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Capítulo 3.- Amigos

Trate de recargarme en la puerta de imitación de madera que tenía detrás mio.

El hecho de que tenga a Shawn Mendes frente a mi, era algo que aun no procesaba correctamente.

Me concentre en un punto fijo detrás de él, preocupada porque mi respiración no fuera agitada.

Eso sería el colmo.

Solté un pequeño aire contenido en mis pulmones.

Lo mire unos segundos, y fue un error, el me estaba viendo. Aun concentrado en esa llamada que me estaba ayudando, pues no le había dicho si o no a su propuesta. Aparte la mirada, y un pequeño rubor comenzó a notarse en mis mejillas.

Trague saliva, cuando colgó.

—¿Y bien? ¿Qué me dices?

¡SI! ¡POR MI PODEMOS CASARNOS AHORA MISMO.

—Eh, no creo que sea conveniente, estoy segura de que tienes co...

—El hecho de que sea un artista no significa que tenga problemas por darme unos cuantos gustos.

Espera, ¿Que? ¿A que se refiere con gustos?.

—¿Estas seguro? Ni siquiera sabes mi nombre. —Abrió sus ojos de sorpresa.

—Oh, es cierto, cuanto lo lamento. Tienes razón —Me quede mirando, sin saber de qué halar—. ¿Y tu nombre es?

—Jade, Jade Adams.

—Lindo.

—Si gracias.

—¿Entonces ahora si aceptas mi propuesta?

Desvíe la mirada, si acepto no sería algo malo.

—Esta bien.

Mostró una pequeña sonrisa y sentí morir de ternura por sus rosadas mejillas.

—Vamos, conozco un buen lugar no muy concurrido.

—De acuerdo. —Suspire.

Deje que camina frente mío y al parecer pensó que no lo seguía pues giro su cabeza en varias ocasiones para verme.

Cuando íbamos saliendo, le escribí un texto a Denise.

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Yo:

Voy a tomar un café con el.

Enviado.

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Me respondió a los segundos, pero decidí no verlo.

—Ven. —Tomó mi mano.

¡Dios! ¡Tomó mi mano! ¡¿Esto es real?!.

Sentí una oleada de calor al acto, un cosquilleo recorrio mi espalda.

Cruzamos la calle, literalmente sentí que caminaba entre entre nubes de algodón.

Este era un nuevo sentimiento para mi, todo estaba pasando demasiado rápido. Soy de las personas que se ilusionan con muy poco.

Eso está mal, lo se.

Cuando entramos al local, un aroma a granos de café y pan recién hecho inundo mis fosas nasales. Me sentía en casa.

—¿Qué te gustaría? —Preguntó con amabilidad.

—Un capuchino simple de fresa.

—¿Algo más?

—No estoy bien.

Me sentía ridículamente intimidada por el. Era alto, mucho, aunque yo también lo era, el igual me seguía superando.

No es justo, ¿Por que el esta mas agraciado en belleza? ¿Por que si tiene pestañas onduladas y yo no?

Dejando mi pequeño drama mental, despues de que hizo el pedido nos sentamos en una mesa que estaba al rincón.

Mi cuerpo no me obedecía, quería simplemente recargarme y tal vez subir los pies al banco delante mio como es que lo hago cuando salgo con Denise. Pero en lugar de eso, tenia mi espalda recta y mis movimientos eran frios y calculados, no me estaba comportando como era, le estaba mostrando a Shawn una Jade que no era realmente.

—Cuéntame un poco de ti. Jade.

Trague y baje la mirada a mis dedos, que jugueteaban con una servilleta de papel.

—¿Qué quieres que te cuente?

—Lo que sea, lo primero que te venga a la mente. Te quiero conocer, quiero que seamos muy buenos amigos.