XI

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—Rob. —Azotó la puerta, con Wally en el interior.

El pelirrojo le veía con clara preocupación en el rostro, mientras que él caminaba de un lado a otro. No deseaba discutir, mucho menos hablar; su lobo exigía salir y destrozar todo, todo lo que le recordará a Bruce... absolutamente todo.

—Sé que no deseas hablar de esto, amigo. Pero llegaste con todas tus cosas y... ¿Qué sucedió con Batman? —Gruño para sus adentros.

—Me despidió. —Soltó casi en un rugido, girando sobre sus talones para darle la cara, y aunque seguía usando sus gafas oscuras, sabía que su expresión era de fiereza profunda.

La boca de Wallace cayó — ¿Qué? ¿Te... te despidió? ¿Cómo es eso?

Resopló, jalándose los cabellos —Me la paso más con los Titanes que en Gotham y... llegue segundos tarde a ayudarle. ¡Estaba nevando! Me fue difícil lograr robar una moto de nieve y llegar a su ubicación. Pero lo logramos y... me despidió. El bastardo... —Se dejó caer en la cama y a los pocos segundos Kid Flash se acomodó a su lado.

—Lo siento mucho amigo... pero, ¿Eso significa que ya no serás Robin? —Se tensó y negó.

—Yo elegí este nombre, el traje, incluso cuando lo modifique para dejar los pantaloncillos cortos y volverlos largos. Sólo... dejé de ser compañero de Batman. —O así lo veía él. Juntos sus manos y las apretó, logrando sentir como una de sus uñas se había convertido en una garra.

Rezongo.

—Sabes que nosotros siempre estaremos para ti, Rob. Somos tu equipo, tus amigos.

—Gracias, Wally... eres mi mejor amigo y... solo necesito estar un tiempo a solas. Por favor.

—Claro. Tomate tú tiempo. —Y con ello abandono el cuarto de su líder.




Sinceramente no había esperado ver como su puerta de abría a media noche, lo que casi lo obligo a saltar fuera de la cama y buscar patear al intruso. Un quejido y unos cuantos golpes dados y recibidos después, pudo notar de quien se trataba — ¿Roy? —Se estiró para jalar la cuerda de la lámpara en su mesa de noche.

Allí sobre su trasero y acariciando su barbilla se encontraba el pelirrojo —¿Te han dicho que das buenos derechazos?

—No mucho. ¿Estás bien? —Le tendió el brazo y le ayudo a levantarse.

—Sí, solo que no había esperado que me recibieras así.

—Sabes que no estoy de los mejores ánimos, Speedy.

—Basta de formalidades Dick, venga, vamos a salir. —Rodó sus ojos —Sabemos que lo necesitas. Tú lobo lo necesita. —Un bramido abandono de su garganta; lo sabía, había aprendido lo suficiente al lado de Roy los últimos meses y lo apreciaba, su lobo y él ahora se llevaban un poco bien, solo que cuando se enojaba... era difícil.

—Está bien. Vamos. —El pelirrojo elevo ambos puños al aire y lo tomo del brazo para que abandonaran el lugar rápido.




Como siempre, dejaban sus prendas en un lugar apartado de la torre. Y Dick no podía evitarlo; no podía evitar no quedarse viendo como su compañero de equipo y amigo, había crecido, en todo sentido de la palabra.

❝ Aullando a la Luna ⌜ ᴅᴄ ⌟Where stories live. Discover now