecuencias de ésta?-Camina un paso adelante, negando con su cabeza.
-También pertenece al rey ciego... ¿Es que no te das cuenta? Ella pertenece a dos de los hombres más aterradores que conozco. No quiero tener nada que ver con esa chica ni con lo que hagas con ella.
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ELEK (Maverick II)
Romance"Un niño ciego no puede amar algo que no ve" "Papa crée que Akram es débil, que no puede protegerme, pero él no sabe que alguien con ojos perfectos nunca podría amarme tanto como sus ojos rotos lo hacen." "Akram se convirtió en el Rey del infierno...