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0 9 1 | Klaus Von Herzen [5]

— ¿Es en serio?. — te cuestionaste, mientras observabas aquella prueba de embarazo debido a que había salido positivo.

  Se suponía que aún no estabas preparada para ser madre, aunque tu edad decía lo contrario. Tenías aproximadamente veintiocho años y por obvias razones ya estabas casada, pero en realidad aún te sentias insegurs por esta gran noticia que estabas recibiendo. Siempre anhelaste una familia unida, tenías a un esposo complemente amoroso y ahora tendrías un hijo.

— Tendré que decírselo cuando llegue. — murmuraste por lo bajo.

  Estos días habías experimentado cosas que te parecian anormales, sentias una hambre constante, dolores de cabeza y todo esto sumando varias náuseas que siempre tendrías. Aprovechando tu día de descanso decidiste que lo mejor sería ponerle fin a tu cuestionamiento, así que decidiste comprar una prueba de emabrazo. Ya que tampoco habías tenido tu periodo y ya habían pasado dos meses, aunque no le habías prestado la demasiada atención ya que eras irregular.

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  Escuchaste que alguien había abierto la puerta de su habitación, provocando que un escalofrío atacara tu espalda, ya era algo tarde, pero habías esperado a tu esposo mientras que leías un libro.

  De pronto aquella valentía que estaba en ti desapareció por completo, dejando te vulnerable y cobarde. Klaus comenzaba a quitarse la corbata, mientras que bajabas la mirada.

— ¿Que tal te fue?. — cuestionó con serenidad, mientras tomaba asiento en una esquina de cama matrimonial.

— E-estuvo bien. — formulaste mientras sonreías, habías mordido uno de tus labios debido a que se había percatado de tu tono de voz.

— ¿Todo bien?. — volvió a insistir, dejandote sin recursos. — sabes que puedes contarme todo lo que te sucede, no me gusta que te reserves todo.

— Es que... — bajaste la mirada comenzando a jugar con tus dedos, aquella acción le había causado ternura al mayor. — y-yo..

— No te preocupes. — se acercó a tu dirección, colocando una mano sobre tu mejilla y sonriendo cálidamente.

— Es que estoy... — te mordiste el interior de tus mejillas.

— ¿Estas?. — continuó el albino, esperando a que siguieras hablando.

— Y-yo estoy... — Klaus tomó tu mano con delicadeza. — ¡estoy embarazada!. — exclamaste rápidamente mientras un color carmín se teñia en tus mejillas, para después cerrar los ojos con fuerza.

— ¿Embarazada?. — repitió Klaus, provocando que abrieras tus ojos. — ¿en serio?. — te observó esperando una afirmación.

— Si. — te alejaste de su mano. — l-lo siento, debi de haber utilizado protección...

— ¿Que?. — te observó confuso. — esta es la mejor noticia de mi vida. — expuso con trata felicidad. — ¿creías que me iba a molestar?.

— B-bueno si. — este rápidamente te dio un corto beso.

— Pues no, eres el amor de mi vida. — tomó una de tus manos para besar el dorso de esta. — cada noticia que digas, es la mejor.