U N O

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~Sheccid~

Me despierto por el sonido de la alarma, retiro la cobija y me pongo de pie.

Tengo que ir a la escuela, no me preocupa, tengo las dos primeras horas libres pero me gusta llegar temprano para pasar tiempo platicando con mis amigos.

Una vez ya cambiada y lista, salgo de casa a tomar el urbano, espero paciente y me pregunto como me irá en el examen de Inglés, soy buena pero eso no evita que los nervios me carcoman.

Llega el transporte, subo, pago al conductor y voy a un asiento del lado de la ventana.

Me pongo mis audífonos y escucho música todo el camino.

Al llegar a la escuela, me topo con que hay chicos nuevos y lo más raro, en mi salón.

Algo en mi interior, se estremeció y una sensación de alerta me recorrió entera.

¿Pero que demonios me pasaba?, mire hacia atrás de mi y vi un chico de ojos grises y cabello negro, el cual me sonrió.

Todo mi cuerpo se tenso, no sabía que le pasaba a ese muchacho , guapísimo muchacho, pero lo mejor era alejarme.

Entre en mi aula y saludé a mis amigas, Karla me recibió con una sonrisa.

- ¿Estas bien?, te ves algo nerviosa. - sonreí tranquilamente y negué.

-Estoy bien, supongo que son los nervios del examen. - dije haciendo aspavientos.

Esperaba que se creyera esa excusa, no quería mencionar al sexy y aterrador chico de la entrada.

Ella sonrió y asintió, obviamente me creyó.

- No se porque te preocupas, o sea siempre pasas. - dijo Roxan, entrometiendose como siempre.

Suspire y le dirigí una mirada cansada, como detestaba que se metiera donde no la llamaban.

- Podrías no meterte donde no te llaman. - dije dedicándole una mirada mordaz.

Eso me extrañó, normalmente la soportaba al fin y al cabo, era mi amiga pero hoy parecía tener un instinto asesino a cualquier cosa que me molestase.

Ella me miro sorprendida pero se calló y se alejó, Karla me miro dubitativa.

- ¿Segura que te sientes bien?- pregunto dudosa, suspire y asentí, le indique que saliéramos del salón.

Me siguió, pero afuera choqué con un abdomen duro, wow, este chico debe estar como el chocolate.

Mire hacia arriba para observar a mi obstáculo, mi aliento se quedó atrapado en mi garganta, dioses, estaba guapísimo.

Sonreí en disculpa y me alejé.

- Lo siento. - dije mirándolo, se me hacía familiar pero ¿de donde?, yo recordaría tan magnífico espécimen.

- Esta bien.- dijo frío y un chico pelinegro se acerco, también era demasiado guapo.

Dioses, este año llegaron muchos adonis.

- ¿Sheccid? - pregunto y mire a sus ojos oceánicos, ¿como sabía mi nombre?

- ¿Quien eres? - pregunte desconfiada y me tense, mis manos me picaron.

Todo como si fuera un animal dispuesto a atacar, ellos me miraron extrañados.

- Soy Logan... Logan Rizzo, nos conocimos de pequeños. - un recuerdo me asalta y lo miro con otros ojos.

Logan.

Abro los ojos como platos y parpadeo repetidamente.

- ¿Logan? ¡Wow! Te ves tan... Dioses, ¿que hacen aquí? - exclame cuando salí de mi estupor.

- Vinimos por trabajo de mis padres.- contestó risueño.

Un momento, el adonis super guapo es...

- Me voy a mi salón, adiós. - dijo secamente León.

Ugh, recuerdo que es un pesado con un humor de...

- Adiós.- contestó Logan y luego se dirigió a mi.- Vaya estas muy guapa, Sheccid, seguro tienes muchos pretendientes.

Oh por todos los dioses, siempre me tienen que interrumpir. Me sonrojo ante el halago.

- Si, tengo algunos pero ninguno que me interese especialmente. Espero el amor, gracioso, porque soy filofóbica, y en cuanto algo se va dar, corto lazos y me alejo. - digo dando un resoplido.

Me sonríe comprensivo, y luego niega sonriendo y sacudiendo su cabello, haciendo que algunos mechones le caigan en su frente.

- Tranquila, ya llegará el indicado, tal vez, es quien menos esperas. - le miro extrañada, detectando un broma personal en aquella frase.

Asiento y sonrío.

- ¿En que especialidad vas? - él se rasca la nuca y me mira a los ojos.

- Programación. - dijo nervioso.

Sonreí, iba en el salón de al lado, sería genial que nos hiciéramos amigos pero supongo eso no pasará, él va en otro salón y seguro nuestros horarios no coinciden.

- Genial, veo que León no ha cambiado nada...- comento dudosa y él sonríe en disculpa.

- No te lo tomes personal, León es muy... Sólo ignora lo que diga o haga, tiende a ser un pesado. - suelta una risa nerviosa y me siento un tanto incómoda.

Me paso una mano por el cabello y miro al interior del salón, no note cuando se metió Karla.

-Bueno, fue un gusto verte Logan, debo entrar antes de que llegue el profesor, Adiós. - digo y camino hacia el salón.

-Adiós... ¡Oye! ¿Querrías ir a mi casa a comer? Mis padres estarían encantados. - dice con una sonrisa.

Me lo pienso y asiento, sólo debo pedir permiso a mi madre pero siempre me deja.

- Si, sólo deja pido permiso, te aviso a la salida.- y con eso entro a mi salón.

~*~

Las clases pasan aburridas y llega la hora de salida, camino con Karla, Karina, Roxan y Wendy rumbo a la entrada, donde están los camiones.

Ansío llegar a casa, pero de repente un recuerdo de Logan invitándome a su casa me viene a la mente.

Demonios, olvidé por completo su invitación.

La verdad no se si me apetece ver la cara de amargado que tiene León, aunque eso no le quita lo guapo...

¡Que cosas piensas, niña del demonio! ¿Quien eres tú y que hiciste con Sheccid?

Hago una mueca, mi molesta subconsciente tiene razón, ¿que me pasa?

A lo lejos veo a Logan con un chico más alto que él y luce más mayor, de la edad de León pero este comparte ciertos rasgos con Logan, cabello negro y ojos azules.

Los ojos de Logan conectan con los míos y sonríe, imito su gesto y saco el celular rápido para marcar a mi madre.

Ella contesta al tercer tono y me da permiso, para cuando termino de hablar con ella, Logan ya está a unos metros de mi.

Dioses, hubo algo que no pensé, tendré que aguantar a León.

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