THINGS ━━ bakugan

🎄Especial Navidad 🎄

Lync Volan.

  En los Vexos también celebraban dicho evento que ocurría cada año el   veinticinco de Diciembre. Era uno de los pocos lujos que tendrían los Vexos.

  Allí es cuando entras tú, como una compañera de los Vexos, la pequeña en edad, y la más manipulable.

  Todos en el lugar te conocían, por el simple hecho de no poder defenderte, lo cual te provocaba cierta molestia. Zenoheld te habia reclutado porque sabía que eras una buena peleadora pero en serio querias irte de este lugar.

  Caminaste por los pasillos para dirigirte a tú habitación. De hecho cada esquina estaba decorada con un adorno navideño, tú amabas esa epoca pero no podrías expresar tú felicidad.

  Apenas te diste cuenta, sonreírte al ver a uno de tus compañeros, el chico que siempre te defendía, el chico que te protegia de cualquier daño, el chico que te robo tu primer beso.

—Hola, ¿que te trae a mi habitación?. —le preguntaste amablemente a el ojiazul.

—Date la vuelta.—ordenó. Lo miraste algo confundida.

—¿Que?.—cuestionas nuevamente.

—Ya oíste. —sonrió.

  Tomaste un poco de aire, y lo obedeciste. Al momento de darle la espalda, una suave tela cubrió tus ojos, impidiéndote ver.

—¿Que vas a hacer?. —le preguntaste.

—Shhh...—te calló.

  Lync te habia guiado a lo que era tu habitación, asi que con tan solo oprimir varios botines, tu habitación ya estaba abierta.

—Voy a pedir que me cambien la contraseña. —comentaste, al momento de escuchar como tú puerta era abierta.

  El de orbes azulinos ya habia quitado la venda que cubría tus ojos, ahora logrando que vieras lo que ahora era tu habitación.

  En tu habitación se encontraban todo tipo de adornos decorando totalmente cada lugar, luces en las paredes que le daban un toque especial. Definitivamente lo que esperabas ver despues de una larga y cansada jornada de trabajo.

—Muchas, muchas gracias. —te habías lanzado sobre Lync, dandole un abrazo que por supuesto él te correspondió.

—¿Te gusto?.—preguntó algo avergonzado.

—Me encanto.—afirmarte, besando su mejilla.

Keith Clay.

  Era un día lo bastante especial para ti, y al parecer eso ya lo sabía una de tus personas favoritas, Keith, el hermano de tu mejor amiga.

  Sin duda ambos ya tenían varios αños saliendo. Así que por lo tanto quería darte una gran sorpresa de la cual nunca te pudieses olvidar.

  El chico ya lo tenía todo, se reunirían en la ex guarida de la resistencia, para así convivir con los viejos amigos.

  De hecho tú tambien estabas demasiado nerviosa. Llevabas mucho tiempo con tu novio y querías darle ahora una pequena sorpresa.

  Cuando ambos ya se encontraban en aquel lugar, o al menos cuando ya habias tocado la entrada de el mismo, al instante habias intercambiado miradas con tu pareja.

  Ya era el momento de repartir regalos.

  Ustedes eran los ultimos que faltaban. Te acercaste a pasó corto a el pelirrojo.