Capítulo 1.- ¡Corre!

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—¿Ni siquiera le pides una taza de azúcar? —levante la vista del periódico y la miré con ojos cansados.

—Ni siquiera se cuando está.

—Tal vez si me dejaras...

—No, no, no. Me conformo con verlo a veces a hurtadillas —Sonreí un poco-—. Es muy alto.

Denise soltó unas risitas de mis palabras.

—Me lo imagino.

—Me tengo que ir -—Le avise poniéndome de pie y dejando la taza en la mesa—. Mi casa esta hecha un asco.

—No necesitas decirlo, lo se perfectamente —se burló.

—Cállate que tu no te quedas atrás.

Me levante y junte mis cosas, las guarde y puse la mochila en mi hombro.

—Adios Jade, y ten suerte con tu guapo vecino.

—No necesito suerte con el, porque no haré nada para acercarme.

—Pff que aburrida eres.

Hice una mueca y abrí su puerta.

—Te llamo después Des.

-—Si es para decirme que hablaste con el, hazlo.

Rodé los ojos y la miré.

—Nunca lo vas a superar ¿Cierto? —murmure.

—No en realidad.

—Adios —salí de su casa y me encamine a la avenida principal.

Me detuve en un paso peatonal y espere el rojo, cuando el semáforo cambio, cruce sin duda, hasta que un auto me pasa rosando por detrás, me enfureci, si hubiera estado un segundo atrás ahí, ya me hubiera hecho picadillo por la velocidad que llevaba.

—¡Mucha prisa imbécil! —Grité.

Seguí caminado y respiré profundamente para tranquilizar mis sentidos.

[. . .]

Al caminar por el corredor del edificio, percibí un fuerte olor a colonia para hombre, no era molesta, al contrario, parecía algo dulce.

Entre al ascensor y está se intensificó más.

Era extraño y me estaba mareando.

Cuando por fin llegó a mi piso, salí y camine lo que restaba.
Me pare en seco en la esquina de un departamento cuando escuché una voz masculina.

Por favor que no sea el...

Asome un poco mi cabeza para ver quien era.

Mierda, es el.

¿Es sano que me ponga tan nerviosa? Solo estaba hablando por teléfono y yo estoy aqui de ridícula intentando respirar correctamente.

Saqué mi movil y conecte los audífonos, y puse cada auricular en mi oído. Sin necesidad de reproducir la música, solo simulando, guarde el móvil en mi bolsillo delantero y camine con la cabeza baja.

Cuando estuve frente a mi puerta, saque las llaves de mi otro bolsillo, mis manos estaban temblando y mi corazón golpeado fuertemente contra mi pecho.

Esto no es normal, no lo es, no es sano.

—Hola.

¡Corre! ¡Corre! ¡Corre!

No voltee, ni nada, solo abrí y cerré la puerta detrás mio demasiado fuerte.

Genial, ahora soy la rara que no responde y cierra la puerta en las narices.


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Ig: samiracullen

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