D I E C I S É I S

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~León~

Después de la disculpa de Sheccid, nadie supo que decir o pudo ser capaz de detenerla. Pase la noche dando vueltas a mis pensamientos, tratando de averiguar que querían los demonios y que haría con respecto a ella, soy su guardián mi deber es protegerla ante todo, y me molesta la idea de lastimarla rechazandola como alma gemela.

Pero deseo amar a alguien por mi libre decisión, no porque nació para mí o viceversa, pero no es tiempo para eso.

Una guerra cada vez está más cerca, puede ser en cualquier momento, debemos estar listos y debo cuidar a Sheccid, pensando eso me quedo dormido.

***

A la mañana siguiente, me despiertan los gritos de Nicole y Anabelle, espero no se estén matando, no tengo deseos de limpiar la sangre.

Bajo algo adormilado y pensando en si habrá leche con chocolate en el refrigerador, llego para observar como Nicole le pega con un pan a Anabelle y ésta le devuelve el golpe con una manzana.

- ¿Si saben que la comida es para comerla, no para pelear?, ¿en que momento volvieron a preescolar? - se detienen y me miran nerviosas, saben que ante mí deben comportarse.

No es que sea un antipático aburrido pero algo que no tolero es que peleen por tonterías y más aún, el desperdicio de comida, es valiosa.

Las ignoro y camino a mi anhelo, leche con chocolate, tomo el envase y busco un vaso para servir el contenido.

Logan ingresa en la cocina y se sube a la mesada.

- ¿Cómo amaneciste? - pregunta con una sonrisa radiante, en serio, a veces me pregunto como la mantiene.

- Bien, normal, supongo. - contesto sirviendo la leche, le doy un trago.

- Anoche no podía dormir... Estoy preocupado por Sheccid, Nicole me contó lo que pasó y creo que quien debe disculparse no es ella, es Anabelle.

Al escuchar su comentario volteo y alzo una ceja.

- ¿Qué ocurrió exactamente?.

Después de relatarme todo con los detalles que pudo dar, fui directo a mi cuarto, tomé mi toalla.

Me desvisto en el baño, abro la llave y el agua caliente me recibe, no es que sea delicado pero siempre he odiado bañarme con agua fría, a menos que sea necesario pero si hay agua caliente, no duden que me bañare con ella.

Salgo, me cambio deprisa y me voy camino a casa de Sheccid, tendría que haber ido antes con Tyler pero estaba cansado.

Cuando voy en la entrada, una llamada llega y veo el nombre en la pantalla, extrañado atiendo y pongo el teléfono en mi oreja, Tyler.

- Ciao? - contesto, no puedo quitarme a veces la costumbre de hablar en italiano.

- León, Sheccid no llegó anoche a casa y no está en casa de ninguna amiga, la última vez que se le vio fue cuando salió de tu casa. - dice agitado.

Me detengo y miro al final de la calle, mi corazón se acelera por la sorpresa, ¿qué? La culpa me invade.

- ¿Qué dices? - inquiero, no, no puede ser, ¿cómo?.

- Que Sheccid desapareció, nadie sabe donde está, tenemos que buscarla, lo más posible es que si nos atacaron anoche, la hayan secuestrado. - la ira e impotencia me recorren entero, esos malditos, los mataré.

- ¿Dónde estás?

- En camino a tu casa, dile a Nicole que necesitamos que haga un conjuro que para nada le gustará, necesitamos que vea que paso cuando Sheccid salió anoche de tu casa.

Corro al interior de la casa y busco a Nic, la veo comiendo Corn Flakes pero se detiene al ver mi expresión.

- ¿Qué pasó? - dice preocupada y deja el plato.

- Creemos que Sheccid fue raptada.

Abre los ojos como platos para decir una maldición en francés y camina hacia mi.

- ¿Qué necesitas que haga? - ofrece determinada y lo agradezco, pero ello no calma la culpa que atenaza mi pecho, soy un pésimo guardián, Lig se equivoco al encomendarme el cuidado de su hija.

- Que veas que paso anoche al salir de aquí.

