V E I N T I D Ó S

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Maratón 1/4

Un fuerte golpe remueve todo, mi corazón se acelera al tiempo que abro mis ojos asustada, observo a Draak acelerar, no veo al auto de León.

Anabelle grita cuando otro golpe recorre el pobre auto, entonces me doy cuenta de que otro vehículo nos está embistiendo, León me estrecha contra si, un reflejo protector.

Me levanto y giro mi cabeza para tener una mejor visión del maldito que nos ataca cuando las dudas asaltan mi mente, ¿Dónde están los demás? ¿Qué pasó? ¿Cuánto tiempo llevo dormida?

Tantas preguntas y tan poco tiempo para que alguien me responda, la preocupación que hasta ahora se había relevado por la confusión llega a mí.

- León, ¿qué sucede? - pregunto con voz ronca por haber estado dormida.

Me mira preocupado pero me ignora para hablar con Draak.

- No van a desistir, la quieren y no se rendirán. - dice, las ruedas en mi mente comienzan a girar haciendo "click" al saber la respuesta.

Enviados de Donker, ya había tardado el desgraciado.

- Planean algo, si quisieran matarnos, ya lo hubieran hecho. - dice el ojiazul, debo darle la razón, deben de tener otros planes en mente.

En ese instante, otro golpe impacta al auto provocando que salga de curso y demos vueltas en el aire.

Escucho los gritos de Anabelle, el motor del otro auto, siento el abrazo protector de León y después el choque.

Todo se oscurece y un pitido atronador invade mis oídos, mis extremidades duelen como el demonio pero se que León se ha llevado la peor parte.

El miedo a que pueda estar muerto, recorre mi cuerpo como un rayo despertandome, mis párpados pesan pero logro abrirlos como rendijas.

El coche está de cabeza, veo el rostro lleno de tierra y sangre de León, las lágrimas comienzan a salir, me remuevo y observo a Draak colgando por sus cinturón inconsciente, a Anabelle ensangrentada con distintos cortes en su cuerpo seguramente infrigidos por los vidrios rotos.

Regreso mi mirada a León, veo su pecho subir y bajar con un ritmo lento, avisando que sigue con vida y trayendo alivio a mi alma.

Todos están vivos, heridos, pero con vida, escucho cristales crujir bajo el peso de algo, vienen por nosotros.

El impacto fue lo suficientemente fuerte para sacarnos de combate pero no para matarnos, malditos, nos raptaran.

¿Dónde están Tyler, Logan y Nicole? Me intento levantar pero una ráfaga de dolor me atraviesa, bajo mi vista y observo un cristal atravesando mi vientre bajo.

Mi aliento se atora en mi garganta y quiero gritar con todas mis fuerzas, alguien se agacha y veo a un hombre de ojos azules pero apagados como si el color los hubiera abandonado pero dejando una sombra de lo que fue.

Una sonrisa siniestra inunda su rostro dándole un aspecto aterrador.

- Eres un hueso duro de roer, ¿No? - dice con sorna y el desprecio inunda mi cuerpo ignorando el dolor de hace unos momentos.

- Ella quedo consciente, pero esta gravemente herida, no será difícil llevarla. - comenta a alguien que yace parado a su lado pero no se ha molestado en agacharse como su compañero.

- Llevaremos a todos, a ella, a su guardián, al traidor y a la bruja. - dice el otro y el que me está viendo rueda los ojos.

Debo ponerme de pie, sacar ese poder una vez más y salvarnos, no puedo permitir que nos capturen.

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