THINGS ━━ bakugan

🎄 Especial Navidad 🎄

  Imagina que estas pasándola bien, puesto que es un día especial, la navidad tu época favorita en él año.

  Pero ahora solo tenias pensado disfrutar de todo esto, ya que la Navidad es algo especial para ti.

Dan Kuso.

  Tus amigos y tu, ya estaban por realizar la cuenta regresiva para el día tan ansiado, él veinticinco de Diciembre.

  Tu te encontrabas alado de él chico de orbes carmesíes, o la persona nombrada él peleador mas fuerte en él mundo.

  Sin duda, no te habías percatado de su presencia o eso hasta que una chica de cabellos platinados había tocado tu hombro, en busca de tu atención.

  Dirijiste la mirada en su dirección, completamente confundida. La chica señalo con su dedo índice arriba de ustedes dos.

  Tras dirigir la mirada a aquella parte, tus pómulos cobraron un intenso color rojizo.

  En aquel lugar había un "muérdago". Y como lo dicen en laa reglas, segun tu amiga Julie, tendrían que besarse.

  Maldeciste por lo bajo. Como las reglas lo decían, tendrías que besar a Dan.

  Jalaste su prenda suavemente, él cual atrajo rápidamente la atención de él castaño, quien sólo bajo su cabeza un poco debido a la altura. Imitaste la acción de la chica de orbes grisáceos. No querías hacerlo pero sabias que ella no se detendría hasta conseguir lo que quería.

  Él castaño entendió rápidamente tu mensaje, estabas nerviosa por el hecho de que nunca habías dado tu primer beso. Dan al notar tu mirada, una cara pícara había aparecido.

—No me digas que nunca haz besado a nadie.— en él chico yacía una sonrisa burlona.

—E-este...—murmuraste nerviosa.

—Ya sabia yo.—chasqueo su lengua, burlonamente.—no si quieres reservalo para un príncipe de fantasía o algo así, té lo dejó.—comentó.

  No sabias sí estabas molesta o ofendida, de hecho hasta los demás sabían que Dan se había  pasado con su comentario. Pero en vez de ayudarte, les habia ganado la intriga de saber que es lo que sucedería después.

—No mejor...—el castaño no logró continuar, debido a que tú tomaste sus mejillas bruscamente, para después lo besaste.

  En tus mejillas yacía un color intenso, pero también un ceño fruncido.

Shun Kazami.

  Suspiraste por milésima ves, en la pequeña fiesta había un pequeño baile de improvisto, en él cual solo veías como tus compañeros bailaban con sus respectivas parejas.

  Allí fue en donde te maldeciste a ti misma, por no conseguirte un novio.

  Pero de pronto, una mano se había posado frente a ti.

  Retiraste la mirada de la pista de baile, para observar de nuevo a aquella persona, él chico que colocó una mano en tu dirección.

  Era Shun, Shun Kazami.

  Él de orbes color ámbar, tomó tu mano tras no ver ninguna acción favorable de tu parte.

  Comenzaste a analizar lo que estaba pasando, él chico con él que compartías las aventuras de tu niñez, te estaba llevando consigo a alguna parte de la mansión de Marucho.

  Comenzaste aponerte algo nerviosa, pensabas en algunas cosas peores, incluso si te iba a violar, pero todos eso pensamientos fueron retirados, al instante en él que viste un bello paisaje.