V E I N T I S I E T E

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~León~

La noche era silenciosa y apacible, el mar con su intenso azul reflejando las estrellas y la luna como compañía.

La pregunta de ¿Qué carajos hice? continúa atormentando mi mente, no debí decirle eso a Sheccid, no debí acercarme así, lo único que haré es herirla porque de alguna manera, sigo queriendo buscar el amor en alguien que no sea mi alma gemela, porque aún siento cosas por Anabelle.

Pasos suenan detrás de mí, interrumpiendo mis pensamientos y cortando ese hilo de cavilaciones.

— ¿Qué te atormenta, León? — la voz de Anabelle me hace girar, sus ojos me analizan y su semblante luce preocupado.

— ¿Nunca has sentido que estás destinada a algo pero tú quieres explorar, probar cosas distintas pero siempre terminas encaminada a ese destino? — ella me mira sorprendida, se acerca para situarse a mi lado.

— No pero supongo, que tú si y por destino hablas de Sheccid y por explorar, te refieres a que quieres enamorarte de alguien con quien no poseas esa conexión. — dice, la miro culpable y angustiado.

— No es tu culpa querer probar con alguien distinto y tener deseos de ser alguien diferente a ti, siempre has sido así, pero te tengo una pregunta, ¿estás completamente seguro de lo que haces? — sus manos toman mis mejillas y me obliga a mirarla, enfrentarme a las consecuencias de lo que elijo.

— Porque sólo te digo una cosa León, recuerda que tus decisiones, sólo te atormentaran a ti y tienes que estar seguro de lo que eliges o te puedes arrepentir el resto de tu vida. —

Entonces lo pienso, no puedo ser alma gemela de alguien sino estoy seguro de querer serlo o corresponderle como se debe.

No puedo pretender que esto es lo que quiero porque no tengo idea de lo que anhelo, sólo que sé que quiero intentar, acertar o errar, aprender de ello y así cuando necesite saber la respuesta, no tendré dudas.

— Si, estoy seguro. — en ese momento pasa algo inesperado, Anabelle me besa y mi decisión esta hecha, estoy seguro.

~Sheccid~

Estoy en el camarote donde me encerré después de hacer esa masacre, el hecho de haber besado a León, me atormenta, ¿qué demonios hice?

Yo se muy bien, que él quiere hallar el amor con alguien que no sea yo, el hecho de que me desee es sólo producto de nuestra " "conexión" ", muchas comillas, y si dejo que esto avance sólo terminaré herida.

Necesito aire fresco, alejar todo esto de mi mente por un segundo, enfocarme en algo más, siempre he creído que en las estrellas uno puede hallar calma y paz, es como otro mundo y siempre he sentido que pertenezco ahí.

Que loca soy, ¿no?

Recorro el pasillo, subo las escaleras pensando en que nunca que estado así en el mar con un cielo nocturno como éste.

Me trepo a la parte de arriba del yate, lo cual es loco y arriesgado pero, siempre he sido de alguna manera loca y arriesgada.

Entonces escucho todo.

— ¿Qué te atormenta, León? — la voz de Anabelle domina la noche, giro y veo a León recargado en una baranda junto con Anabelle quien parece acaba de llegar.

— ¿Nunca has sentido que estás destinada a algo pero tú quieres explorar, probar cosas distintas pero siempre terminas encaminada a ese destino? — ella lo mira con sorpresa y se acerca a él, colocándose a su lado.

— No pero supongo, que tú si y por destino hablas de Sheccid y por explorar, te refieres a que quieres enamorarte de alguien con quien no poseas esa conexión. — mi mención me llama la atención y lo que dice únicamente me recuerda lo que ya sé.

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