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Capítulo 17.- Bailemos.

—¿Lista?

Lo mire y sonreí, al momento también asentí.

Estuvo conduciendo unos quince o veinte minutos más hasta aparcar el auto en un restaurante.

Este era mucho más elegante que al que fuimos hace un par de meses.

Al entrar me sentí cohibida por tantas personas bien vestidas y seguramente millonarias. ¿Que hacia aquí una chiquilla como yo con un hombre como el en un lugar como este?

El vestido que había elegido no era de lo más extravagante, pero me gustaba y según lo que me había dicho Shawn a él también.

—¿En que piensas tanto? —Susurró en mi oído antes de sentarnos.

—Nada importante en realidad —Le menti.

En la mesa había una pequeña lámpara que iluminaba, junto con los cubiertos y copas de cristal.

—Se que ya te lo he dicho pero, estas muy hermosa. Bueno, siempre lo estas, pero hoy te has superado.

—No es para tanto Shawn.

—¡Por supuesto que sí! No te alejes de mi en ningún momento, no quiero que alguien piense que estas sola.

Me reí un poco y el también.

Miré a mi alrededor y vi que había una pequeña pista de madera y un pianista de traje blanco a su lado. Haciendo suaves melodías.

—¿Luego podemos bailar? —Casi supliqué.

—¿Que? —Me miro preocupado—. Jade no se si sepas pero yo no...

—No sabes bailar, lo se —Y más cosas también—. Pero, ¿lo podríamos intentar?

Lo mire con ojos suplicantes y accedió no muy convencido.

Después trajeron la cena —que previamente había pedido el, como siempre— Fue una completa delicia.

Y se acercó el momento esperado para mi pero no tanto para el, suavemente yo tome su mano y entrelace sus dedos con los míos. Lo conduje justo al centro de la pista, pude notar el nerviosismo en sus ojos.

—Tranquilo Shawn, solo pon tu mano aquí —Tome su mano y la puse en mi cintura—. Y esta la tendremos acá —Junte su mano libre con la y la alce hasta la altura del hombro—. Y nos movemos lentamente.

—Esto es divertido —Comento cuando comenzó a tomar el paso. Dejo de mirar nuestros pies y clavo sus ojos en los míos—. Me gusta estar así contigo Jade.

—A mi también Shawn —Le sonreí.

—¿Recuerdas esa vez que fuimos a la pista de patinaje? —Me preguntó con una pequeña sonrisa esperanzada.

—Claro que si. —Me reí un poco al recordar cómo no podía ponerme de pie con los patines siquiera.

—Yo fui tu maestro —Afirmó y sonreí aun mas—. Ahora tu eres mi maestra.

—Si, pero ¿a donde quieres llegar con esto?.

—No lo se, solo que realmente ame ese día.

Mi corazón se derritió de ternura por sus palabras.

—Y todos lo que pasamos juntos, nuestras cenas, las salidas al parque y esa noche de películas —Termino de hablar.

Se acerco para besarme, sentí una explosión en mi vientre ante el tacto de sus labios suaves sobre los míos, y cuando introdujo su lengua dentro de mi boca, una llamarada surgió en todo mi ser. Solté su mano y jugué un poco con el cabello de su nuca.

—Te amo —Murmuró contra mis labios.

—Te amo —Le respondi.

Y esa felicidad que creí que nunca tendría otra vez, estaba aquí de nuevo.

Shawn me hacia completamente feliz y se, que yo también lo hacía feliz.