O C H O

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~Sheccid~

Después de enterarme que tengo alma gemela y es León, quien se rehúsa a ser mi otra mitad.

Me duele, mucho, me contuve de llorar cuando escuche sus palabras e ignore su presencia.

Confieso que me encantó ver el dolor en su mirada y la mueca que hacían sus perfectos labios.

No se porque, pero quiero ponerle celoso, es infantil y detesto ser inmadura pero es que ese rubio, me saca de todas las casillas que hay y por haber.

Llego a la parada del camión y pienso en lo que Logan me contó, son Dier, guerreros animal que luchan contra la oscuridad desde tiempos inmemoriables y poseen poderes de los elementos.

Yo soy una, pero no sólo eso, soy una semidiosa, lo cual ni en broma me creo.

Él me aclaró que aún mi divinidad estaba algo dormida por no decir, casi completamente apagada.

Dijo que León no sólo era mi alma gemela, sino también mi guardián.

¿Por qué necesito guardián?

Por qué el lunático de mi tío es un dios al igual mi padre, pero mi tío me quiere muerta, para así gobernarlo todo.

Tengo una familia super rara, pero ahora desviando mi atención a donde verdaderamente me importa, ¿con quien podría provocar celos a León?

¡Ugh! Me odio, digo que no me gusta, ni me interesa León pero quiero ponerle celoso.

Estúpida Sheccid, acabas de descubrir un millón de cosas fascinantes y te enfocas en el rubio petulante.

Con un bufido ruedo los ojos y abordo el urbano, mañana me espera un larguísimo día.

Al día siguiente, hablo con Logan normal y evito a León.

Miro el campus y un escalofrío me recorre, camino hacia allá, siento como si mis piernas caminarán solas.

Mi mente parece desconectada, veo todo en tercera persona hasta que una mano se posa en mi hombro frenandome.

Me gira y es León, la verdad no se porque se llama Leonardo, si nadie le dice así, ni siquiera sus padres.

Dejó de divagar y me enfoco en él, me duele el pecho al recordar su rotundo rechazo.

- ¿Qué quieres? - las palabras son igual al hielo y ello me sorprende internamente.

Él me mira culpable y suspira.

- Lo siento mucho, Sheccid, no era mi intención herirte, sólo quiero ser yo quien elija con quien pasar el resto de mi vida. - la sinceridad en sus ojos me conmueve y lo comprendo.

Adiós, plan celos 007.

- Esta bien, lo entiendo y me hará muy feliz verte enamorandote libremente, - sonrío. - supongo que aun quieres mantener distancia y lo respeto, es afortunada la chica que vaya a tener tu corazón.

Me pongo de puntitas, le beso la mejilla y me alejo en dirección a mi salón, aun me queda una hora.

A la hora de salida, voy con Karla caminando a la puerta cuando choco con un chico.

Uf, se me esta haciendo hábito.

Lo miro y me sonrojo, es bronceado, su rostro es fino y tiene la mandíbula perfilada, largas pestañas adornan sus ojos y cuando miro a estos, me quedo sin aliento, son amarillos.

- Ho-hola, lo si-siento. - tartamudeo nerviosa, es tan guapo y lindo.

- Tranquila, no pasa nada. - sonríe y mis piernas tiemblan, dioses, me pregunto como estará Karla.

- ¿Eres nuevo? - pregunto con curiosidad.

Él sonríe mostrando sus hoyuelos, mis mejillas se calientan.

- Si, vengo de Italia, soy Luca Milani, ¿y tú eres? - ¡ITALIANO! ¿Que demonios tienes con los italianos, Sheccid Orozco?

- Sheccid Orozco, y soy nativa de aquí. - sonrío, veo a los Rizzo y al pelinegro venir, sigo sin saber su nombre.

Los ignoro, me centro en Luca.

- Lindo nombre para una linda ragazza, digo chica. - se ríe y lo imito.

- Gracias, tú eres muy guapo. - comento y mis mejillas arden más.

- ¿Oye sabes donde se encuentra el horario? Más específicamente el de Secretariado 3° semestre. - sonrio como si hubiera ganado la lotería.

- Soy de ese grupo, somos, estaríamos encantadas de mostrarte el horario. - no me percato de que a mi alrededor estaban los Rizzo y ese pelinegro.

- Gracias... ¿Leonardo Rizzo? - aquel nombre me saca de la ensoñación y me giro a ver.

Todos están serios, incluso Logan, él nunca está serio, Karla lee en su celular y no se ha percatado del Adonis al lado nuestro.

- ¿Conoces a León Rizzo? - indago curiosa.

- No te metas mocosa curiosa. - habla León, lo miro molesta y entorno mis ojos al rubio petulante.

- Creo que ya me voy. - dice Luca y lo miro decepcionada.

- ¿En serio? ¿No quieres que te enseñe el horario y el salón? - pregunto y él me sonríe.

- Sería un placer. - Sonrío aún más.

Engancho mi brazo al de él y lo llevo de camino al salón, vamos platicando y me doy cuenta que ama Harry Potter al igual que yo, es un Hufflepuff.

Hablamos de un montón de temas y congeniamos muy bien, llegamos a la parada; las gemelas, Roxan y Wendy ya se fueron.

Veo a los Rizzo ahí sentados, León se pone de pie al verme, ¿que le sucede? Jamás me hace caso.

Me despido de Luca, me besa el dorso de la mano y se sube a un coche negro que se lo lleva.

Suspiro y camino hacia los Rizzo.

- Hola, ¿qué tal su día? - digo suspirando, ha sido tan encantador.

- Sheccid, ¿que paso con Luca? - indaga Logan mientras León nos mira atento.

- Caminamos, hablamos, tenemos muchas cosas en común, fue encantador, gentil, es un Potterhead y ha sido todo un caballero, en resumidas cuentas, hemos congeniado de maravilla. - digo con una sonrisa en mis labios y mirada soñadora.

En verdad ha sido fantástico, ojalá un chico así se fijará en mi.

- Que bien, ambos son tal para cual. - espeta León y lo miro molesta.

¿Ahora que?

- ¿Y ahora que bicho te ha picado? - le regreso molesta.

Oficialmente León Rizzo me vuelve loca y no en el buen sentido.

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