❝ Aullando a la Luna ⌜ ᴅᴄ ⌟

XXXIV

BRUCE

Su transformación no había concluido cuando una masa de carne y piel chocó contra su cuerpo, estrellándolos contra una rosa que se agrieto sin espera. Su lobo bramo, molesto y ofendido, que cuando finalmente tomo toda su forma, se impulsó en sus patas traseras en el suelo y uso las delanteras para sacarse al otro de encima, enviándolo lejos.

La bestia oscura aulló dominante, para luego apreciar la –un poco más pequeña– marrón en el suelo. Pero esta no tardo en girar y ponerse sobre sus cuatro patas. Fue sorprendente para él ver que no solo tenía pelaje café, sino que bajo la trompa y de allí hasta ocultarse en su vientre se dibujaba una angosta línea blanca. No tuvo tiempo para estudiarlo por completo cuando Hal- No, el lobo, se lanzó de nuevo, buscando atacarle.

Y lo logro, Bruce, aunque se movió a un lado, no previo ver como las fauces se clavaban con rudeza contra su cuello, haciéndolo vociferar de dolor. Podía sentir el enojo, la molestia e irritación conforme a lo que su piel se rasgaba.

"Suficiente."

Se zarandeó, logrando quitárselo de encima, solo logrando que la sangre brotara. Harold azotó el suelo, soltando un sollozo. No le importo. Se le subió encima y fue esta vez él quien ataco, escuchando el aullido lanzado al aire.

Se mantuvo largos minutos así, usando su peso como barrera para que el otro no lograse sacárselo de encima. Soló hasta que dejo de sentir la tensión, lo soltó. El lobo marrón volvió a soltar una exclamación de dolor, que fue acallada a las prontas lamidas que comenzó a ofrecer en la zona herida, saboreando la poca sangre.

Negro y pardo se toparon entonces, para luego darse lamidas mutuas. El lobo del linterna finalmente contemplaba la idea de sumisión, por lo que con cuidado, el negro se bajó y le dio espació para que girase. Ya no existía mente humana como tal, solo la animal.

El más bajo una vez recompuesto, se acercó a él y froto su frente contra el pelaje oscuro, hasta dar con la aun llaga abierta. Le regreso el favor, pasando su lengua por esta, acompañada de suaves sonidos de disculpa. El cual el otro acepto, acicalándole de igual forma, dándole a saber también quien mandaba, quien era el líder, el alfa.

Todo bajo la luna, que brillaba y los observaba en sumo silencio.

JASON

—Lo siento por esto, Robin. Pero espero podamos trabajar la próxima vez.

—Claro, Batgirl.

La pelirroja le sonrió, saltando del edificio y perdiéndose entre las calles aun iluminadas de Gotham. Soltó un suspiro, aburrido. El equipo de la heroína se había comunicado, justo cuando trataba de coquetear, alertando que necesitaban la ayuda de la taheña para una misión.

Y aunque Batgirl pareció dudar, Jason le aseguro que estaría bien. Igual solo quedaba una hora para terminar la patrulla y no había nada interesante en su zona. Ajá, sabía que la chica no lo llevaría para nada.

Se levantó, solo para saltar de tejado en tejado. Pasando a ver Crime Alley y de ahí a la casa de Selina. La felina vivía aparte de Poison y Harley... y sinceramente no se sentía aun listo para encararlas solas. Era un traidor, después de todo. Una vez llego al edificio de la ladrona, uso un colgadero y bajo hasta la ventana abierta. Allí dos gatos descansaban, que una vez al verlo saltaron al interior del hogar —Uh... ¿Selina?