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Capítulo 9.- ¿Patinamos?

—¿A dónde me llevas Shawn?

—Jade, no te lo diré, es sorpresa, y cuando es sorpresa, se supone que no tengo que decirte.

Bufe, llevamos alrededor de quince minutos dentro del auto y yo había hecho la misma pregunta al rededor de cinco veces.

Me límite a mirar por la ventana, el cinturón de seguridad hacia demasiado presión en mi cuerpo y era incómodo.

Por fin y después de un pequeño tiempo, llegamos a un lugar que no sabia que era exactamente, no salgo mucho, por si no sabían.

Pero al entrar, fue suficiente para que me diera cuenta que era un lugar de entrenamiento de hockey, sobre hielo obviamente.

—¿Qué hacemos aquí? —Le pregunté.

—¿Qué no es obvio? —Se rió—. Vamos a patinar.

—Vas a patinar tu, porque yo no se hacerlo —Afirmé. Su risa malditamente encantadora me estaba matando. Eso es demasiado para mi.

—Lo haremos los dos y sino sabes, déjame ser tu maestro.

No respondí, tampoco pensé que decirle, solo me concentraba en su tacto cálido que hacía presión en mi mano. ¿En que momento comenzamos a caminar? No lo se, realmente me pierdo en todo.

Escogió unos patines para mi y me ayudo a ponerlos, era un fracaso al intentarlo yo.

—Como ni siquiera puedes ponerte de pie sobre los patines —Me dijo con burla—. Creo que no sería correcto jugar un poco.

—O podrías jugar tu y yo aprendería desde la banca —Sugerí.

—Astuta pero no lo suficiente —Murmuró.

El frío de la pista impacto en mi rostro en cuanto entramos, y digamos que no iba muy abrigada para la ocasión.

—Te mentiría si te dijera que mientras estés conmigo no caerás, tampoco puedo decirte que no me burlare de ti cuando vea tu trasero caer contra el hielo —Sonrió y tomó mis muñecas.

—No es gracioso —Le dije.

—En realidad si —Respondió.

Suspiré y deje que me llevara, el de espaldas y yo mirando al suelo. Al menos si caía solo el me vería, pues el lugar estaba completamente solo, o bueno la pista en este caso.

—Te soltare —Susurró y entre en pánico.

—¡No! —Casi grité—. No lo hagas.

—Tranquila, solo respira y mírame a los ojos.

Hice lo que me pidió y finalmente lo mire a los ojos. Lentamente sus dedos estaban abandonando mis muñecas.

Parpade y traté de concentrarme, por fin me soltó y estuve deslizándome por el hielo lentamente, lo estaba logrando. Demasiado rápido para mi sorpresa.

Y en cuanto sonrió...

Todo se perdió.

De un segundo a otro, mis piernas comenzaron a temblar y fue suficiente para perder el perfecto equilibrio que había logrado y directamente caer al suelo sentada. Dolió, no lo voy a negar.

—Auch —Me quejé.

—Cariño, no hiciste lo que te dije. Estas muy tensa ¿Qué sucede? —Preguntó tiernamente, pero estaba segura que se contenía para no reírse a carcajadas.

Esperen, ¿Me dijo "cariño"?

—Creo que fue suficiente por hoy —Masculle y traté de ponerme de pie.

Se inclino y tomó mis manos con suavidad.

—Jade, solo llevamos cinco minutos en la pista, creo que aún puedes mas.

—Es fácil para ti decirlo, sabes patinar perfectamente y juegas. En cambio yo, solo puedo estar de pie un par de segundos.

—Es demasiado bueno para tu primera vez, tu no te comparas al novato que yo era hace unos años, en cada momento me caía y cuando por fin aprendí, nadie quería jugar conmigo —Se rió.

Eso no lo sabía.

Mordí mi labio, sin saber que responderle, si decirle "seguro se arrepienten por no haberte hablado al ver quien eres ahora". No soy buena consolando, aunque no creía que el requiera consuelo ahora, se reia mientras lo recordaba.

Estuvimos por unos minutos dando vueltas, de momento me soltaba y cuando estaba por caer nuevamente tomaba mis muñecas para evitarlo.

—¿Estas cansada?.

—Un poco —Admiti.

Salimos y nos quitamos los patines, los entrego a un chico y dio las gracias amablemente.

Puede que sea un artista millonario y muy conocido, pero creo que no ha perdido sus valores y sigue con los pies a en la tierra. Me encanta eso.