Ella traga duro y asiente, cuando conjura eso, ve a través de los ojos de algún participante de la escena, lo más probable vea a través de los ojos de Sheccid.

- Esta bien, por ella, lo haré.

***

Ya estamos todos y a pesar de que mantengo una expresión calmada en mi rostro, estoy muriendo de preocupación por dentro, me aterra que la lastimen, se que ella es fuerte pero no puedo evitar sentir esto, se supone que debía cuidarla, para eso fui entrenado y se la llevaron en mis narices.

El conjuro inicia y los ojos de Nicole se vuelven caoba, como los de Sheccid, esta viendo a través de sus ojos.

- Va caminando por la calle pero está asustada, mira atrás, hay... Un chico, es lindo, de ojos azules, le sonríe y Sheccid se asusta más.
Corre, está corriendo, por alguna razón ella le tiene miedo, entró a una tienda, la que está a unas cuadras de aquí, se debate entre volver aquí o largarse a su casa.
Decide asomarse pero no hay nada, decide irse a su casa, carajos... todo está bien, no ha pasado nada.- dice con la mirada perdida, éste hechizo cuesta mucha energía y sólo si es un vistazo, ver demasiado puede matarte.

- Esperen... Vio una sombra, acaba de saltar a unas plantas, dioses, está aterrada, veo... Creo ver quien es... Es... ¡¿LEÓN?!...

Todos me miran pero yo miro a Nicole, ¿yo?

- Pero eso es imposible, ayer no salí de casa, no puedo ser yo. - espeto.

- Ya cállense, Sheccid lo abraza y agradece, dioses, la engañaron, pensó que eras tú. - dice para provocar una mueca en mi semblante, se la llevaron fingiendo ser yo, porque ella confía ciegamente en mí.

Vaya esto si que agranda la culpa en mi interior.

- Pero algo en él, no le gustó, ella voltea verlo y trata de correr, tiene los ojos azules, igual al chico del que huía; la sujeta y ella grita, ¡AAAHHH!... - Nicole gira la cabeza y se toca la mejilla, lágrimas se deslizan por sus ojos.

Está sintiendo todo lo que Sheccid sintió, dioses, me esta matando mi maldita conciencia, ¿porque carajos no la seguí o me ofrecí llevarla a casa? Por que soy un maldito petulante...

Eso sólo me recuerda a ella. "Eres un maldito rubio petulante..."

- Me abofeteo... Digo la abofeteo, Sheccid aún así lucha... Ah, auch, uh... La suben a un auto, el maldito de León ojos azules está sonriendo... - giro y golpeo la pared abriendo un hueco; la ira, culpa e impotencia no caben dentro de mí.

- Ahí acaba, pero quiero saber como está, ahora y cállense, no pueden detenerme. - ordena, la voy a detener pero no puedo moverme.

- Ni lo pienses Leonardo Rizzo. - bufo ante la mención de mi nombre completo.

- Aperite portas, ut mens mea numen, et per suas fenestras, videam, quæso, deam Sheccid respice me tu vis, sed gradus ad auxilium providere debet mentem tuam mihi, et aperi ostium mihi.- recita, sus ojos se vuelven uno rojo carmesí y otro azul eléctrico.

- Está en un auto, con el chico ese, la tiene atada y amordazada, Sheccid está iracunda, su poder está despierto y es... Tan... Poderoso, no puedo describirlo es... Demasiado y... ¡QUEMA! ¡QUEMA! - grita y se toca la cabeza, se tira al suelo, Tyler y yo corremos a verla, Nicole se retuerce el suelo gritando.

- ¡Me quiere fuera!... su poder, ¡me quiere eliminar! ¡Anabelle rompe la conexión! ¡ROMPELA! - Anabelle hace lo que dice y Nicole se relaja, me mira con una expresión difusa.

- Está bien, pero créeme cuando te digo que ese tipo debería temer a Sheccid, no es lo que pensábamos, para nada lo es...

Tyler y yo intercambiamos una mirada de duda para luego mirar interrogantes a Nic.

- Ella no es una semidiosa, ya se porque los Moordenaars se asustaron, Sheccid es... Una Diosa.

Instintos © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora