THINGS ━━ bakugan

0 0 6 | Dan Kuso.

"Días Malos".

  Una chica de cabellos azulinos había cerrado brutalmente la puerta principal de su hogar, pues otra pelea con sus padres la había vuelto realmente eufórica, nunca pensó que su vida se trataría de esa manera, sus padres no eran él problema sino él tiempo.

  Parecía que como ayer ella tenia la edad de siete años sus padres tenían una buena relación con su única hija, era muy querida por ellos pero de un momento a otro cuando ellos empezaban a frustrarse por ello, sus padres trabajaban todo él día dejando a la adolescente sola, nunca aunque si llegaban nunca tenían tiempo para ella, solo eran ellos, pagos, impuestos, trabajo, eran una máquina que parecía estar trabajando para él mismo gobierno.

  Cuando la chica había empezado a tener cambios hormonales en la adolescencia, su madre no estuvo en ese momento dejándola técnicamente incomprendida por aquello que estaba ocurriendo, cuando ella se esforzaba por un gran trabajo, su padre no se encontraba en ese momento justo para enorgullecerse de ella, cuando fue él baile de graduación de su escuela, ellos jamás aparecieron nunca observaron todos los logros que les ofrecía su querida hija.

  Solo con un "estaremos allí a tiempo, esta vez" lo resolvía sus problemas psicológico ya estaban hasta él tope, pero aunque tratara de drogarse, cortarse, enfermarse, sus padres de igual forma no la tomarían en cuenta, aveces solo se quería sentirse amada por algún cariño, de cualquiera pero solo quería sentir aquello que la hacia sentir que todo estaría mejor, esas mismas palabras que emanaban en su cabeza cada vez que tenía algún problema, pero ahora en vez de ello solo había un completo "pero" entre aquello.

  Cuando camino con mal humor, su caminata era demasiado rápida cómo para que alguien se apartara de su camino.

  Por otra parte cuando estaba caminando a paso realmente molesto, una personas hacia chocado con ella provocando que ambos cayeran por él impacto que habían recibido.

— ¡Ay!. — exclamó aquella persona con la cual había chocado. — ahora si me dieron una buena. — la chica se sentía de una manera apenada ante aquello que ocurrió.

— Lo siento. — ser disculpó la peliazul ante en chico que había golpeado.

  Cuando le dedicó una mirada de reojo él chico con él que había chocado accidentalmente, su mirada había quedado atrapada en aquellos ojos color escarlatas que poseía él adolescente, él contorno de su cara era perfecto, todo era perfecto, llegó a pensar que era la persona más linda que había visto, lo malo es que ella ni penaba en al amor a primera vista.

— E-eh no hay problema. — él chico la observó como ella lo había hecho por tal razón le chica poseía un color parecido al de los ojos de aquel pelicastaño pero en la parte de las mejillas. — s-soy Dan, Dan Kuso. — se presenta mientras coloca una en su nunca un poco avergonzado. — los accidentes pasan no hay problema. — sonríe un poco confiado ante ello.

— (T-t/N) Misaki. — se presenta mientras toma aquella mano que él había extendido para ayudarla a levantarse.

— Ese es un lindo nombre. — admite mientras él color rojizo se apoderaba lentamente de él rostro de la peliazul.

— Gra-acias. — agradece un poco tímida ya que así se sentía.

— No hay de que. — mira a la chica con una sonrisa. — pero ¿que haces en un lugar como este y a estas horas de la noche?. — cuestiones un poco curioso ante las preguntas.

  La chica estaba pensaba si decirle aquello o no, ya que de algunas manera él le trasmitía una confianza, pero alavés ni podía contarle sobre sus problemas familiares, en fin de cuentas hizo omiso abre aquello que él había dicho sobre él lugar reaccionó un poco para después dirigir su mirada hacia sus alrededores y definitivamente era un barrio destrozó, agua la pregunta que la invadía a ella sería ¿que esta haciendo aquí él chico?.

— E-eh, salí de mi casa por problemas familiares. — susurra mientras se durante un poco tonta ante aquello, baja su mirada lentamente al suelo.

— Oh, lo siento. — él chico se disculpa de una manera un poco apenada ante la pregunta que había hecho.

— No hay problema. — susurra mientras levanta un poco su mirada. — tu ¿que haces aquí?. — cuestiona de la misma manera la peliazul, para cambiar de tema rápidamente.

— B-bueno vengo de visitar a mi amigo. — explica él castaño. — verás siempre tengo que cruzar esta avenida para llegar a su casa. — menciona por último.

— ¿Vienes todos los días aquí?. — cuestiona en un tono curioso mientras lo observa, el mantenía una sonrisa que parecía decirlo todo pero también una mano en su nuca.

— Tal vez. — menciona un poco culpable.

— Entiendo. — saca un papel mientras anota algo en aquella parte, el chico la observaba de una manera curiosa por lo que estaría haciendo.— ten. — extiende aquel pedazo de papel en su dirección. — llamame cuando quieras conocerme en otra ocasión. — menciona para después ofrecerle una sonrisa que mostraba felicidad, después de aquello solo había decidido irse de aquel lugar dejando completamente a el castaño con cierto sonrojo en su rostro.

  Jamas en su vida se había atrevido a darle a un desconocido su numero telefónico, pero ahora tendría que apostar por realizar cosas nuevas ya que todo no va a llegar a sus pies por arte de magia.

  Debía de preocuparse por algo que no fueran sus padres, debía de tener amigos, debía tener una vida sin dolor o tipo de sufrimiento en ello, debía de crecer, debía de madurar, debia de conocer nueva gente, debía de conocer el amor.

  Días después de aquel mismo incidente el la había llamado finalmente, y aunque al principio le había preocupado a la peliazul que cierto chico tuviera algún tipo de relación amorosa con alguien, técnicamente se sentiría una estúpida, pero de aquel modo tendría que conocer a alguien mas.

  El chico le había pedido salir a un parque de atracciones, a fin de cuentas ella había aceptado después de todo no podría dejarlo de esa manera solo porque no se sintiera segura de el todo, después de todo ya no estaría tan sola como ella se lo esperaba, tenia a su ahora mejor amigo Dan Kuso.