Capítulo 35

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ELEK

Frunzo el ceño al escuchar un pitido constante en algún lugar.
Hago una mueca e intento abrir los ojos. Mis pupilas alcanzan a ver algo de luz, pero en seguida me veo obligada a cerrar mis párpados de golpe.

Aprieto los dientes e intento mover alguna parte de mi cuerpo, pero me resulta casi imposible.
Muevo un poco mi cabeza y relamo mis labios secos.
Dentro de mi boca la sensación de haber masticado arena prevalece.

Intento hablar, pero solo sale de mi boca un sonido parecido a un jadeo.
Abro los ojos y parpadeo varias veces, aclarando mi visión.
Miro con dificultad hacia mi derecha y mi visión se llena de lágrimas al ver un rostro pálido y ojeroso justo al lado de mi cabeza.

Akram.

Es él.

¿Qué demonios ha pasado y por qué me siento tan... mal?

Aclaro mi garganta como puedo e intento moverme hacia él, pero un fuerte dolor me paraliza por completo. Miro hacia mi cuerpo, esperando con temor ver cualquier cosa que me de algo de información de mi estado.

Veo la variedad de cables de colores que me rodean y luego miro mas allá, hacia una de mis piernas escayoladas.
Elevo mi mano con dificultad y toco con mis dedos mi rostro.

Algunas partes duelen.

¿Por qué me siento como si me hubieran dado una paliza?

Muevo de nuevo mi cabeza a la derecha y mis ojos contemplan muy de cerca unos párpados herméticamente cerrados en un rostro pálido como la nieve.

-Akram.-Susurro. Mi voz apenas se escucha, como si estuviera afónica.

Trago saliva e intento aclarar de nuevo mi garganta
Muevo mi rostro más cerca del suyo y estiro mis labios para poder tocar su nariz.

-Akram.-Susurro, un poco más alto.

Derrepente sus parpados se elevan con rapidez. Ojos pálidos inquietos miran hacia mi rostro, como si aún estuviera en trance.

Estiro mis labios y vuelvo a besar la punta de su nariz, por que es lo único que llego a tocar. Si me muevo un poco más, siento que puedo partirme por la mitad.

-Akram.-Ésta vez mi voz se escucha algo más clara.

Su rostro se contrae como la de un niño pequeño y sus ojos se llenan de miles de lágrimas, impidiéndome ver sus ojos rotos.
Mis labios tiemblan al escuchar su sollozo bajo, pero algo salvaje.

Mi ceño se frunce levemente.

¿Por qué llora? ¿Dónde estoy?

-Oh Dios mio, ¡Elek!.-Inmediatamente me llega una lluvia colosal de besos y lágrimas manchando toda mi piel.
Sus labios se encargan de humedecer mis labios ultrasecos y quitarme un poco el sabor de arena de la boca.

Trato de hablar, pero sus labios cayendo en distintas partes de mi rostro me lo hacen todo muy complicado.

-¿Cariño?.-Susurro, confundida.
Sus ojos pálidos se mueven con felicidad.

-Si, Blizkiy, estoy aquí.
No me he alejado de ti.-Su voz suena muy fuerte en mis oídos, como si estuviera gritando.

Miro su rostro lleno de éxtasis y sus mejillas tornándose coloradas por la emoción.

Frunzo el ceño.

-¿Dónde estoy?

Él hace una mueca.

-Estás en un hospital, mi vida.
¿Te acuerdas de algo?

Lentamente, muevo mi cabeza hacia los lados.

ELEK (Maverick II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora