T R E I N T A Y D O S

256 14 2
                                    

Después de merodear un poco, sigo sin saber donde estoy. Lloriqueo enfadada, ¿por qué siempre soy tan acelerada?

— Marco... Polo... Marco... Polo... — digo incesantemente. Nadie responde.

Y todavía mi estómago ruge, diablos, tengo hambre. Unas hamburguesas me vendrían bien ahora.

Escucho pasos, alguien viene deprisa detrás de mí, caigo al suelo, ¡Auch! ¿Quién demonios me acaba de taclear?

Gimo de dolor, forcejeo con mi atacante pero me detengo anonada cuando lo reconozco...

¿Luca?

La sorpresa y la decepción corre por mis venas, cuando entendí todo, él debía estar con mi tío, venía a por mí.

— ¿Por qué? — susurre voz temblorosa. Él me miro arrepentido.

— Este es un mundo donde sino te unes al bando ganador, estás muerto. — dice, la rabia empieza a ebullir en mi pecho.

El cosquilleo del poder comienza a florecer en mí, lo puedo sentir, él me desea y yo a él. Una sensación enérgica se expande por mi pecho.

— Tienes razón... Estás muerto.— una baba negra lo agarra para lanzarlo por los aires.

Me pongo de pie con algo de dificultad, seguro no soy la única a la que han atacado. Percibo unos gritos, no son de auxilio, sino de lucha.

Camino con prisa a la fuente del sonido, veo a los chicos peleando contra Moordenaars, mi estómago se revuelve al recordar lo que hice en la isla. Se retuerce aún más al saber que lo volveré a hacer, tengo que cuidar a las chicas y a Nikolai, son mi responsabilidad y también a los chicos.

Luca aparece por otro lado y me señala con una mueca.

— ¡Capturenla! — vocifera con el labio partido y sangrante, aparte de los rasguños en su cuerpo. Vaya si que le di duro, no lo mal piensen.

— No. Si dan un paso más hacia mí, no vivirán para contarlo. — amenazo, el cosquilleo va aumentando igual que la tensión.

— ¿Qué esperan? ¡Vayan! — avanzan hacia mí y mis amigos tratan de detenerlos.

Estiro una mano y la muevo suavemente sintiendo mi conexión con la tierra, con la naturaleza, extiendo la otra e imito mi anterior movimiento, ahora siento el viento mover las hojas, su energía y fuerza.

Los Moordenaars pasan a los chicos, reúno mis manos estirandolas enfrente de mí, mi piel brilla ligeramente y tiene marcadas venas negras.

Observo a las criaturas que quieren dañarnos, lo harán sin dudarlo, no tengo opción, sino los mato nos seguirán o puedo detenerlos por un tiempo.

Un foquillo se prende en mi mente, excelente, no soy unineuronal después de todo.

— Alto ahí, ¿seguro que quieres hacer esto, Luca? — cuestiono con arrogancia.

Él frunce el ceño a la vez que su boca se tensa.

— Si, ¿por qué preguntas? — dice molesto y yo sonrío inocentemente.

— Porque después de que maté a todos estos tipos, seguirás tú. Sólo quería darte oportunidad de arrepentirte.

Los Moordenaars corren hacia mi dirección, en ese instante todo se ralentiza, los árboles crujen y el viento ruge con ferocidad.

Ramas salen disparadas hacia las criaturas oscuras, los vendavales agitan mi cabello con fuerza. El suelo tiembla bajo nuestros pies, los Moordenaars se detienen espantados.

Una grieta se abre debajo de unos y caen a un abismo desconocido. Miro a Luca, el miedo embarga sus facciones.

Cada vez siento más poder, más ganas de destrozarlo todo y a todos. No por que sea mala, sino porque siento como si fuera la única manera de descargar toda mi furia y euforia. Es como estar muy acelerada y perder los frenos.

— ¿Te rindes ahora? — la burla en mi voz es escalofriante pero convincente. Se ha tragado mi actuación.

Ojalá los Moordenaars no hayan salido muy heridos, abajo ramas los atraparon pero los retendrán todo el tiempo que pueda.

Más grietas. Menos Moordenaars. Más miedo por parte de Luca.

— Si, me rindo, me rindo, pero detente por favor. — ruega desesperado. Entonces, recurro a todo el autocontrol que tengo para detenerme.

Me cuesta trabajo, pero lo logro. Caigo de rodillas al suelo, mi respiración es un desastre por no decir del lugar.

— León, Draak, agarrenlo, lo llevaremos para que nos proporcione información sobre Donker. — ordeno.

Una vez que me calmo, la marea de emociones me golpea con fuerza como si de olas se tratará; tristeza, decepción, dolor, nostalgia y miedo.

Las lágrimas se acumulan en mis ojos, aún observo el suelo, mi cabello cae como cortina aislandome del resto.

— Todos suban al camión, ya voy. — cuando creo que estoy sola, me quiebro... De nuevo.

Los sollozos escapan de mí, las lágrimas ruedan por mis mejillas lentamente, mi cuerpo es sacudido por espasmos.

El asfalto se moja de lágrimas mías, ¿por qué diablos sigue pasando esto? Yo no quería matar a nadie, nunca quise hacer daño a nadie.

Es únicamente que pareciera que cuando mis poderes surgen, mi humanidad fuera oprimida. Y sólo pienso en acabar con el enemigo, también en lo fuerte y poderosa que me siento.

No quiero que eso me consuma, soy más fuerte que eso, tengo que ser más fuerte que eso.






__________________________
Curiosidad: Feliz San Valentín, hoy traigo un capítulo extra, ¿qué piensan? ¿Quieren matar a Luca? ¿Quieren matarme? Espero que no, porque yo los amo, díganme, si la próxima semana quieren maratón  y de cuantos capítulos, dejen en los comentarios sus ideas, y por favor, apiadense de esta chica que pasó sin pareja este Día del Amor, y que pasará tal vez el resto de su vida igual, ¡Uff! Que triste. Bueno, me despido hermosos, hermosas, y hasta la próxima vez que no aguante mucho tiempo sin subir, porque tengo ocho capítulos más, escritos ya para publicar. ¡Si! ¡Bye! 😍 😍

Instintos © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora