0 0 9 | Ace Grit.

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"Nuestra Boda".

  Boda, un día de felicidad para casi todos los que acompañaban a los novios que hoy en su día festejaban su amor entre ellos.

  Una de los novios se encontraba técnicamente muy nerviosa ante su boda, pensaba que ninguna novia estaría de ese modo así que intentaba quitarse esos pensamientos de su cabeza.

— ¿Feliz?. — cuestiona una chica que se encontraba cerca de ella.

— Nerviosa, Alice. — admite mientras se muerde nuevamente su labio inferior. — ¿donde esta Mira?. — cuestiona.

— Ella esta con tu padre, al parecer lo esta arreglando. —;responde la pelirroja mientras intenta colocarle aquel velo que debería de estar en su cabello.

— Gracias. — agradece la chica mientras se observa en él gran espejo que se encontraba enfrente de ella. —;¿como me veo?. — pregunta sintiéndose un poco tonta con aquella pregunta.

— Hermosa. — responde alguien mas que al parecer no es la pelirroja.

— Papá, gracias. — aquel hombre de aproximadamente cuarenta y tantos años de cabello rojizo claro se encontraba observando a su hija él día mas feliz de su vida.

— Te ves fenómenal, hermanita. — habla aquella pariente de la chica que poseía él pelo rojizo un poco mas intenso.

— Gracias, Mira. — agradece.

— Alice, creó que Shun estaba buscándote, deberías ir. — la chica se sorprende pero asiente para después dirigirse a la puerta.

— Creo que somos muchos pelirrojos en este lugar. — admite la chica vestida de novia observando a su hermana menor.

— Graciosa. — habla feliz.-te voy a extrañar. — admite la chica derramando finalmente algunas lágrimas de tristeza/felicidad.

— Mira. — toma de los brazos a a su hermana menor, mientras la atrae lentamente a ella para así darle un abrazo calido. — no te sientas de esa manera iré algunas veces, además tienes a Dan quien cuide de ti. — guiña un ojo mientras que la pelirroja se torna de un color carmesí.

— E-eh.. — la chica balbucea ante aquello que había mencionado la ojimorado/azul.

— Las dejare solas. — habla él padre de aquellas chicas. — y (T/N). — capta la atención de su hija mayor. — te espero en la entrada. — ella asiente felizmente.

— Quisiera que mamá estuviera aquí.. — susurra la mayor allí débilmente.

— Tenemos que dejar aquellos recuerdos en el pasado y vivir él presente como ahora. — menciona la menor para después arreglarle el cabello a la chica.

— Tienes razón, Mira. — menciona para después dejar escapar un ligero suspiro, la verdad era que se encontraba demasiado nerviosa nunca había sentido la impotencia que sentía en estos instantes.

  Fue en ese instante cuando ambas chicas escucharon la dichosa melodía donde se inicia la boda, como suponía que el chico se encontraba ya esperando ella debía de estar por el camino, inhaló y suspiro repetidas veces.

— Solo relajate. — menciona la chica se posaba enfrente de ella para al mismo tiempo susurrarle un "suerte" como despedida.

  El día de su boda, este se suponía que era el día mas maravillosos de su vida, cuando finalmente eligiria a una persona para amarla por siempre, ella se encontraba nerviosa sin duda no sabia si irse corriendo o solamente respirar.

  Se dirigió en donde ahora se encontraba su padre este la tomo, mientras que había dejado que su hija se reponiera de aquellos nervios.

— No dejes que me caiga. — menciona en voz baja para después cerrar los ojos fuertemente.

— Nunca, cielo. — pronuncia para que al mismo tiempo se dirijan al altar.

  Todos los invitados se habían levantado de sus lugares anciosos por ver a la novia, entre ellos estaban sus mejores amigos los que la apoyaron en cada momento de su vida, los que la valoraron en cada momento, los que jamas dejaron que derramara sus lágrimas por algún idiota, incluyendo a el peliturquesa, de nombre Ace.

  Ella estaba observando a cada uno de sus invitados, había gente conocida otras no tanto pero todos eran queridos por los novios, fue allí cuando su mirada se había cruzado con la mirada de él peliturquesa, este lucía un smoking debía de admitir que se veía apuesto luciendo así, este le brindó una sonrisa cálida, aquello solo basto para que la pelirroja se tornara de un color rojizo casi idéntico al de su cabello.

  Sus piernas temblaban, sinceramente estaba demasiado nerviosa, ella había notado que había apretado un poco él brazo de su padre así que decidió calmarse, no era normal que la novia se pusiese de esa forma, ella debía de sentirse feliz o emocionada.

  Siendo sinceros la chica no esperaban que llegasen rápido, el padre de la chica tomo su mano para que después se lo entregara a el de ojos grises.

— Cuidala. — pronuncio en un susurro para que después de aquello le diera un beso de despedida a su primogénita en la frente, el chico solo miraba aquella escena, no era tampoco como si estuviese celoso de su padre.

  Después de que el padre de la chica se fuera ella le había dedicado una pequeña sonrisa nerviosa a el chico mientras que el solo se dedicaba por acarisiar su mano en un intento de calmarla.

  El querido padre había alzado sus brazos para que al mismo tiempo todos lo recibieran como si el quería que tomaran asiento, aunque eso hicieron.

— Estamos reunidos en este glorioso día para presenciar la boda de nuestros queridos hermanos. — paso su mirada hacia la pareja que se encontraba enfrente de él. — (T/N) Clay y Ace Grit, ellos han luchado por su amor y por mantenerlo en santo matrimonio. — la chica dirigió una mirada de reojo a su futuro marido, definitivamente el seria un buen esposo.

  Ambos también habían tomado asiento por petición de el padre, la chica trataba de pensar cono es que paso todo rápidamente podría recordad que ella y el se había conocido a los 9 años, ese fue el principio, aun estaban tan pequeños como para saber que iba a suceder primero. Poco después habían tenido un reencuentro a los 14 años cuando se habían vuelto a ver ellos cruzarían segundo de secundaria. Después a los 16 años tomarían la misma carrera profesional, el amor había surgido por lo que cada uno sintió después de mirarse por los años, técnicamente su destino era estar juntos.

— Entonces Ace, aceptas a (T/N), como tu legitima esposa para amarla, protegerla y cuidarla en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza, hasta que la muerte los separe. — cuestiona el padre para dirigir una mirada a el peliturquesa.

— Aceptó. — menciona para después colocarle a la pelirroja el distintivo anillo en el índice.

— (T/N), aceptas a Ace como tu legitimo esposo para amarlo, protegerlo y cuidarlo, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza, hasta que la muerte los separe. — cuestiona ahora a la chica mientras la observa esperando su respuesta la cual obviamente fue.

— Aceptó. — pronuncia con cierta felicidad para después colocarle un mismo anillo en la parte de centro de sus dedos (el de en medio).

— Si no hay nadie en contra. — observó a los presentes. — los declaró marido y mujer, puedes besar a la novia. — menciona por último para después tomar de la parte de la cintura a su ahora esposa y dirigir sus labios a los de ella.

  Ella había acepta aquel beso por lo cual no opuso resistencia, desde pequeña ella siempre se había querido casar con alguien que valiera la pena, pero nunca pensó que su mismo sueno se volviese realidad.

  Ahora comenzaba una nueva vida, una vida en la que ella compartiría con alguien el cual ella amaba con todas sus fuerzas, y ese alguien era Ace, Ace Grit.

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